Sabor, estética y raíces

Largo tiempo desde nuestra única y última a El Bohío de Illescas. Creemos que fue hace unos seis años. Nuevos tiempos en el exterior (ahora de blanco), y en el interior donde se ha reformado el piso superior. Se han conformado varias salas privadas, una de ella resulta amplia, moderna, con una bodega acristalada donde se puede divisar las botellas más emblemáticas y representativas de las cerca de 800 referencias. En ella, tenemos la suerte de ser ubicados. Se nos invita a la relajación, sientes que te van a cuidar.

En la Avenida Castilla La Mancha de Illescas, se despliega una cocina de raíz castellano-manchega, pasada por un tamiz estético, sin que ello reduzca en absoluto su esencia. Exaltación del territorio que en esa comunidad sólo se alcanza en Las Rejas de Manolo de la Osa (otro santuario). El sabor como vehículo de placer y compresión para el comensal. Nitidez y potencia. Sencillez y evidencias sin rodeos filosóficos ni conceptuales. Las técnicas para nada son protagonistas estando al servicio del gusto, y el atractivo visual. Destacan los emplatados elegantes, compactos, coloridos, atractivos. Estos platos comienzan entrando por la vista, y automáticamente después regocijan el paladar. Cantidades justas, cada plato (menos el cordero) compuesto de tres “cucharadas”, que empujan a llegar, a seguir degustando.

Apabullante comienzo con ocho aperitivos que llegan casi al mismo tiempo a la mesa. Un comienzo casi frenético que impulsa ese recuerdo infantil de desplegar gominolas y decidir por cual comenzar. Con el paso del tiempo, las chucherías se han convertido en: una fina teja de crujiente de cerdo, unas patatas con cochino representadas por una gigante corteza que esconde el tubérculo en su interior, carcamusas, ajoblanco con fruta de la pasión en forma de bombón con un buen contraste de sabores, el macarrón de mascarpone, unas lentejas con butifarra que con un solo bocado te dicen que te comerías un plato sopero (de diez), un crujiente de bacalao y yogur, el foie gras con sardina (combinando grasas) , y las rocas de sésamo y maíz con las que se recomienda finalizar por tener el toque más dulce.

El menú es una ordenada sucesión de platos que clara y afortunadamente va de menos a más. Ascenso sápido gradual que ayuda a estar preparado gustativamente para cada lance. Lo primero en llegar es el escabeche de pollo de corral, cebolla y aceite, probablemente la muestra de mayor técnica. Texturas, temperaturas y gusto, y armonía.

El gazpacho de frutos rojos es un ejercicio de equilibrio perfecto entre acidez y dulzor. La primera de las demostraciones de magia partiendo de la cocina más común.

Se juega visualmente con la sopa de mariscos, y pescados especiada. La clorofila esconde el mar en un fondo que destaca por conjugar sabor y levedad, resultando en cucharadas elegantes.

Subimos un peldaño en cuanto a potencia al llegar al Huevo, cocochas, patatas y piparras. Combinación untuosa con toques agri-picantes que resulta atractiva en boca.

El plato potencialmente más complejo es la Sepia salteada con un guiso de puerros, wasabi y coco mezclando amplias notas dulces con ligeras notas de picor. A nuestro modo de ver, los pequeños “sepionets” pasan algo desapercibidos.

Como mar y montaña, el rabo ibérico con espardeñas y alubias. La montaña mucho más representada vía la potencia de ese rabo prensado, untuoso, que se lleva al huerto al pepino de mar, haciéndole sucumbir, y quedando relegado a un segundo plano. Ennobleciendo al ibérico.

La tendencia actual de degustar una de las partes más nobles del atún en crudo se desmorona cuando llega a la mesa la Ventresca de atún, su pelota y caldo de verduras. Fondo que vuelve a mostrar esa cualidad de la cocina de Pepe Rodriguez el sabor, y su livianidad, pura elegancia. El túnido jugoso y en papel protagonista. Un guiso noble de mar.

El pase de más de tres bocados es el Cabrito asado, semolina y melón ó como un “asado” puede vestirse de frac. Sientes la infinidad de formas de hacer cocina, el camino de evolución y respeto de esos hornos de asar castellanos. Aguda la incorporación de la fruta, contribuyendo con frescor, limpieza en cada ingestión. Una muestra de cocina inteligente, siendo muy cortés con el clasicismo.

Es evidente que Pepe Rodriguez Rey marca una línea clara de deferencia y evolución hacia la tradición, alcanzando su cúspide en los dos últimos platos que se añaden gentilmente. Son los que podríamos denominar la “gran pareja bohiana”. Igual que en Casa Gerardo se debe finalizar con fabada, ó en el Portal de Echaurren las croquetas son un deber, en el Bohío se acaba con Ropa vieja y su caldo del cocido, y los callos tradicionales. La pujanza de la primera potenciada por su caldo seduce a la vista desde esa armonía en las presentaciones, un pequeño potencial pero puede ser un exceso de pimentón.

Los callos al menos merecen un párrafo exclusivo. Personalmente les considero un símbolo de vicio, de potencial gula que surge cuando el diablo gastronómico que algunos llevamos dentro nos susurra: “ ¿Te imaginas comer hasta saciarte? Venga, no seas cobarde y pide más”. No hicimos caso al de cuernos con rabo por esta vez, pero “esta afrenta” no quedará así. Volveremos. Como tener embobada a la Belucci y solo besarla con los labios pegados y gelatinosos. Belleza y cocina sin edad.

Tras el calentón final, llegan los postres, en ambos destaca un equilibrio sugerente entre la acidez y el dulzor; ni uno ni otro sabor destaca pero los dos están presentes. En primer lugar la suavidad aparece en la mesa con las Escamas de azúcar, yogur y chocolate blanco . Postre que se revela delicado y sútil. Un corte cuasi-brusco en la fuerza sápida a través de la acidez del yogur.

Seguidamente Fruta de la pasión, praliné y sal de kikos, de nuevo danzan en pareja los sabores anteriores y también a la vista resultan misteriosos sin mostrar sus ingredientes principales. Muy agradable.

Se finaliza con el Queso, miel y manzana verde sencillo, y resultón con un agradable mezcla de texturas, y una pequeña serie de petit fours : trufas, gominola de fruta de la pasión y cañas fritas.

Entorno, sabor, estética, respeto a los raíces creando caminos de evolución. Además de los aperitivos, destacan la sopa de pescados, y mariscos, el huevo con patatas, y cocochas, esa ventresca de atún, el rabo ibérica con espardeñas, y los históricos callos. Otra saga más que da brillo a la gastronomía española. Disfrutemos de ellas.

El Bohío: Sabor, estética, y raíces.

Para el post completo y fotos http://www.complicidadgastronomica.es/?p=4166

  1. #1

    EuSaenz

    Ya sabes que esta es una casa que me gusta especialmente, además parece que se han acometido obras de mejora que tanto por fuera como en la parte de abajo hacían falta para dar más fuste. Ya sé que para ti el vino no es lo primordial, pero me parece curioso que habiendo puesto un 10 (la perfección) no hayas comentado nada, ¿pediste botellas o te dejaste llevar por los sumilleres? Creo que el equipo que forman José Carlos, Rubén y Mario en la sumillería es uno de los mejores de España.

    Saludos,
    Eugenio.

  2. #2

    Isaac Agüero

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    La carta de vinos, la bodega, el equipo con 3 sumilleres; lo cual nunca había visto en un rest con una sola *. Tomamos una copa de champagne, una botella de una garnacha de la Tierra (Méntrida), y un tokaji. Eugenio, he dado esa puntuación porque el sentimiento es que un fanático de los vinos aquí se lo puede pasar muy bien.

  3. #3

    EuSaenz

    en respuesta a Isaac Agüero
    Ver mensaje de Isaac Agüero

    Sin duda, es un restaurante donde se cuida el vino y se disfruta mucho.

    Saludos,
    Eugenio.

  4. #4

    Abreunvinito

    No sé si es que ahora me fijo más en este local pero tengo la sensación de que ha ganado con el paso por la tele, lo que no suele ser habitual.
    Le tengo ganas

  5. #5

    EuSaenz

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    Lleva mucho tiempo al máximo nivel…simplemente ahora es más conocido.

    Saludos,
    Eugenio.

  6. #6

    Abreunvinito

    en respuesta a EuSaenz
    Ver mensaje de EuSaenz

    Quizás sea eso que ahora sois más los que habeis ido y dais buenos comentarios.
    Espero subir a ese carro más pronto que tarde
    Saludos

  7. #7

    Alberto.Freire

    Si le has dado esa puntuación está claro que este restaurante merece una visita urgente, lástima que me quede tan lejos ...

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  • premio_verema
    Mejor Mejor tratamiento del vino
    2014

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