Restaurante La Forqueta en Rocafort
Restaurante La Forqueta
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
13,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
martes y las noches de domingo y lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
30 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.8
Comida COMIDA
7.1
Precio medio entorno ENTORNO
5.8
RCP CALIDAD-PRECIO
7.6
Opiniones de La Forqueta
OPINIONES
24

Respecto a la decoración decir que aunque no es de mi gusto tampoco la colocaría al nivel de bar de pueblo donde se sirven menus, no lo veo justo. Las mesas están vestidas, no hay humos, muy limpio... lo que no me termina de gustar es que algunas mesas están algo juntas. Copas schott, se cambian cubiertos entre entrantes y principales, servicio profesional, cocina parcialmente a la vista pero sin ningún problema de humos.

Carta de vinos algo corta y de precios, como se ha dicho, con altibajos pero en general bien. Se nos comentó que la cambian en breve. En los entrantes viñas del vero gewurztraminer (16) y rayuelo (16) en los principales. El encargado del local conocía bien los vinos el servicio estuvo por encima de la media (descorche y prueba).

Respecto a la comida (todos los platos se comparten, incluido el poste): correcto el foie, floja la ensalada (sin duda falta bacalao), las tortitas sin duda no son las de balbino..., los champiñones me gustaron por el rebozado. El bacalo buenisimo en su punto, solomillo de cerco tierno de verdad pero sin más historia, cordero también muy bueno, sabroso. Lo mejor el bacalao. Postre sin pena ni gloria (el helado estaba bueno). El hecho de compartirlo todo a veces se hace algo pesado. Cantidades correctas para mi (para el resto abundante, eramos 3 veremeros...)
Invitación de la casa de una copa de px y digestivo (licor de hierbas).
Una caña, menú (24 euros donde entró café y el pan), los vinos, por 37 euros pax.

No enamora pero no defrauda, lo veo honesto y sin duda volveré.

Según me comentó el camarero tienen pensado reformar el local en breve y pienso que le hace falta, cuando llegas parece que hayas entrado al típico bar de pueblo con menús de mediodía, no va en sintonía con la cocina que se pretende ofrecer.
Carta de vinos bastante completa con una detallada descripción de varias referencias, cristalería aceptable. Pedimos Mestizaje 2008.
Escogimos el menú para compartir de 46 euros:
-Milhojas de foie y cebolla: Bastante bueno, aunque frío de nevera, le faltó atemperarse.
-Ensalada de bacalao ahumado y tomates secos: Demasiada lechuga y poquísimo bacalao, eso sí, bien aliñada.
-Tortilla de camarones: Regular, algo grasienta y nada crujiente.
-Champiñones rebozados con salsa tártara: Lo que menos me gustó de la noche, champiñones insípidos.
-Bacalao con muselina de ajo: El mejor plato del menú, buen producto, bien cocinado y bien acompañado.
-Brochetas de solomillo de cerdo: Buen sabor y carne muy tierna.
-Paletilla de cordero con patatas panadera: Plato clásico, muy bien elaborado, cocinado durante 24 horas con el resultado de una carne que se deshacía en la boca.
-Sopa de coco, sorbete de mango y tarta de piña: Este postre podía haber sido genial pero aquí tuve un problema que no se puede aceptar y es que habían unos trozos de fruta en el postre que me sabían a tabla de cocina sin limpiar, ese sabor que ocurre por cortar una fruta en la misma tabla has cortado previamente ajo o cebolla y no se ha limpiado debidamente.
A pesar de algunos fallos de ejecución en los platos, se nota que tienen ganas de hacer las cosas bien, hay buen producto y buenas ideas, sólo falta pulir algunos detalles y descuidos. Un tema de destacar fue el servicio que nos ofrecieron muy atento y amable pero sin agobiar en ningún momento, además tuvieron algún detalle con nosotros. Volveremos pronto.

Comida de trabajo ayer en Rocafort. La Forqueta está situada en la plaza mayor del pueblo en el número 5. Local de un tamaño mediano que ayer se encontraba organizado en cinco o seis mesas debido a que en estas fechas ya se está inmerso en las comidas navideñas. Local decorado de manera agradable y atención por parte del personal muy amable. Nos colocan en una mesa alargada para doce comensales con el espacio correcto entre nosotros quizás porque faltó una persona y nos permitió ‘expandirnos’ un poquito más. Platos, copas, cubiertos y mantelería correctos. Las copas muy agradables, aunque me fijé que algunas tenían alguna mella, eso sí, pequeña y no habían sido reemplazadas.
El menú ya estaba cerrado y nos sorprendieron con un milhojas de foie con bacalao y manzana confitada (muy rico), una ensalada verde de setas y torreznos (bien), luego queso de cabra en bolsita de hojaldre con mermelada de boniato, que estaba bueno, pero que era un poco denso, sobretodo al pensar que aún quedaba otro entrante, el plato principal y el postre. De todas maneras, no sobró. Para acabar los entrantes, disfrutamos de un champiñón rebozado con salsa tártara (muy bueno). Todo acompañado con pan de distintos tipos y muy rico.
Como plato principal, nos obsequiaron con un arroz meloso de bogavante que estaba más que bueno, raciones generosas que se agradecieron y que en nuestro sector aún nos atrevimos a repetir.
Todos los platos excepto el arroz se sirven al centro ‘para compartir’.
De postre, sirvieron un muy buen coulant de chocolate con helado sobre natillas que desapareció en poco tiempo. Aquí sí que hubiera preferido que el plato no fuera ‘para compartir’.
Para beber, los jefes escogieron. Después de la cervecita de rigor se abrieron un Riesling St. Urbans-Hof de 2008, que si bien el primer trago resultó que no se encontraba a la temperatura correcta, un poco caliente para mí, la cubitera hizo que remontara y acabó siendo muy agradable y muy equilibrado. De tintos se eligió un Nodus reserva de la familia (que no llegué a probar), un Tinto Pesquera (bueno) y un Pago de los Capellanes crianza creo que de 2006 (correcto). Aquí decayó el servicio, ya que se limita a descorchar y dejar la botella en la mesa, servicio de vino inexistente, me imagino que en estas fechas es un poco más complicado y sobretodo en mesas tan amplias.
Acabamos con café y un Dominio de la Vega reserva especial muy agradable.
Una sensación muy agradable durante toda la comida, donde fuimos atendidos muy profesionalmente, agradecer el trato prestado, un saludo y volveremos pronto.
La comida fue patrocinada así que no indico coste debido a que ni lo sé ni me *******.

Pequeño restaurante ubicado en Rocafort al que hacía tiempo que no acudía y al que me debía a mí mismo una visita. El local es correcto, pasa desapercibido ya que ni invita a visitar el restaurante ni te amarga la cena. La disposición de las mesas es algo ajustada, con mesas muy cercanas unas a otras, distribución a la que obliga el local.
Mantienen el menú cerrado para compartir (46€ la pareja) donde destaca el buen trato de la materia prima. Aquí no se buscan platos estratosféricos, excesivamente elaborados o sorpresas de última hora, sino una materia prima de calidad media y la mínima manipulación de la misma. A destacar la ensalada de vieiras sobre hojaldre, el bacalao con muselina de albahaca (tal vez el mejor plato de la noche) y las tremendas costillas deshuesadas que tuvimos la precaución de no acabar para dejar paso al cordero, muy bien elaborado y en su punto exacto de cocción, se deshacía como mantequilla en la boca. El foie corriente, pero muy rico.
El menú es genereso en cantidad y, aunque hay algunos platos que deslucen el conjunto, como el queso de cabra sobre tosta y cebolla confitada con boniato, algo pesado y con poco equilibrio para mi gusto, la cocina en lineas generales me gustó bastante, siempre y cuando se sepa a lo que se va y te apetezca entrar en el juego del menú cerrado. Respecto al precio del menú me parece muy acertado, con una buena RCP para la cantidad y calidad comida.
Carta de vinos bastante extensa en la que eché en falta una mayor representación de espumosos, opción por la cual me hubiese decantado para este menú sin dudarlo, pero no encontré nada que me apeteciera. Al final tomamos un Fillaboa, que es apuesta segura, a 19€. Los precios en los vinos son bastante correctos, con algunas sorpresas al alza y a la baja (como un Alión por 44€). Copas correctas que acompañan bien al vino.

Cenamos solos en el local, jueves por la noche con poco movimiento y fuimos perfectamente atendidos por Luis, todo profesionalidad, sonrisa en boca para cada plato y un trato atento y nada intrusivo en la mesa.

Recomendable si, como nosotros, se vive en la zona.

Después de leer los comentarios anteriores decidimos hacer una visita a La Forqueta, a ver que se cocía, nunca mejor dicho.
Sábado noche y lleno hasta los topes. Comedor discreto y correctamente vestido, pero con las mesas demasiado juntas, por lo que nos fumamos unos cuantos cigarros de la chica de la mesa de al lado, que no paraba de fumar entre plato y plato (siempre me ha parecido increible que se hagan esas cosas y más en restaurantes de cierto nivel)
Interesantísima propuesta que consiste en un menú degustación a 46€ para compartir, por lo que todos los platos van al centro (desconozco como procederán si el número de comensales es impar).
El menú consiste en 4 entradas, 1 pescado, 2 carnes y 1 postre.
Cocina de producto con algunos toques creativos y sin exceso de ingredientes en cada plato. El resultado del menú fue desigual. Algunos platos muy buenos como el queso de cabra con pure de boniato y el bacalao con crema de patata, espinacas y muselina de albahaca, con combinación de sabores muy conseguidos y el postre, un ligera sopa de coco, con helado de piña y unas migas de browni, ideal para acabar el menú (nunca entenderé esas bombas de relojería que ponen en algunos restaurantes para acabar menús degustación estratosféricos). Sin embargo, no me convenció el foie micuit, al que le faltaba atemperarse; la ensalada de vieiras con hojaldre, con un hojaldre bastente duro o los dos platos de carne, sobre todo el cordero, a los que les fataba melosidad o simplemente haberles añadido más salsa. Curiosamente nos comentaron que el cordero es el plato estrella de la casa. A mi me pareció el plato más flojo del menú, al menos ese día. Quizás sea yo el culpable, por haber probado corderos tan extraordinarios como el del Thalassa de Viver o La Cocina de Segovia. Las comparaciones son odiosas pero inevitables.
Respecto al vino, carta muy bien presentada, bastante completa y con precios comedidos.
Copas Schott de gama baja y servicio que se limita a llenar la primera copa y de vez en cuando alguna más.
El servicio de sala fue una de las cosas que más me agradó. A pesar de estar abarrotado, el servicio fue rapido y amable, en ningun momento se les notaba con prisas. Los platos llevaban a un buen ritmo, a la temperatura correcta y sin fallos aparentes en la presentación. Excelente sincronización cocina-servicio, más aun teniendo en cuenta el tamaño de la cocian y con un equipo joven pero a su vez experto.
En definitiva, buen sabor de boca de un restaurante que aunque podrían mejorar en algunos aspectos, teniendo en cuenta la factura final, me parece extraordinario.
El precio es sin vino

El pasado jueves decidimos a pasarnos por Rocafort para probar el menú de la Forqueta.

Entramos y saludo protocolario por parte de Luis, alma mater del restaurante.
Decoración agradable y buena disposición de mesas.
Me tomo una cerveza y mi mujer una copa de verdejo, abierto para ella, junto con unas buenas aceitunas arbequinas.

Pasamos a la acción. Todos los platos son para compartir, tanto los entrantes como el pescado, carne y postres. El precio del menú son 23 €, con pan y café incluídos.

.Milhojas de foie micuit, queso de cabra y reducción de PX. El foie soberbio, aderezado con sal maldon, de grosor muy adecuado.
.Ensalada templada de vieiras con compota de tomate,dados de pan tostado y vinagreta de frutos secos. El punto de la vieira perfecta, la conjunción de los sabores lograda.
.Tosta de queso azul, cebolla confitada,espárrago blanqueado y viruta de jamón ibérico. En este plato quizás prima el sabor del queso azul, enmascarando el conjunto de la tosta y no dejando que adquiera el protagonismo el excelente ibérico.
.Timbal de sepia al pesto con redución de tinta de calamar. Buen pesto y sepia.

.Lomo de bacalao confitado sobre lecho de crema de patatas, espinacas y gratén de muselina. Para mí el mejor plato de la comida. El sabor y punto del bacalao perfecto, la combinación con la crema, la espinaca y la muselina increíble.
Aquí hubiésemos terminado de comer.

.Costilla ibérica deshuesada a baja temperatura con setas. La carne se deshacía de lo tierna que estaba.
.Por último la especialidad de la casa; Paletilla de cordero. La paletilla está hecha a menos de 80º durante 24 horas. Extraordinario. Le comenté a Luis que es una lástima poner ese plato el último ya que me fue imposible terminarmelo. Mi mujer abandonó en el bacalao y las raciones eran para mí.

.Postre: Piña inyectada con anís, sopa de leche de coco, brownie en escamas y teja de avellanas. Refrescante.

Para acompañar la comida tomamos un cava de Bodegas Utiel que no había probado, el Nodus Chardonnay, muy bueno.(28 €)

Por último café corto como a mí me gusta y 2 orujos invitación de la casa.

Un placer haber charlado con Luis durante toda la comida, aprendiendo con sus explicaciones de cada plato. Cabe destacar la excelente RCP de un menú con una materia prima de primera y la técnica con que se ejecutan. El único debe las copas de cava mejorables.

Saludos y gracias por todo.

Tienes que tener ganas de dejarte llevar y disfrutar, el menu es magnifico y la atencion tambien. Nosostros nos hemos hecho asiduoa a este restaurante.

Queridos compañeros de verema he alucinado con este restaurante

es un lugar magico escondido en rocafort (valencia)

no entiendo ,como cocinero y gastronomo ,ninguna de las criticas marrullereas aqui vertidas hacia este local ,adnoser que sean hechas desde la misma envidia comercal.

nos hemos dejado aconsejar por el chef dl local ,que me ha comentado que tamien es socio ,lo que debiamos tomar................nos ha hecho un menu con :

unos entrantes que constaban;de una brandada de bacalao sublime en cuanto sabor y textura unos crugientes de morcilla con habitas que rayaban la perfeccion,mezclando el el mejor producto nacional con la sofisticada cocina oriental,un foie de primerisima calidad y que decir del cordero.......jugoso,tierno y en su punto,aunque tengo que decir que lo hubiera preferido totalmente deshuesado ,se deshacia en la boca ,senota que esta gente sabe utilizar el "raner" a la prfeccion .
por ultimo un arroz de bogabante ,que aunque no soy de tomar arroz pòr la noche ,me ha dejado a cuadros .......vaya maravilla, con azafran del bueno incluido ,que muy pocos se atreven a utilizar porque ;si te pasas te lo pierdes.

de la sala, una bodega de vinos correctisima......ni que decir hay que tomamos vino valenciano, un trato del maitre excepcional ,siempre preocupado del bienestar del comensal,se nota que el hombre tiene muchas tablas en esto de la hosteleria .

en resumen un auntentico 10 y mas teniendo en cuenta los medios de los que a priori cuentan....no escatiman en gastos ,gracias a dios por el bien del comensal ,volvere segurisimo y se lo recomiendo a todo el mundo que tenga la oportunidad de ir probar super recomendable.feliz año a todo el mundo ............

En primer lugar no entiendo como este establecimiento tiene el RCP tan bajo, cuando de las cuatro o cinco veces que he ido no se cual de todas ha sido más sorprendente en este aspecto. En mi opinión creo que el cambio ha sido a mejor, ya que las dos primeras veces aún estaba el antiguo dueño y comí las dos veces lo mismo exactamente, las otras veces han sido todos los platos diferentes a excepción del cordero, que a mi juicio está espectacular. Haciendo alusión al cordero le pregunto a mauroeselmejor si alguna vez ha probado a cocer una carne a 55º, y si lo ha hecho cual ha sido el resultado. Otra de las veces comí un arroz meloso de conejo con setas, ¡¡soberbio!!. En definitiva, pongo en duda que haya un restaurante por la zona (o en valencia) que ofrezca esa cantidad de platos con ese servicio por un precio tan irrisorio com o son 22€ más bebida. Incluido pan y café.
Seguid así y vereis como llegais muy lejos.

Hace tiempo que no iba, pero ha cambiado demasiado.
Entiendo que ha debido ser traspasado en éste último año.
Calidad media en la comida, media baja en el vino.
Se ven ganas por agradar, pero no es ni sombra de lo que en su día fue.
Restaurante que sigue teniendo menu cerrado pero que no entra ni por el corazón ni por los sentidos.
Para salir del paso, aceptable.
Sin más.

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