Me parece un restaurante en un sitio presioso, pero no tienen ni el nivel adecuado en el servicio, y la carta me pareció corta , los platos eran buenos y al gun detalle de buena cocina, pero todo junto no justifica el precio quenos cobraron.
Lo hay mejores en el entorno por el mismo precio.
Simplemente voy a decir eso,hubo un detalle simplente humillante para mi y mi acompañante que dió al traste con toda la cena que prometia magnífica,deberian de dar un repaso al personal.
El restaurant, totalmente acristalado, impresiona por su privilegiado emplazamiento en una casa del siglo XIX rodeado por un frondoso jardín (de 16.000 m2), en el que abundan los árboles centenarios. Cenamos ensalada de quesos con reducción de vinagre de módena con miel ( está de moda esta reducción que a mí particularmente no me va), muslitos de codorniz, elaborados con un rebozado tal cual una tempura y acompañado de salsa de soja ( exquisitos) y berberechos al vapor muy frescos. El suquet de rape con reducción del xuqet muy logrado y extarordinarios los solomillos. De postres tiramisú y piña laminada, correctos. Para beber un Docetañidos 2007, potente, fresco y muy sabroso. Después de cenar , los cafés y licores se pueden disfrutar en el exterior, charlando en algunas de las pérgolas o mesas del jardín.
El pequeño hotel que da marco al restaurante fusionado con el jardin lo escogi para mi noche de bodas, por lo que logicamente a mi gusto es de las mejores cocinas de españa, trato exquisito del metre, comida creativa y perfectamente cocinada y una magnifica carta de vinos, pedi un Alvarez Nölting 2002 que estuvo impresionante para acompañar un surtido de platos a gusto del metre. EXQUISITO
El entorno es encantador, ideal para una noche de verano ya que el jardín parece el botánico.Comimos un arroz con bacalado magnífico. 30€; sin vino.
Un comedor elegante, acorde con el hotel construido en una casa del S.XIX de tipo modernista rodeado de un magnífico jardín, solo eso ya vale la pena verlo. Su menu es variado aunque no excesivamente extenso, se nota imaginación partiendo de cocina de la zona, y buenas materias primas. Cuenta con una buena selección de vinos muy bien servidos. El trato del Maitre es exquisito.