Cualquier tiempo pasado fue mejor

Fui a comer con mi chica el domingo pasado para celebrar su onomástica. Elegí este restaurante porque lo conocía de hace mucho tiempo y porque en todas las ocasiones que lo visité (y fueron no menos de una docena de veces) siempre salí gratamente satisfecho después de haber disfrutado de una magnífica comida. Pues bien, cual fue mi sorpresa al enterarme de que el restaurante ha sido traspasado y en lugar de encontrarte con el afable y bonachón de Genaro y su mujer (alma mater del restaurante pues era la cocinera), ahora en cambio te encuentras con los nuevos dueños que, pásmense, se trata de una familia ecuatoriana con escasa experiencia en hostelería y total desconocimiento de la cocina manchega, reclamo principal de dicho restaurante desde sus inicios hace ya más de treinta años.
Al entrar al restaurante y ver las nuevas caras que te miran con cierto asombro desde detrás de la barra (supongo que por el hecho de identificarme como la persona que llamó el día anterior para hacer la reserva de mesa, pues como rápidamente me di cuenta al observar la escasa clientela, lo de las reservas junto con otras muchas cosas parece ser que ha pasado a mejor vida) ya te das cuenta que aquel sitio poco tiene que ver con el que uno recordaba. Miento, la verdad es que la primer cosa que me hizo pensar que algo no iba bien fue la llamada de teléfono para hacer la reserva pues contestó la llamada una chica joven con claro acento latino (luego descubrí que era la camarera que nos atendió) que contestó al teléfono con un sonoro "Siiiiii?" , sin identificar el nombre del Restaurante por el que responde dicho número de teléfono y haciendo una contestación más propia de un teléfono móvil personal que de un número de empresa. Evidentemente mis temores no eran infundados y se confirmaron la mayor parte de mis sospechas.
Lo único que queda del maravilloso restaurante que fue es su ubicación, el nombre, la decoración del comedor (aunque con algunos pequeños cambios a peor) y la distribución de las mesas. A partir de aquí todo es diferente a lo anterior y la caída en cuanto a la calidad se percibe ya en los manteles de papel que han sustituido a los de tela para vestir las mesas, lo sigues percibiendo en las infames servilletas de papel a juego con el nuevo mantel, así como en la paupérrima cristalería, más propia de un bareto batallero que de cualquier restaurante de nivel medio. La cristalería, por cierto, además de ser totalmente inadecuada para un correcto servicio del vino por su reducido tamaño y escasa calidad, presentaba unos defectos inadmisibles. Mi copa estaba más rayada que la moto de Marc Márquez, víctima de miles de usos con sus miles de pasadas por el lavavajillas, y en lugar de dormir el sueño de los justos que es donde debería estar la siguen sacando a los clientes hasta que un día no dé más de sí y se rompa definitivamente. En fin lamentable.
Por lo que respecta al servicio este fue de pena. Dos jovencitos, casi adolescentes, sin la más mínima noción elemental de como se atiende en sala. Primer fallo, la chica que nos atiende al ser preguntada por los ingredientes de un plato se queda totalmente en blanco y con cierta cara de "panoli" balbucea una incoherente explicación que pone bien a las claras que no tiene ni puñetera idea de lo que está vendiendo (en este caso sus platos de la carta). Segundo fallo y éste todavía más grave que el anterior: el chaval que nos trae el vino (hermano de la anterior) demuestra un desconocimiento supino de todo aquello que huela a enología cometiendo dos fallos seguidos (en menos de un par de minutos) y a mi entender imperdonables. 1. Al descorchar la botella se le rompe el tapón, quedándose medio corcho dentro del cuello que sólo consigue sacar después de dos intentos más. 2. Cuando por fin logra descorchar la botella seguidamente pasaba a volverla a tapar de nuevo con el medio corcho que le quedaba, a lo que le tuve que decir yo que el vino mejor no taparlo para que se airee un poco, mirándome con cierta sorpresa ante tan "extraña" petición por mi parte. En fin, ver para creer.
En cuanto a la carta, los cambios y la reducción de variedad y calidad se observan ya con sólo tenerla en las manos, ya que a la reducción y empeoramiento del formato le sigue una clara disminución en el número de platos y la variedad de los mismos. Y lo peor de todo, al menos para mi, es que se ha abandonado definitivamente la cocina de raíces manchegas que tanto éxito le dio a este sitio y de la que apenas quedan unas pocas muestras claramente desdibujadas, desnaturalizadas y vilmente alteradas que sólo son una mala copia de aquellos maravillosos platos de antaño. Platos que durante años fueron "santo y seña" de aquel lugar como su famoso gazpacho manchego, han desaparecido de la carta y los que todavía se mantienen como su "morteruelo" (otrora merecedor de todos los elogios), su "ajoarriero" y su "rabo de toro" se parecen tanto a sus antepasados como un huevo a una castaña.
Visto lo visto opté por arriesgar lo mínimo y por ello nos decantamos por platos de fácil elaboración. Si que tuve un arrebato de valentía y me decidí a probar el nuevo "morteruelo a la ecuatoriana" pero la camarera me dijo que hoy no habían hecho (les recuerdo que era domingo y festividad del Pilar para que juzguen ustedes mismos lo inadecuado de la respuesta). Una respuesta similar obtuve cuando pregunté si tenían carne a la brasa (pues no menos de cuatro platos de la carta incluían dicha forma de cocinado) y la camarera me dice que como sólo hay una cocinera no puede estar también pendiente de las brasas. Flipante. Recuerdo que las brasas eran uno de los principales reclamos de los anteriores dueños permaneciendo siempre encendidas, de día y de noche, en invierno y en verano. Así pues pedimos una ensalada de perdiz (otro de los platos que bordaban los anteriores dueños) que resultó ser una ensalada normalita tirando a floja, con unos tomates que no sabían a nada (ya saben los típicos tomates de pera de Mercadona que no valen ni para rayar pero son imbatibles por su baratísimo precio) y a la qué solo los trozos de perdiz (de bote, por supuesto) le daban algo de sabor y gracia. El plato respondía al estrambótico nombre de "Ensalada de perdiz con salsa de cristal", al preguntarle a la camarera por la susodicha "salsa de cristal" (si, esta fue la pregunta del millón) entró en un galimatías tremendo diciendo que llevaba mayonesa, mostaza, aceite de oliva, aceite de girasol, etc. Cuando realmente no existía tal salsa y se trataba sólo del aliño tradicional de crema de Módena, aceite de oliva (quiero pensar que sería AOVE aunque no pondría la mano en el fuego) y sal.
Así pues los platos que pedimos fueron: entrecote de ternera al roquefort y solomillo de ternera a la pimienta. Nuevamente otro fallo más, se acerca la camarera y me dice que no les queda más salsa a la pimienta a lo que tendrá que ser al Roquefort. Acepto el cambio pero no me deja de sorprender que en un restaurante donde sólo estábamos cuatro mesas a las primeras de cambio se les vayan terminando las existencias. Además, ni que decir tiene que la salsa era obviamente de sobre pues de casera tenía lo mismo que yo de astronauta.
A fe de ser sincero diré que la carne estaba mucho más tierna de lo que esperaba (seguramente el anterior dueño les ha pasado también su agenda de proveedores de carne) aunque la guarnición de patatas fritas y medio pimiento verde (por cierto algo crudo) era más propia de los platos combinados de restaurante de polígono que de un restaurante que se precie. Y en cuanto a la salsa, dicho ya que era claramente de sobre, resultaba agradable de sabor pero fallaba estrepitosamente de textura pues había quedado demasiado líquida al no haber sido trabajada a conciencia y terminaba diluida en el plato.
Capítulo aparte merece el pan, pues hacía mucho tiempo que no comía uno tan malo. Se trataba de un pan, al parecer por su tamaño y anchura de tipo "baguette" de muy baja calidad y que además se presentaba claramente como de haber sido congelado y descongelado (quizás incluso varias veces) como demostraba el echo que se desmenuzaba en miles de trozos irregulares con solo mirarlo. Desde luego nada que ver con el maravilloso pan tostado a la brasa que te sacaban allí antaño.
Los postres fueron una cuajada y un arroz con leche caseros que no estaban mal pero que tampoco dejarán honda huella en mi memoria. Nuevamente no pude evitar recordar los maravillosos postres que esta casa ofrecía hace tiempo donde destacaban su maravillosa "tarta de chocolate" o su "flan de higos".
Respecto al vino, la verdad es que fue algo lamentable. Su carta, como ya pasaba con los anteriores dueños, se basa exclusivamente en los vinos de la comarca, es decir vinos de la DO "Utiel-Requena" como no podía ser de otra manera al encontrarse el restaurante en tierra de tantos y tan buenos caldos. Pues bien, en una carta no muy extensa, de no más de 20 referencias entre blancos, tintos y rosados, resulta que sólo disponían de un reserva, dos crianzas y otros dos blancos. Si quieres lo tomas y si no..... Así pues nos decantamos por un "Marmitón" crianza de 2012 ya que no tenían el reserva, que resultó bueno pero que no estaba a la temperatura adecuada de servicio, ni fue servido correctamente como señalé anteriormente.
terminamos la comida con dos cafés cortados. No nos invitaron al consabido chupito que los anteriores dueños tenían por costumbre y nos trajeron la cuenta que resultó de 61,20 euros. Me pareció una muy mala RCP y creo que los precios no se corresponden en absoluto con la calidad de la comida y el servicio que recibes. Parece ser que estos nuevos dueños lo único que han mantenido del viejo restaurante son los precios pero bajando la calidad a niveles increíbles.
La verdad es que salí de allí con un sentimiento de nostalgia y añoranza por los buenos y grandes momentos que viví en su día en ese restaurante (uno de mis preferidos) y acordándome de aquella frase popular que dice que "cualquier tiempo pasado fue mejor". Los nuevos dueños, o se ponen rápido las pilas y aprenden un oficio difícil y sacrificado como es el de llevar un restaurante y vuelven a retomar las señas de identidad que un día hicieron de este restaurante uno de los más importantes de comida manchega de toda la comarca o no les auguro una larga trayectoria. No creo equivocarme si digo que estos nuevos dueños no llegan al nuevo año con este negocio.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Mtejido2000

    Pues vaya tela... excelente comentario, desde luego describes a la perfección la prolijidad del desencuentro. Lamento la experiencia compañero.

    Un saludo, Manuel.

  2. #2

    Trapatroles

    Lamentablemente, el nivel en general, de los camareros de este país, deja mucho que desear.

    Lo del "Siiii" al llamar a un restaurante, es de lo más habitual (jaja, ayer mismo me pasó lo mismo), al igual que el mal servicio de los vinos.

    He estado este verano en la Alsace (Francia) y el servicio de los restaurantes, está a años luz de la mayoría de los españoles, desde que entras con una sonrisa y un "Bon jour", hasta que sales con un "Merci beaucoup".

    Buen relato de tu mala experiencia.

  3. #3

    Rafa72

    en respuesta a Mtejido2000
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    Hola Manuel gracias por tus palabras de apoyo. No pasa nada, digamos que para los que nos gusta salir a comer/cenar por ahí de vez en cuando esto son "gajes del oficio" y no siempre la experiencia es satisfactoria. De todas formas para conocer los sitios hay que arriesgarse de vez en cuando. En este caso lo peor fue la decepción de ver como un sitio donde se comía de maravilla y que estaba por derecho propio entre mi Olimpo personal de restaurantes puede haber cambiado tanto en tan poco tiempo por un traspaso. En fin, nada es eterno. Un saludo.

  4. #4

    Rafa72

    en respuesta a Trapatroles
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    Hola "Trapatroles" (por cierto me encanta tu Nick, es una palabra tradicional en el habla popular valenciana de toda la vida que siempre me ha gustado). Gracias por tus palabras de apoyo. Solo comentarte que teniendo razón en que el nivel de nuestros camareros es francamente mejorable, en este caso te recuerdo que no eran españoles sino ecuatorianos. No se trata de xenofobia ni mucho menos racismo, simplemente quería puntualizar un hecho que se te ha pasado por alto. Un saludo.

  5. #5

    Gomez

    Pues menuda cara se os quedaría al ver tal percal.¿No has preguntado que ha sido de los antiguos dueños?,más que nada por sí saben en que se ha convertido su restaurante.Salsa de cristal y tan de cristal...ni se veía ja,ja,ja...tendrán poca vergüenza...

  6. #6

    Rafa72

    en respuesta a Gomez
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    Hola Gómez, la verdad es que mi cara pasó del asombro y desconcierto inicial hasta la más profunda melancolía en añoranza de los viejos tiempos al final de la comida. Respecto a los anteriores dueños según ellos mismos me confesaron en su momento estaban ya muy cansados después de más de treinta años al pie del cañón (en este caso al pie de la barra). Todos sabemos que la hostelería es muy sacrificada y supone grandes renuncias personales, si a eso además le sumas una edad ya avanzada (por encima de los sesenta ambos) y una salud del dueño un tanto delicada pues ya tienes la suma de porque se produjo el traspaso. Ahora bien, creo que deberían haber sido más cuidadosos a la hora de ver en qué manos dejaban el restaurante pues es realmente triste y descorazonador ver como un negocio que costó tanto tiempo y sacrificio levantar y que gracias a todo ese esfuerzo se convirtió en un templo de la buena mesa de obligado peregrinaje para mucha gente de la comarca, se puede venir abajo definitivamente a una velocidad supersónica por haber caído en manos equivocadas.
    Respecto a lo de la " salsa de cristal" es para echarse a llorar o a reír, y yo elegí lo segundo por supuesto. Creo que les va a durar lo mismo en la carta que el restaurante abierto al público. La verdad es que se veía a lo lejos que los nuevos dueños difícilmente sabrían dirigir con éxito un bareto de barrio y para un restaurante de estas características están completamente incapacitados por su inexperiencia, por su actitud y sobre todo por su demostrada ineptitud. Se veía claramente que "ese traje les queda muy grande". Quizás alguien les debería de haber dicho a tiempo aquello de: Manolete, Manolete, si no sabes torear pa que te metes. Un saludo compañero.

  7. #7

    Anubis7

    Felicidades por tan entretenido comentario donde relatas a la perfeccion lo ocurrido. Casi me has hecho sentirme alli... Siento lo que te pasó y desgraciadamente todos podemos contar alguna que otra historia que hay que tomar con humor para no cabrearse mucho.
    Yo tengo un par de ellas de las que recuerdo que deje constancia aqui:
    * la señora mandona que me tomó mania nada mas verme:
    https://www.verema.com/restaurantes/60610-casa-ciriaco-madrid/valoraciones/840093-si-cuentan-no-creo
    * El que me decia que las setas tenian tierra al pedirle que no les echara ajo. Ya se sabe que Dracula y las setas odian el ajo...
    https://www.verema.com/restaurantes/39079-el-imperio-madrid/valoraciones/1059455-opcion-aunque-no-mejor-setas

  8. #8

    Rafa72

    en respuesta a Anubis7
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    Hola Anubis (por cierto me encanta tu Nick pues desde hace muchísimos años soy un enamorado del Egipto Antiguo) gracias por tu felicitación de mi crítica gastronómica, me alegro de que te haya gustado. Cuando escribo y relato alguna experiencia me gusta ser lo más preciso posible con el fin de que quien lo lea se pueda hacer una idea lo más aproximada posible de lo que sucedió, si lo he conseguido esta vez me alegro por ello.
    He leído tus dos criticas de restaurantes y me han gustado mucho. Tu también describes muy bien lo allí vivido. Lo del Restaurante El Imperio respecto a las setas la verdad es que no tiene perdón de Dios, ahora bien, lo de Casa Ciriaco supera con creces el mejor guion de cualquier peli de Almodóvar (que ya es decir). De hecho mientras lo estaba leyendo le ponía la cara de Chus Lampreabe a alguna de aquellas "mozalbetas" camareras. En fin, sigo pensando que esto es mucho mejor tomárselo con humor que cabrearse pues son muchas más las experiencias positivas que nos deparan los grandes hostaleros-cocineros que tenemos en este país que las "anécdotas" (si, quiero darle solo esta humilde categoría) negativas que te vas encontrando por el camino.
    No obstante te diré que mi anecdotario de experiencias negativas es algo más amplio que el tuyo (por desgracia) y para que te hagas una idea y para animarte al comprobar que existen experiencias todavía peores que la tuya en Casa Ciriaco, te invito a que leas esas experiencias negativas de las que en su momento dejé cumplida cuenta en las paginas de Verema. Te encontraras un poco de todo: casos donde el principal fallo estuvo en el precio por el descarado "sableo" que me dieron; otros donde los fallos en cocina fueron imperdonables y repetitivos; otros donde la atención del personal era para echar a correr y no parar hasta alejarse 10km de allí; y un caso, el más grave de todos, que supone un compendio de varias cosas a modo de popurrí de despropósitos.
    Perdona que no te ponga el enlace directo pero es que reconozco que la informática no es mi fuerte y no sé como se hace. No obstante puedes leer estas críticas si quieres buscando:
    - Restaurante los 7 Percebes (Valencia capital).
    - Restaurante Bon Paladar (Náquera, prov. de Valencia).
    - Restaurante Centro Gallego (Valencia capital).
    - Restaurante El Palen (Segorbe, prov. de Castellón). Este último es el que menciono como la peor experiencia de todas y que supuso un compendio de cosas que no se deben admitir nunca en un Restaurante. Para abrir boca te diré que le puse por título original "Cuidado, un pirata anda suelto" aunque luego se ve que fui censurado por Verema y cambiaron el titulo por el aséptico nombre del Restaurante.
    Espero que te gusten estas críticas. Un saludo.

  9. #9

    Anubis7

    en respuesta a Rafa72
    Ver mensaje de Rafa72

    La verdad es que si que las cronicas que mencionas tienen tela aunque en efecto se lleva la palama la de El Palen. Muy gracioso ( por no llorar) lo de la cuenta Roseta.. Saludos

  10. #10

    Beatriz Sáez Iranzo

    Con profunda tristeza he leido tu crítica, soy la hija de Josefina y Genaro, dueños del restaurante Fuente Chica, estas inquilinas", por llamarlas de alguna forma, han abandonado ya nuestro Restaurante, la vida de mis padres, puedes imaginarte en el estado en que lo han hecho.
    De corazón te pido que a ser posible retires la crítica,(merecida sin duda), para que otro posible inversor, en el caso de que lo hubiese, no lea tan catastrófica realidad.
    Un abrazo Rafael, desde la profunda tristeza que tenemos en mi familia, por el desacierto que tuvimos al confiar de buena fé en las personas. No nos volverá a pasar. Gracias.

  11. #11

    Francescf

    en respuesta a Beatriz Sáez Iranzo
    Ver mensaje de Beatriz Sáez Iranzo

    No veo cómo puede afectar negativamente una mala crítica al local en sí. No tiene que ver con el local, sino con quien llevaba el negocio. Entiendo que tus padres son los dueños del local, así que no debería preocuparles que el restaurante que hay en su local vaya mal, más allá de la posible pérdida del alquiler.

  12. #12

    Rafa72

    en respuesta a Beatriz Sáez Iranzo
    Ver mensaje de Beatriz Sáez Iranzo

    Hola Bea, entiendo tu preocupación y tu tristeza. Efectivamente me consta que el restaurante Fuente Chica era mucho más que un restaurante para tus padres y toda tu familia. Desgraciadamente el tiempo ha demostrado que fue un error dejarlo en manos tan incompetentes. Quiero decirte que no me extraña que los nuevos dueños ya no estén, yo sin ser adivino ni futurólogo ya auguré hace tiempo que no durarían demasiado. Espero y deseo que el restaurante Fuente Chica vuelva a recuperar algún día su pasado esplendor, bien de nuevo en vuestras manos o bien en manos de algún hostelero cualificado y experto en la materia. Estoy de acuerdo con "Francescf" cuando dice que mi crítica negativa solo afecta a la gente que en ese momento llevaba el local (y que Dios cuide de ellos pero a ser posible lejos de Caudete de las Fuentes) y que en absoluto devalúa lo que es el local en si, que tiene unas posibilidades tremendas para volver a ser un restaurante de referencia en la zona por ubicación, decoración y buenos productos autóctonos. No obstante para no herir tu sensibilidad estaría dispuesto a retirar mi critica pero hay dos inconvenientes: el primero que no se como se hace pues nunca me he tenido que ver ante esa necesidad y el segundo que no se ni tan siquiera si esa posibilidad existe realmente. Te mando un abrazo desde el afecto y el cariño que le tengo a toda tu familia pues os conozco personalmente desde hace ya bastantes años.

  13. #13

    Beatriz Sáez Iranzo

    en respuesta a Rafa72
    Ver mensaje de Rafa72

    Gracias Rafael, un abrazo fuerte, dejemos ese comentario pués. Ya no tiene remedio lo que esa mujer nos ha hecho, algún día Dios hará el jucio que tiene que hacer.

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