Hacía algún tiempo que no íbamos a casa de los Rodríguez a darnos una fiesta y la verdad, ha merecido la pena la espera.
No voy a describir el menú puesto que está en su web. A éste añadimos los callos, la ropa vieja y un postre más. Un auténtico festín con el que no acabé con la sensación de pesadez y llenón que sí he tenido en otros sitios. Tal vez, seguramente, sea debido a las horas y al buen bebercio.
Llegamos a eso de las 13.45h y nos íbamos a ir cerca de las 20.00h cuando decidimos que ya que estábamos allí sería buena ocasión de hacer un doblete. Y eso hicimos¡¡¡ En esta ocasión Pepe nos hizo un menú con una mezcla de clásicos como el bacalao y el cabrito con algún plato que está probando. Uno de ellos, un guiso de rabo de cerdo con espardeñas realmente impresionante.
Salimos sobre la 1 de la mañana, con una sonrisa en la cara y con ganas de volver. Una autentica experiencia gastronómica.
En ambas ocasiones estuvimos en los reservados. Probamos los dos.
Comentario aparte para Diego y todo su equipo con José Carlos, Rubén y Mario a la cabeza. Gracias a todos por hacerlo tan bien y aguantarnos, sobre todo aguantarnos. Por todos los detalles desde antes de entrar por la puerta hasta mucho después de salir. Servicio de 10 en ambas comidas. Como decía en el título, como estar en el salón de casa y eso estando el restaurante lleno.
En el tema del bebercio. Hablé con Diego y llevé un par de champagnes para empezar. La cosa quedo así:
- Claude Cazals. Blanc de blancs
- Christophe Mignon. Meunier.
- El reventón.
- Tardieu Laurent. Cotes du Rhone.
- y por copas. Para callos y ropa vieja: Amontillado Tradición
- para los postres: Lustau India solera.
Para la noche, una par de burbujas.
- Piollot Rose.
- Suenen blanc de blancs.
Unos gt's perfectamente servidos ayudaron y mucho a llevar semejante festín.
Pongo el precio del menú largo sin extras.