Un restaurante digno, llevado con el trabajo de una familia, dónde se pueden disfrutar de setas de temporada y algunos guisos de caza bien hechos. No mucho más la verdad. La atención es amable y diligente sin ningúna floritura o adorno. Hay guisos y platos con setas gustosos, pero dónde la seta( es un restaurante micológico), se funde en el guiso y desaparece al paladar. Es decir rico pero poco micológico.Algunos vinos interesantes servidos sin miramientos o cuidados.Si las expectativas no son muy altas y se est´´a por la zona es una opción razonable, a tener en cuenta

En el soriano municipio de Navaleno, destacado centro micológico, enclavado en el noroeste de la provincia, encontramos este restaurante de ambiente aldeano y familiar.

Del local y del servicio, poco que destacar. Se trata del típico lugar de los de antes, con la zona de bar a la entrada y el salón de comidas al fondo. Aseadito y agradable, sin más. El servicio, cercano, amable y correcto, cumple bien con su labor; algo falto de experiencia, pero eficaz, sin estridencias.

El restaurante propone una amplia carta de corte muy tradicional, en donde una gran variedad de setas se intercalan en numerosos de sus platos. Entrantes variados, ensaladas, revueltos, carnes a la parrilla, guisos, caza, asados, pescados… un amplísimo surtido donde la materia prima es la protagonista y las elaboraciones sencillas pero eficaces.

De entre lo que pude probar, destacaría sus entrantes con boletus, muy ricos y bien conjuntados; los asados de cordero, tiernos, jugosos y sabrosos; el estofado de corzo y setas, combinación de las que dicen sus especialidades, muy bien lograda; y para terminar el helado de queso al brandy, fresco, untuoso y equilibrado.

Y en cuanto al apartado enológico, pocas alegrías. Un servicio mediocre, una cristalería vulgar, y una carta de vinos bastante anodina, muy numerosa en Riojas y Riberas, que provocarán poco interés para el visitante con inquietudes.

En definitiva, El Maño, será una buena elección si buscamos sabores de siempre; ya que logran seducir con su clásica propuesta gastronómica, unida a su calidad y su agradable ambiente familiar.

Podéis ver más en detalle mi experiencia en el restaurante en http://gastronomodesaparecido.wordpress.com/

Fuimos a cenar animados por la recomendacion de la casa rural , porque la barra estaba llena y porque en Navaleno solo hay un par de sitios...todo sea dicho. El comedor , eso..comedor. El servicio bastante atento. La carta escasa y de los platos de caza que pedimos (dicen que es su especialidad ) no tenian ninguno. La guarnicion de diversas setas que anunciaban en otros tampoco la tenian. En resumen, comimos un venado bastante mediocre con colmenillas ( que serian en polvo...supongo) y picoteamos unos boletus a la plancha que aunque congelados eran aceptables. El servicio del vino se limitó a dejar la botella en la mesa.