volvemos cada verano y en alguna otra estación....
sigue siendo un lugar espectacular, una vista preciosa y un conjunto de sensaciones excelente.
siguen teniendo ese perfil de Chiringuito, pero con nivel.
la comida está muy buena, las paellas, las frituras, los moluscos y similares...francamente excelente...es un lugar que vale la pena recomendar, sobretodo para personas que no confunden "ir a la playa" con "todo me vale".
aquí subes directamente de la playa, pero arriba hay un servicio dedicado y trabajado, que se ocupa y se preocupa de que todo vaya funcionando.
gente muy joven, bien liderada porque el nivel se aguanta a pesar de que hay las habituales rotaciones en hostelería de "veraneo", pero excelente.
no es un lugar barato, pero es que no estamos en un chiringuito o restaurante cutre playero....
qué añadiría? pues alguna copa decente (los de Riedel tenían cajitas de "restauracion" a menos de 3 euros), alguna cubitera con agua y hielo, algun plato cuadrado... qué sé yo... algo más de parafernalia, pero vamos... que es hablar por no callar...
pues eso, que volveremos, mejor dicho, seguiremos volviendo.
Localización espectacular con vistas a la playa.
Inicialmente podríamos decir que un muy buen lugar para comer cuando vas a la playa y el grado de complicación es el que es.... pero además tiene cosas interesantes.
Puedes ir y comer sardinas o mejillones al vapor, o paella marinera... pero también paella de bacalao con verduras, gambón frito o paella de "galeres" en temporada, también hay berberechos frescos y lenguado por ejemplo....
Carta de vinos sencilla y básica.
Servicio juvenil y agradable.
Mantelería de papel, copas y cubiertos básicos... y en épocas de verano las aglomeraciones típicas, siendo fuera de temporada estival, una buena opción para disfrutar.
Se publicita como "xiringuito", pero ha sido renovado a fondo recientemente y es un sitio atractivo, con una comida sin complicaciones, sobre todo marinera, a base de raciones y buenos arroces. Recomendable la sepia con all i oli, buena paella de marisco. Además tienen sugerencias fuera de carta que varían con la oferta. El emplazamiento es privilegiado, sobre la playa Larga de Tarragona. En otoño-invierno hay un bonito comedor, el resto del año terraza y zona abierta a pie de playa. Carta de vinos muy corta, pero los 8 ó 9 que están son de calidad y a buen precio (bebimos Palacio de Bornos). Una buena alternativa si estáis por la zona y buscáis un sitio "a pie de playa".
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