Restaurante Meson 2,39 en Tudela de Duero
Restaurante Meson 2,39
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
30,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
41 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
6.0
RCP CALIDAD-PRECIO
6.5
Rabo de toro
Patatas pastor
Espárragos
Opiniones de Meson 2,39
OPINIONES
4

sala-comedor acogedor sin grandes pretensiones ni lujos,pero platos y materias primas ricas.

Tomamos todo para compartir

-pisto de verduras y tomate natural
-patatas al horno
-muuuchos esparragos (cuatro raciones para los dos)
sin postre, con dos cafes y todo ello regado con un alion que estaba muy rico y bien de temperatura.
Una critica obligada son las sillas.........muy incomodas.

A escasos 15 kms por autovía de Valladolid, se encuentra Tudela de Duero, pueblo afamado por su huerta, aunque fuera de la provincia no tanto como su homónima del Ebro, y en especial por sus espárragos.
Uno de los mejores sitios para degustarlos es el mesón 2.39, en el centro del pueblo. El acceso es peculiar, ya que parece un portal y se comparte con un pub, pero el interior es muy agradable. No es un “mesón” en el sentido que tradicionalmente se tiene por tal.
Mesas amplias y bien vestidas. Lleno el domingo a mediodía. Ambiente familiar. Muy buen pan de Valladolid.
Para dos personas, pedimos 4 raciones para compartir:
- Espárragos blancos (8,50 €): media docena de espárragos simplemente cocidos, para que tú les añadas la sal y el aceite que te apetezca. Buenísimos, los mejores espárragos que un servidor ha probado. Gran sabor y textura deliciosa: se deshacen en la boca.
- Garbanzos salteados (8 €). También muy buenos y suaves. Hasta aquí no nos hicieron falta los dientes.
- Guisantes con jamón y huevo escalfado (15 €). Tenía mejor recuerdo de este plato de la anterior vez que acudí. En esta ocasión un poco decepcionantes. Quizás, como apuntaba el comentario anterior, por exceso de cocción.
- Como no sólo de verdura vive el hombre, plato de chuletillas de lechazo. Aquí discrepo del anterior comentario porque sí nos parecieron muy jugosas y en su punto, además de acompañadas de unas muy ricas patatas paja. La principal pega es el tamaño de la ración, bastante justito, ya que entran tan sólo 5 chuletillas por 17,50 €. Por aquello de no que no nos peleáramos, nos pusieron 6 pero cobrándonos los rigurosos 3,50 € más por ella, es decir, 21 € por 6 chuletillas.
De postre un estupendo helado casero de piñón (4,20 €) elegido de entre una apetecible variedad: regaliz, toffe, Px... Café de puchero e invitación a chupito.
Como inmediatamente había que volver a coger el coche, no hubo posibilidad de vino, aunque creo recordar de la anterior ocasión que si bien la carta es escasa tienen precios bastante ajustados. Hubo que conformarse, pues, con agua y una cerveza.
Servicio muy amable y cordial, pero algo desbordado, ya que tardaron algo más de media hora en tomarnos notar y toda la comida se extendió hasta las 2 horas y media.
En resumen, muy buen producto, lugar y servicio agradable, pero quizás algo subidillo de precio.

Tras una fantástica mañana de visita y cata en Vega Sicilia y aprovechando que nos encontramos en la plenitud de la corta temporada del espárrago de Tudela, nos acercamos a este templo de la verdura vallisoletano con algunas buenas botellas bajo el brazo que tuvieron a bien dejarnos abrir y disfrutar. Local de entrada discreta que parece -y de hecho así lo pone- un pub, pero después se entra a un comedor amplio y acogedor, de líneas clásicas y discretas, con mesas no muy juntas y bien vestidas, un local con un cierto atractivo. Somos un buen grupo (10 personas) y tardamos un poco en acoplarnos, pero enseguida vienen a tomarnos nota y nos ofrecen un menú basado en las verduras de temporada con un segundo a elegir.

Comenzamos con los famosos espárragos, una generosa ración de 6 ejemplares excepcionales, perfectamente limpios y cocidos, puro sabor y de delicada textura. Hace unos días probamos unos igualmente espectaculares en El Padre (también de Tudela) y surgió la comparación, quizá el producto era igual de bueno, pero el acompañamiento con esa vinagreta trufada de El Padre nos pareció mucho más adecuado que la simple lechuga, el AOVE y el limón que pusieron aquí. Muy buenos en cualquier caso. También sirvieron después los espárragos en crudo en forma de carpaccio, con un sabor y textura muy distintos pero igualmente gratificante.

Continuamos con las alcachofas, en nuestro caso salteadas con jamón. De nuevo un producto de primer nivel al que quizá le sobraba un poco del aceite tras haberlo salteado. En cualquier caso, muy buenas. Los guisantes son otra de las estrellas de esta huerta, aquí los ofrecen salteados y con huevo escalfado, un plato que puede ser fantástico si está perfectamente ejecutado pero no fue el caso, pues tanto los guisantes como sobre todo el huevo estaban excesivamente cocidos. Una pena porque estos guisantes poco tienen que envidiar a los excesivamente mitificados “lágrima” de Guetaria. La tanda de entrantes se completó con las patatas pastor, un plato típico de la casa y que fue lo que más nos gustó junto con los espárragos, la patata en finas láminas muy bien fritas y gratinadas, ligadas con nata y trozos de jamón. Plato tan sencillo como suculento.

Para los segundos había varias opciones y nosotros elegimos el rabo de toro estofado. Ración generosa y correctamente ejecutada pero que tampoco nos pareció sublime, este es un plato que en casa lo comemos mucho mejor. Probamos también unas chuletillas de lechazo muy apetecibles de aspecto pero excesivamente hechas y un congrio al ajo arriero que sin duda fue lo que más nos convenció, un pescado con mucho sabor en esta preparación. De postre nos ofrecieron unos helados variados, en nuestro caso uno de piñones muy sustancioso y con sabor, nos gustó bastante.

Comida por tanto un poco irregular, impecable la calidad de la verdura de la zona en temporada aunque no tratada tan bien en la cocina en todos los casos y dicha irregularidad se percibió también en los segundos, donde sorprendentemente el pato de pescado nos gustó mucho más que los carnívoros.

Con respecto a la carta de vinos nos tuvimos ocasión de verla y por tanto no vamos a puntuar dicho apartado, como hemos comentado siempre mostramos nuestro agradecimiento a quienes nos dejan aportar nuestros vinos para así poder vivir una experiencia gastronómica a la altura y en este caso fueron desfilando botellas de muchos tipos, Champagne (Demarne-Frison), riesling alemán (Fiedrich Becker Sonnenberg GG 08), Borgoña blanco (Fontaine Gagnard Chassagne-Montrachet 1er Cru Cailerets 08), Douro tinto (Niepoort Batuta 11) o Jerez antiguo (Gil Galán Jerez seco dorado años 60) . La presencia del hijo de Mariano García en otra mesa hizo que llegaran copas como Mauro Terreus 2011 o el mucho más hecho Mauro Terreus 2001.

Servicio profesional y eficiente en un día complicado con el restaurante lleno y un par de mesas grandes con muchos vinos, saliendo airosos a pesar de que faltaron algunas copas, pero no podemos quejarnos de esto pues tuvieron además el detalle de no cobrar descorche.

Así pues, un acierto haber cambiado del registro habitual de asados en la zona y acudir a este templo de las verduras castellano, pero lo cierto es que la cocina no terminó por convencernos del todo en algunos casos, aunque los espárragos, las patatas pastor y ese congrio sí que nos parecen apuestas seguras, quizá no tanto el resto. Un buen local en cualquier caso y con una correcta RCP, 44 euros por persona pagamos, sin obviamente incluir el vino. Recomendable si están por la zona en esta temporada.

  • Rabo de toro

    Rabo de toro

  • Patatas pastor

    Patatas pastor

  • Espárragos

    Espárragos

Sin mucho ruido, con el boca-oreja, este restaurante enclavado en el centro del pueblo, se va haciendo un hueco merecido en la gastronomia castellana.

Cocina tradicional, basada en buenos productos y muy buena cocina.
Carta "cantada" por parte del propietario, en las que recomienda sus esparragos de Tudela.
Muy buenos, gran sabor, recien cocidos a la mesa. Tal vez, ganaran si la coccion fuera al vapor? Quien sabe.

Estupendas carnes y pescados, y buenos helados artesanales.

Vinos de la zona, especial bodegas Mauro.
Con hincapié tambien al estupendo aceite, tambien de la zona.

Local muy acogedor, mesas separadas, servicio atento y amable.

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