Restaurante Els Tomassets en Denia
Restaurante Els Tomassets
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
15,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
23 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
7.6
Precio medio entorno ENTORNO
7.6
RCP CALIDAD-PRECIO
7.3
Opiniones de Els Tomassets
OPINIONES
5

Veo que los últimos comentarios sobre esta Tasca son ya antiguos. Lo cierto es que mantiene el tipo, con una oferta equilibrada de calidad y precio, en un local amplio y agradable, donde no se pasa calor ni en pleno verano. Está en el centro de la concurrida calle Loreto. La carta bien orientada hacia la 'picaeta' alicantina. Aceitunas y encurtidos. Un rico combinado de tomates con atún. Pulpo seco. Calamar a la plancha. Ensaladilla rusa. Buen pan y alioli. Pedimos también unas pequeñas cocas (de gambas y acelgas), que no salieron nunca del horno... Carta de vinos estandarizada, común a muchos locales. Crianza de Luis Cañas a 18 euros. 

Cena con un muy buen amigo pero de esos que, nada más encontrarnos, ya te suelta aquello de "no me lleves a un sitio de mariconadas". Por ser miércoles, en noviembre y, para más INRI, con champions por la tele, intento buscar un lugar en el que podamos encontrar, al menos, un par de mesas más (no soy de los que me gusta comer o cenar en un lugar como único cliente. Hay quien sí). Nos dirigimos a Denia y, bajo la premisa de un lugar tradicional, elijo pasarnos por delante de éste a ver que ambiente se respira. Haya alguna que otra mesa. Decidimos entrar,

Los locales que pertenecen a este "holding hostelero dianense" (léase el forn, el hotel Roma, Pepa Teresa...) parecen cortados con un mismo patrón: su apuesta ha sido ubicarse en casas grandes del centro de la ciudad, someterlas a una cuidada restauración alternando el estilo rústico con algunas pinceladas de modernidad, convirtiéndolas en locales acogedores, muy funcionales. Sólo La Seu parece separarse bastante de esa línea en pos de la modernidad y el interiorismo más vanguardista (en su día). La carta en todos ellos también tiene rasgos comunes con una buena selección de tapas/raciones del recetario tradicional de la comarca y oferta de platos de carne y pescado (arroces a medio día).

Hemos tomado:

- Tellinas: Ración más que abundante (un montón de ellas). Impecables en cuanto a la nula presencia de arena (que, en ocasiones, haberla hayla), frescura notable y ausencia de aliño de ajo y perejil (que se agradece).

- Pulpo seco: DE nuevo una ración muy grande (bravo). Buena textura, buen corte pero un pelín exceso de sal.

- Mussola a la brasa: La musola es un pez de cuerpo alargado y delgado (una especie de congrio pero de tamaño mucho menor). En la comarca se trata en salazón, desecado, y se asa sobre las brasas o directamente a la llama. Delicioso. Esta vez sí, con el justo punto de sal.

- Chuletón con guarnición: Buena presencia, buen punto, tamaño notable, pero... sabor un tanto descafeinado. El típico chuletón industrial que siempre acabamos por no terminárnoslo (si fuese de máxima calidad, otro gallo cantaría).

Hemos acompañados las viandas con un Juan Gil (4 meses en barrica). Rico, pero bastante menos que el crianza de esta misma casa. La carta tiene suficientes referencias de las que se venden fácil con precio x2 más o menos.

Mi estrategia de buscar sitio con gente salió bien a medias. Las mesas colindantes dejaron el local antes de las once y nos quedamos prácticamente solos. Tuvimos que tomar los cafés y dos GT de Hendricks con la incomodidad que generan las continuas visitas del personal al salón.

Gran varidad de carta de picoteo y todo de gran calidad. Entorno acogedor.

Me alegro mucho de haber escogido este sitio para ir a comer ayer domingo. Lo primero, el local, muy acogedor. Reservé mesa a las 14:30 para 6 personas, y nos dieron un salón privado, porque tiene muchas habitaciones, donde estuvimos muy a gusto. El camarero que nos atendió muy amable y rápido. La comida excelente, recomiendo el pulpo seco, que nos encantó, y repetimos. Al traernos el pan, nos pusieron dos trozos enormes con ajo-aceite y tomate, algo de agradecer, y las croquetas variadas buenísimas, las gambas de Dénia también, la sepia en su punto, y el resto de platos que fuimos pidiendo también nos gustaron mucho. Pero sobretodo subrayo este sitio para ir a comer en Dénia, como una opción excelente si queremos quedar muy bien con quien vayamos, puesto que el local es muy bonito y original, el trato excelente y la comida de 10 para el precio que cobran. Muy recomendado, me ha encantado, volveré seguro muy pronto.

Local de reciente inauguración por parte de un conocido empresario de la hosteleria dianense (Casa Federico, La Seu...). Éste enfocado a las comidas más informales "de calidad" y sobre la base de la cocina tradicional. Una opción más en la zona Calle Loreto que tanto auge está tomando últimamente.

El local es una antigua casa de pueblo redecorada respetando los elementos rústicos y con algunos toques innovadores: techo pintado con los platos de la carta, paredes con fotos "xerigrafiadas"... Mención especial para el patio interior (cerrado esta fría noche pero por el cual se accede a los servicios) y los WC, muy bonitos y ármonicos con el estilo del local. Mención especial para el personal (mayoritariamente procedente de La Seu) altamente cualificado en premura, trato cordial y consejo al cliente.

La carta es un largo listado de tapas típicas de la marina con la base de las verduras (cebolla, berenjena, pimiento y tomate), los pescados frescos (palaes, llucets, polp...), salazones (atún, bacalao...) y embutidos. Hay también 4 o 5 ensaladas y 3 o 4 preparaciones de carne a la brasa, sin más. Pedimos torrat (o espencat), calamar a la plancha, fritura de pescaditos y huevos tomassets (pimientos verdes, sardina de casco y huevos fritos). Después solomillo al punto trinchado al centro (éramos dos). Platos bien ejecutados y presentados. Raciones, a mi entender, abundantes. Quedamos saciados.

La carta de vinos se presenta como un squito de arroz de antaño en el que vienen estampadas unas 20 referencias (suficientes) a precios habituales en hostelería. Correcto el servicio.

Lo dicho, más dos cervezas, 1 café y el pan (2€ por comensal) por 63,40 €. Cierto es que con la misma cantidad de tapas y la misma botella de vino hubiésemos podido cenar tres o cuatro personas, con lo que el precio final/pax seria bastante más bajo.

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