Apetecía un tapeo "guarro" que mediar con la jornada de curro. En alguna ocasión habíamos pasado por delante y lo teníamos pendiente. La vida que se respira en estas viejas plazas de la ciudad te seduce tanto o más que a los turistas. Pero es el recreo que supone para la vista todos esos viejos carteles de negocios ya desaparecidos que aún están clavados en las fachadas, lo que te hace soñar con una vida más auténtica que la actual.
Es el típico bar de centro con años, que se beneficia de convivir con el bullicio del Mercado Central, pero también de su género. Porque sinceramente, no esperaba esta calidad en las tapas. Hechas al momento, además. Y esto hay que señalarlo.
- Gambas gabardina
- Huevas de sepia
- Sepia romana
- Oreja plancha
Acompañadas por pan y un cuenco de alioli. La tardanza en el servicio nos hizo apurar las cervezas de barril, pero el voluntarioso chico nos sacó para que aguantáramos unas aceitunas y otra ronda de birras invitación de la casa.
Acabamos, por la prisa que teníamos y viendo la saturación que llevaban, por tomar los cortados en la barra y pagar allí.
Seguro que vuelvo a probar más tapas. Vi pasar unas albóndigas como mi puño.
Pero es el recreo que supone para la vista todos esos viejos carteles de negocios ya desaparecidos que aún están clavados en las fachadas, lo que te hace soñar con una vida más auténtica que la actual.
Plas plas plas
Estás que te sales, pequeño Quevedo! (patente de Javier46)
Y esas albóndigas? Más grandes que los pechotes de Marisa?
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.