Restaurante Balzac (CERRADO) en Madrid
Restaurante Balzac (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
40,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
68 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.5
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
jabalí
PIchón
Laminado templado de boletus confitados, con corzo asado
La sala
Opiniones de Balzac (CERRADO)
OPINIONES
13

Nunca había estado en Balzac y la primera vez ha sido ésta, con un menú de esos de promoción que nunca sabes si se quedarán cortos, aunque sin duda no ha sido el caso. De aperitivo un chupito de sopa castellana con una minimagdalena. Luego la crepe de salmón ahumado con brotes, correcta, y mas tarde el tataki de atún rojo con guacamole y wantón (delicioso) y una crema de lentenjas con codorniz muy tamizada. A estas alturas estás ya casi lleno y todavía queda la dorada y el solomillo de jabalí, con el que acabas por pura gula. Tambien ponen un aperitivo de Kir Royal con unas aceitunitas y blanco de rueda con los primeros y rioja crianza con los segundos (además fueron generosos al respecto). De postre unos buñuelitos de chocolate....café y Petit Fours y todo por 40 euros por cabeza. Buena cena, opípara, como para repetir.

  • jabalí

    jabalí

Hace 2 semanas que estuve en Madrid, y el primer restaurante que pisé fue el Balzac. Fue un placer de inicio a fin, opté por menú degustación, 6 platos, empezando por ensaladilla rusa, salmonete con fideo negro y pesto, huevo escalfado con haba baby y jamón ibérico, bacalao en tinta de sepia, pisto y pan pizza, magret de pato con mostaza antigua y postre de 3 niveles, fruta, buñuelo de chocolate y leche frita. Todos los platos de buen nivel, bien trabajados y todo hecho desde las ganas de hacer bien las cosas. En cuanto a vino, probé una garnacha del sur de Madrid, roble, Monroy, que a pesar de que el alcohol no estaba del todo integrado, acompaño bastante bien todo el menú.

Yo, si puedo volveré.

1 saludo

Me sorprendió para bien, el entorno es lo mejor, entre los Jeronimos y el Casón del Buen Retiro. Puedes dar una vuelta antes de entrar por una de las zonas más bonitas de Madrid.
Al no pedir vino, la cuenta no fue muy alta. De la comida destacar el postre; Leche frita. Me encantó, estaba recien hecha y con unas virutas de naranja que le daban un toque muy original junto con el helado Grand Marnier. De entrantes me sorprendió el pastel de sardinas. Si puedo volveré, me gustó.

Hare un breve comentario sobre lo que creo que fue una noche de mala suerte, ahi vamos:
menu degustación:
salmorejo, y crema de garbanzos como aperivo, bien pero es lo minimo ante el derroche de originalidad
foei con crujiente de azucar, mango y hojas frescas..bueno el foei la combinacion ni original ni acertada
ravioli de liebre, no estaba mal
sopa de marisco a la planca no estaba mal ecepto que el chipiron estaba incinerado
rape con compota de tomate y salsa de aceituna negra, buena combinación, el rape no demasiado bueno
Pichon no se como, y mejor no saberlo, no era comestible completamente incinerado
al ver que el plato estaba intacto lo cambiaron, por corzo con tres salsas simplemente comestible
El servicio fue bueno, el entorno bastante ortero, el postre unos originalisimos buñuelos de chocolate y un sorbete de mango y coco
Carta de vino muy clasica

Hace unos ocho años estuve comiendo aquí y el recuerdo que tenía era algo más sofisticado de lo que he encontrado ahora. La atención es correcta pero coincido con mi otra crítica en que un camarero (¿sería el mismo?) que nos ha atendido lo hacía "en modo automático" sin ninguna pasión ni arención, como si fuera un restaurante de menú.
La carta es correcta, ni muy larga ni escueta, sobresaliendo los platos de caza. Pedimos dos tipos de arroces (de mariscos y otro con hongos) y en los dos se les había ido la mano con la pimienta tanto que no se podía saborear el gusto real del arroz.
Cecina, jamón, mollejas, callos bastante bueno de entrantes y caza (gamo,jabalí, liebre...) muy bien hecho, presentado y maridado.
El vino (un Enrique Mendoza y un Mauro) excelentes y no excesivamente caros para lo que se ve por ahí.
En resúmen, lo tenía por uno de los mejores restaurantes de Madrid pero no pasa de ser un restaurante correcto sin muchas más pretensiones.
A mejorar: el servicio, a la hora de pedir copas no tienen variedad de marcas, y si eres fumador de puros olvidate de las cerillas de madera...

El restaurante esta situado en una zona privilegiada de Madrid, justo a las espaldas del museo del prado, muy cerca del jardín botánico y del parque del retiro, aparcar por la zona es complicado aunque goza de amplias plazas por las inmediaciones.
El local resulta muy calido y acogedor, mesas muy cómodas separadas y amplias, con una decoración equilibrada.
La carta es extensa con numerosas entradas, algunos platos clásicos, y con bastantes platos de caza que es su fuerte.
Fuimos atendidos muy amablemente por el maitre, pero la cosa cambio con el servicio de uno de los camareros fue rápido, inexpresivo, atropellado, y algo automatizado.
Con la comida y sus elaboraciones no tenemos pega alguna, equilibradas, respeto por el producto y muy buena integración de los mismos. pero la relación cantidad precio no nos pareció buena. Tomamos para empezar una deliciosa cecina de buey Wagyu, una escasa ensalada de perdiz roja, y un escueto graten de setas de temporada (desconocemos las variedades pues el camarero no nos indico ese dato). Continuamos con una corvina con crema de ajo negro, que estaba espectacular en frescura y textura, perfecta. Y una hamburguesa de ternera con kepchut natural muy buena. Quisimos probar el bizcocho de idiazabal con membrillo para rematar pero no lo tenia y no tomamos postre.
En cuanto a los vinos, la carta nos gusto mucho, no muy extensa pero con referencias atípicas, pero eso si a un precio alto. Nos bebimos un Finca Valdelagua que por el precio cobrado no nos pareció muy interesante.
El restaurante, es cómodo el servicio es ágil y profesional, pero quizás demasiado tenso a veces, la materia de primera, pero en general caro. Sinceramente nos gusto, pero es una opción algo cara para los tiempos que corren.

Balzac es un restaurante de mucha fama de Madrid que, en temporada, tiene según los entendidos el mejor menú de caza y setas de Madrid.

El restaurante es una mezcla agradable de clásico y moderno. Servicio de sala impecable. El servicio es vinos muy bueno , nos recomendaron PRIMA a 18€.
Cesar Martín el cocinero una persona muy agradable y asequible.
Tomamos un menu largo de desgustación mayor que el que tiene en temporada el restaurante.
Irrepochable sin una sola nota falsa.
Totalmente recomendable.

Balzac tiene un menú caza con aperitivos, 3 entradas, 2 segundos y dos postres por 55 más IVA
Pienso volver.

Como siempre más fotos en :
http://www.noselepuedellamarcocina.com

  • PIchón

    PIchón

  • Laminado templado de boletus confitados, con corzo asado

    Laminado templado de boletus confitados, con corzo asado

  • La sala

    La sala

Primera visita desde que Andrés Madrigal se marchó de jefe de cocina a Alboroque en 2006. Se mantiene José María Marrón en su doble función de Sumiller y Director de Sala y ejerce de Jefe de Cocina César Martín. José María Marrón y su equipo de sala muy correctos y profesionales, atentos, pero sin agobios y con los comentarios precisos. El trato del vino muy correcto, aunque la carta no tiene sorpresas y siguen faltando referencias de vinos jóvenes y rosados y por supuesto y sobre todo para los menús degustación, los vinos por copas. El restaurante sigue con la línea de cocina creativa-mercado-mediterránea. Elegimos el menú degustación, para ver la evolución y nos impresionó agradablemente, sobre todo las colmenillas rellenas de trigueros y queso de cabra, las vieiras salteadas con sofrito..., el lomo de mero y las entrañas de buey. Precio correcto 62.00 € sin IVA, ni vino. Y todo esto entre el Museo del Prado y el Retiro.

Mi experiencia en este local fue un poco decepcionante.
La comida estaba buena sin más. No justificaba para nada su alto precio. La separación entre mesas era ridícula. El servicios del vino correcto.
Si estás dispuesto a gastarte ese dinero en comer, hay mejores opciones en la capital.

Cuidada presentación, platos perfectamente cocinados y esmerado servicio. Raciones más bién pequeñas pero a Balzac se va mas a disfrutar de las texturas y sabores que a llenarte el estómago. Precios altos, sobre todo los entrantes. La carta de vinos extensa, muy extensa pero lo precios bastante altos. Tiene sala para fumadores. Pedimos cava y hacen servicio como si de un vino se tratase, algo que no suelen hacer en la mayoria de los restaurantes con los cavas.

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