Restaurante Venta San José en Zafra de Zancara
Restaurante Venta San José
País:
España
Provincia:
Localidad:

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Precio desde:
8,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
24 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
5.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.3
almuerzo
judiones
ensalada de perdiz
alubias
carta1
carta2
pan aceitunas
sopa
alubias
ensalada de perdiz
chipirones
tartas
Opiniones de Venta San José
OPINIONES
5

No es fácil tomar el clásico "esmorzar" fuera de la comunidad aunque hay algunas adaptaciones foráneas que te permiten no morir de morriña cuando sales de viaje.

En este caso de regreso a casa y a hora muy temprana para llegar al encuentro Verema en el nuevo horario de lunes, se impuso una parada para descanso y reposición de fuerzas. Para ello y en barra (no hay servicio de mesas en estas horas tempranas) tomamos una buena cerveza y un café con leche para acompañar una buena tosta de jamón serrano con aceite y un mini de calamares quedándose en el tintero porque estaba alejada de la vista, una muy aparentemente buena tortilla de patatas recién hecha y una empanada casera. Unas agradables aceitunas por cortesía de la casa me recordó que nos acercábamos a la Comunidad Valenciana y sus "esmorzars".

El servicio rápido y eficaz y se nota profesionalidad. Si un local de carretera cierra los domingos es que entre semana gana suficiente.

Se hizo necesario repetir cafés y un final feliz con un pastelito local de conocido nombre "Miguelito" que cumplió con lo deseado.

  • almuerzo

    almuerzo

De nuevo parada en carretera de regreso por la A3 dirección Valencia, y que por horario elegimos. En esta ocasión la terraza exterior cubierta y cerrada tiene ocupada solo una mesa y porque van con perro; todos en el interior de forma que está lleno y pillamos mesa recién levantada; otras mesas se fueron levantando y sentando con lo que seguro que duplicaron, como poco, servicio. Camareros profesionales que trabajan a muy buen ritmo lo permiten.

En el interior las mesas están en plan tetris para permitir más asientos, con mantel individual con los platos fotografiados. No hay cambios en vasos, copas, vajilla, cubertería... Las mesas se sitúan delante de la amplia barra que da servicio a la sala (y además a quien quiere una visita corta) más un pequeño ensanche al final a la izquierda que es donde nos ubicamos pues nos informan que hay comedor pero con la misma carta de platos (y me temo con menor ritmo de cocina). La decoración del lugar de ambiente de mesón castellano, es a base de fotografías que permiten ver a los jefes con visitantes ilustres y sobre todo la evolución de sus canas.

Nos dicen que el menú se ha acabado; nos lo creemos y pedimos de la carta que nos entregan y está conformada con bastantes opciones con más dedicación a la cuchara y carnes como toca por esta zona. Nos traen un par de panecillos de buen tamaño y poca cocción bastante prescindibles.

Para beber carretera manda, así que un doble de cerveza de buen tamaño y una grande de agua sin gas de Fuente Liviana. Quizás hubiera tomado una copa de vino tinto pero no se ofreció la cosa (no parece que sea su guerra) y para oírme lo de un Rioja o Ribera... lo dejé estar.

Para comer y dado el almuerzo de la mañana en Salamanca, limitamos a:

. sopa de ajo castellana x 2: servida quemando con sus elementos (pan, huevo jamón..) bien presentes. Muy adecuada para invierno.

. ensalada con perdiz: cantidad correcta de perdiz escabechada, escarola y un lamentable tomate rallado en lugar de un tomate de ensalada. Le salva la ilusión por la perdiz pero bastante peor que la de otros restaurantes de la A3..

. judión de El Barco de Ávila: bien guisados con chorizo y algo de panceta. Decir que se trajo en su lugar por error alubias con chorizo y se cambió el plato sin ningún problema. Más que bien.

No tomamos postre y sí un par de carajillos (ron y Baileys) y a la carretera que aún faltan un par de horitas y ya empieza a caer la tarde.

  • judiones

    judiones

  • ensalada de perdiz

    ensalada de perdiz

  • alubias

    alubias

  • carta1

    carta1

  • carta2

    carta2

Suscribo la muy acertada descripción de @GM porque creo que siguen siendo hasta los mismos camareros. Y también sigue lleno.

Parada para comer y nos ponemos en la terraza cubierta en mesas propias de terraza con mantel individual con platos dibujados; tampoco cambios en cubiertos, copas, etc.. 

Hay un menú del día, poco interesante, que sigue siendo a elegir entre 2 primeros y 2 segundos, que creo recordar por lo leído, que es el mismo desde hace años, y que no te suelen ofertar porque sobre la mesa se pone  la carta de platos (los fotografiados en el mantel) como recomendación.

Para beber tomamos cerveza sin alcohol y un tinto de verano con limón muy bien preparado. Traen un buen bollo de pan bien cocido y reclamamos un poco de aceite unidosis; por cortesía de la casa unas agradables aceitunas en sosa de aperitivo.

Para comer, optamos por elegir:

. sopa de picadillo: bien de sabor y con abundantes tropezones, referida como buena y en amplia ración. Supongo que esta misma sopa en el menú será menos abundante de todo.

. judiones del Barco: en cazuela de barro, amplia ración, buenas alubias (algunas rotas ¿?), buen fondo y correcta en tropezones.

. ensalada de perdiz: sobre una base de tomate rallado, la escarola (más barata y duradera que la lechuga) y unos buenos trozos de perdiz en un escabeche ligero.

. chipirones a la plancha: en sustitución de las mollejas previstas (sin aviso previo), tiernos y braseados sin más; acompaña un cuenco con alioli correcto.

. tarta de queso: pedida sin arándanos. Sin base de galleta triturada (como debe ser) bien de sabor y textura; ración más que correcta.

. tarta de manzana: algo fallida por la incorporación de mermelada de manzana o miel mezclada con la manzana, quedando un punto más empalagosa de lo que debe ser.

No hubo cafés ni chupitos (tampoco se ofrecieron) ni tertulia porque queda carretera.

Cumple en su función de comer aceptablemente con una cocina de base de cuchara y brasas, un servicio curtido en batallas y un local agradable.

 

  • pan aceitunas

    pan aceitunas

  • sopa

    sopa

  • alubias

    alubias

  • ensalada de perdiz

    ensalada de perdiz

  • chipirones

    chipirones

  • tartas

    tartas

Más cerca de Madrid que de Valencia, pero no mucho, exactamente en el kilómetro 124, encontramos este restaurante de carretera que es un punto de parada frecuente para los viajeros que efectúan el trayecto citado.

Un lugar con sabor: decoración rústica, viandas por todos lados, fotos de famosos que han comido aquí abarrotando las paredes…

Para acceder al restaurante pasas por la barra, repleta de tapas, bocadillos y gente, y luego por otra barra-tienda en la que venden productos manchegos de primera calidad.

El restaurante está siempre a reventar y con gente haciendo cola para que le den mesa. Por algo será.

Ese algo, además de su privilegiada ubicación, es una cocina honesta castellano-manchega a buen precio y servida con prontitud, excesiva en algunos casos. Ni los camareros son simpáticos ni el lugar se presta para el relax y la sobremesa. Es lo que hay, y con eso llenan día a día.

Tomamos un buen Morteruelo en sartén, una sabrosas Judías con oreja, y unas Chuletas de cordero a la brasa que no estaban nada mal.

Carta de vinos discreta y clásica, que incorporaba referencias de la zona como la que elegimos, un Finca Antigua.

En resumen, “es para lo que es”: para comer sin desviarte de la carretera, y hacerlo moderadamente bien, rápido y a precio razonable.

Restaurante de carretera con diferentes zonas, tiene comedor privado, otro en la zona de bar y tambien se puede comer en la barra. Asimismo dispone de una zona donde se venden aceites, quesos, embutidos y productos de la zona.
El local no es lujoso, pero cumple sobradamente con lo que se le pide, es un sitio de paso y excelente parada para el viajero. Local bullicioso, decoración sencilla, y en las paredes cuelgan fotos de ilustres famosos que han pasado por el. Servicio amable y atento, los camareros van vestidos con pantalón negro, camisa blanca, chaleco rojo, y pajarita negra.
Dos personas tomamos lo siguiente: Judión del Barco, bueno para superar el frio conquense y revuelto de ajos tiernos. De segundo Chuleton de Avila a la brasa, muy bueno ya que la carne era muy buena calidad y chuletitas de lechal, tambien excelentes. Para beber cervezas y cafés sin postre, 49 €. Nos invitaron para postre a unas pastitas dulces muy ricas.
No hace falta tomar dos platos por persona para quedar servido, con los segundos te quedas bien.
Muy recomendable para llenar el estómago si se pasa por ahí.

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