Cena para 8 personas en este local de Cánovas.

Optamos por el menú degustación temple de 19.50 € compuesto por:

- Ensalada de Medallón de queso de Cabra Fundido con Bouquet de Lechugas Variadas y Vinagreta de Praliné.
- Gambas Confitadas con Emulsión de Pistachos
- Tempura de Verduras en Dos Salsas.
- Rape y Chipirones Salteados con ajos Tiernos y Pimientos del Piquillo.
- Sartén de Patatas a lo Pobre con huevo y Jamón.
- Tiras de Entrecot o Carrillera de Buey
- Surtido de Postres Caseros

Todos los platos bien elaborados y presentados, muy rico todo, buenas raciones, a destacar la ensalada muy buena, la tempura también muy buena al igual que las carnes finales muy ricas.

Local bonito con mesas de madera al igual que las sillas, buen coperío.Nos sentamos en una mesa redonda, cosa que se agradece por eso de anmentar la interactuación.

Se nota que tienen un especial mimo al mundo del vino, por el trato que ofrecen, carta amplia, buenos precios, posibilidad de venta de botellas, organización de catas eventualmente, cambio de copa entre vino y vino, descorche, relleno de copas. Muy bien.

Para beber tomamos aparte de cervecitas iniciales y aguas, 2 botellas de Angosto los almendros blanco, 1 botella Villanarcisa Verdejo y una de tinto Angosto + 8 cafés.

Lo dicho una interesante opción por esta concurrida zona de Valencia que tiene una gran oferta en hostelería, para tapear bien y beber mejor y a buen precio.

Noche entre semana, coincidiendo con partido de futbol de "alto standing", y eso se nota en la afluencia de público. Por tanto, cenamos tranquilamente, sin apenas ruido ambiente. Coincido con los comentarios anteriores en que se trata de un sitio adecuado para tapear y cenar, especialmente para aquellos a los que les guste la carne. Entre las entradas destaco la tempura de verduras con salsa romescu, y en los segundos unas carrilleras perfectamente guisadas, con sabor destacado.
Las copas son cumplidoras, y en cuanto al vino, nos decidimos por un Venta del Puerto nº12 (2008) que cumplió con creces su cometido, de hecho cayeron dos botellas.

Invitado a una cata de la Peña la Verema, acudí a este restaurante bien ubicado, amplio local en la zona de Cánovas donde poder comer de tapeo y picoteo a muy buen precio. El local es bastante cómodo, tan solo adolece de un pequeño problema de acústica debido a las dimensiones del local y, por ende, a la gran cantidad de personas que pueden cenar en él.
Tomamos todos los entrantes al centro, empezando por una hojaldre de manzana y foie con costra de pipas y quicos, un buen equilibrio de sabores y buena elaboración del foie; continuamos con un poco de jamón de ibérico que estaba realmente bueno, perfecta infiltración de la grasa en el músculo y buen sabor; timbal de escalibada con anchoas, también muy rico y las anchoas para nota; gambitas confitadas con emulsión de pistachos y sésamo, un plato sorprendentemente sencillo y bueno a la par; calamar a la andaluza que nunca había probado, ligeramente rebozado y de buen sabor; carrilleras de corderito lechal, bien de textura y sabor y buena la salsa con la que se acompaña. Los postres variados de la casa tampoco están nada mal, así que cocina más que interesante a precios comedidos y muy indicada para ir con un grupo de amigos.
El precio de este menú cerrado y pactado de antemano fue de 25€.
Servicio del vino profesional, con copas de gama media pero de buena geometría.

Volveremos sin duda a probar más cosas y estudiar su carta de vinos.

Acudimos la pareja a cenar, ambiente agradable y buena impresión en general del local.

Servicio super amable, con ganas de agradar, trato del vino adecuado (que ya es de agradecer). Pedimos, siguiendo el consejo de la anterior visita, las gambas con crema de pistacho que estaban muy acertadas, calamar de playa a la plancha con ajetes (en este punto decir que el calamar no era fresco ni creo que calamar, según parecía, pero el plato estaba rico y su precio muy bueno). Para beber un blanco de bierzo (disculpar pero no recuerdo el nombre), rellenaban la copa las camareras con mucha profesionalidad y ánimo de agradar. Para acabar dos medias tostas, uno de foie micuit con manzana caramelizada y otro de solomillo. El de solomillo delicioso. Ambos de muy buen tamaño como todos los platos.

Decir que los platos los sacaron unos tras otro dejando tiempo a que se finalizase cada uno.

Sin duda volveremos a repetir el solomillo y las gambas y probar otros platos.

Local muy recomendable.

Por fuera puede parecer un local más de la zona de Cánovas en Valencia, repleta de locales donde picar y comer. Según entras y pasas la barra te vas dando cuenta de detalles que van haciendo de este sitio un lugar atractivo. Coperío y menaje buenos, que permiten el disfrute tanto del vino como de la comida. Separación de las mesas adecuada. Jorge, uno de los propietarios, ejerce de sumiller con un grado de profesionalidad y cercanía del que más de uno debería aprender. El resto del equipo de sala y barra también tienen un trato muy bueno hacia el cliente. La comida más bien de tapeo. Ayer éramos dos personas: media tosta de boquerones y anchoas (muy equilibrada), media de hojaldre con manzana y foie (quizá lo que menos me sorprendió, aunque resultaba agradable), y una ración de gambas (de muy buen tamaño) con una salsa de pistacho. Sobre este último plato era un poco excéptico, pero se convirtió en un descubrimiento. Tanto como para ser una tapa fundamental para probar en El Temple. Con esas tres tapas cenamos a gusto. Las raciones son abundantes y una tosta completa casi es excesivo (conviene pedir medias y probar varias). La carta de vinos bastante equilibrada, con el número de referencias adecuadas al tamaño del local: correcta selección de valencianos y un recorrido por otras DOs españolas aceptable, incluyendo espumosos de calidad. Precios más que correctos (Venta del Puerto 12 euros, Soledad -Álvarez Nolting- 16 euros)...

El único "pero" es que si hay mucha gente se nota algo de ruido de fondo.

El café es de lo mejor. Y, para el que le guste, es importante acabar con un buen gintonic (tienen selección de ginebras).

Tapas, café y vino: 23,5 euros por persona.

Volveré seguro.