No se come del todo mal en este típico asador riojano ubicado en la pintoresca localidad de Labastida, pueblo en el que hay varios locales de este tipo, pero que se encuentran, según mi parecer, a un nivel algo inferior. Como era de esperar, ofrecen platos del recetario regional, así como carnes y pescados a la brasa. Probamos unas croquetas de gambas (bien elaboradas, pero con apenas rastro del marisco), alcachofas con jamón (para ser naturales, tenían un sabor muy apagado) y chuleta de vaca a la parrilla (elaboración impecable, aunque la calidad de la carne -también el precio- está lejos de la que ofrecen en los "grandes": Etxebarri (Aspe, Vizcaya), Zaldua (Pedernales, Vizcaya), Sagartoki (Vitoria), por citar algunos que conozco. Los postres flojitos. Carta de vino corta y centrada en Rioja. Las copas cumplen con su cometido, pero sería deseable que fuesen algo más grandes. Precios normales: croquetas (7€), alcachofas (10€), chuletón (38€/kg) y Viña Ardanza 2001 (24€).

El Asador Lope de Aguileta no aparece en las guías al uso pero es un secreto a voces en la Rioja Alavesa. Se trata un negocio familiar donde el dueño, Luis Serrano, oficia de cocinero en la planta baja, donde se dispone la parrilla, y Esperanza, su esposa, lleva el pequeño comedor de la planta superior.

La cocina se basa en los productos de la tierra (de las tierras, mas bien, ya que Labastida se encuentra en la encrucijada entre Euskadi, La Rioja y Castilla León), todos ellos de una calidad más que notable y tratados de manera tradicional. Destacan las preparaciones (carne y pescado) a la parrilla.

El local, decorado a la manera clásica de los asadores vascos, resulta cálido y acogedor.

El servicio amabilísimo y eficaz.

De entrantes se puede optar por unas estupendas Croquetas de gambas, unos Puerros hervidos, bien gruesos, las Alcachofas con jamón (en temporada), o las estupendas y gelatinosas Patitas de cordero en salsa (con tomate, chorizo y jamón picados).

Como principales merece la pena hacerle hueco a un sabroso Besugo a la parrilla, estupendo de punto y mejor de sabor, o su afamado Chuletón de vaca, también a la parrilla, servido con patatas fritas caseras.

Para los postres –si aún queda sitio-, el biscuit de higos o los canutillos con chocolate caliente son buena opción, aunque no llegan a la altura de las propuestas saladas,

Bodega clásica, que hace hincapié en la D.O. Rioja, a precios interesantes.

Suele estar lleno, sobre todo los fines de semana, así que mejor reservar.

Muy recomendable.