Hoy tenía el “mono” de canelones y siendo viernes tenía muy claro dónde ir, últimamente cuando he ido a Can Roca, para saborear los platos de la Sra. Montserrat me he quedado en el bullicioso comedor del Bar.
Hoy el comedor del Bar estaba lleno y ni corto ni perezoso he subido al “comedor de toda la vida” situado en la primera planta, y cuál fue mi sorpresa al encontrarme que el comedor había desaparecido, viendo mi cara de sorpresa un señor supongo que de la casa me ha acompañado al nuevo comedor, y ahora entiendo el comentario de “lair75”.
El nuevo comedor ocupa las instalaciones del antiguo Celler de Can Roca, el local anexo al restaurante de sus padres, con entrada directa y sin tener que pasar por el Bar.
Me ha gustado, ya que es un local que me trae muy buenos recuerdos, recuerdo de aquellos días en que podíamos ir un viernes al mediodía sin reservar, ir con la niña y pedir que le trajeran unos macarrones del restaurante de sus padres….
Volviendo a Can Roca, he tomado el menú y como era viernes y tenía prisa he pedido que me pusieran un canelón más, y me he saltado el segundo, una cerveza, un flan y un café han completado mi comida.
Afortunadamente la comida no ha cambiado pero el entorno si que ha dado un salto cualitativo importante.