Fuimos a comer 7 personas a las 13,30. El restaurante estaba vacio. Nos llevaron a un salon de fumadores (cuando ninguno fumamos y no preguntaron) y nos dejan las cartas. El salon agradable. Por cierto 5 cartas para 7 personas...lo que me pareció un detalle feisimo porque era una comida de trabajo y no habia "confianza" para compartir cartas aunque desde luego, es lo que tuvimos que hacer. A las 14:00 (media hora mas tarde) aun no habia aparecido nadie por alli ni a ofrecer bebida. Llegó una pareja y a ellos les atendieron rapidamente. Nosotros tuvimos que decir que queriamos al menos beber algo.
Pedimos unos entrantes para compartir y segundos. El ritmo en sacar los entrantes fue lento pero entendible y se agradeció que no pusieran todo a la vez para compensar la tardanza. Pero de nuevo la espera hasta los segundos fue tremenda. No tomamos postre, solo cafe. Bebida un Torre de Gazate crianza que ya sabemos lo que es.
Entrantes:
-Jamon iberico y queso manchego: buenos
-Croquetas de centollo y bacalao: no parecian caseras
- ensalada : normal
-verduras plancha: aceitosas
Segundos:
- Lomo de buey: Todos comentaron que muy bueno
-Esturion: Me sorprendio porque es un pescaso graso parecido al atun blanco, No lo habia probado y me gusto. Lo acompañaban unas algas que podian haberse evitado.
Yo no pague pero creo que fueron unos 300 €.

Salimos a las 16:00 y menos mal que esta al lado del AVE porque si no lo perdemos...