Ante todo, empezar señalando mi extrañeza de que el local no estuviese ya comentado con anterioridad. ¿Y como este sitio no está en la web de Verema?. También es verdad que yo tampoco lo conocía hasta que me hablaron de él éste verano y personalmente, hasta que unos amigos nos llevaron el pasado fin de semana.
Les explico: lugar de no muy fácil localización, prácticamente dentro del complejo universitario de Espinardo, en el que para nada esperas encontrar un local así. Ni siquiera cuando ya estas en la puerta en la que ya casi ves la fachada del restaurante junto a un de supermercado. Y entras. Y entonces pensé “Vaya garito ha motado aquí el tío este”. Recepción y camareros con riguroso esmoquin, te reciben y acompañan tras el hall de entrada a tu mesa. Mesas enormes por cierto. Todas ellas muy espaciadas entre si, creando un ambiente de iluminación que sumerge en tu mesa sin que sepas lo que acontece en la mesa de lado.
El entorno el local por fuera nada tiene que ver con lo que hay dentro, decorado con de forma moderna y vanguardista, muy elegante.

Nada mas sentarnos en mesa, nos sirven un plato de jamón de bellota, unas botellas de agua de Cristian Lacruax y el sumiller nos pregunta sin queremos empezar por unas cervecitas o por champán. Vaya, esto empieza muy bien.
Pedimos el menú de degustación, aunque por lo que veo la carta es amplia y muy bien decorada y estructurada.
De primero nos sirven una especie de croqueta rectangular de trufas y setas, aliñada con salsa de piquillo. Continuamos con deliciosa viera a la plancha en su punto con diversas salsas para meridar en el plato, de tercero una ensalada bien decorada y presentada con parmesano y tacos de rulo de queso de cabra, y para terminar los entrantes –bueno, no se si ya era el primer plato-, unos huevos revueltos con foie y trufa realmente exquisitos. Ya con eso cenabas bastante bien.
Luego, de pescado un buen pedazo de lomo de merluza muy melosa y sabrosa, con diversas salsas y para terminar, la carne, a elección entre entrecot de buey, secretos de ibérico y carrillera. Pedimos el buey y el secreto, y aparte de materia de primera clase lo sirven en el punto exacto que cada comensal solicitó.
Terminamos con dos postres también muy buenos, a destacar el mini coulant de chocolate con migas –también de chocolote- y un helado de un extraño tubérculo africano cuyo nombre desconozco, y que realzaba el intenso sabor a chocolate.
Mientras que los entrantes fueron mas creativos, los principales se centraban en la cálida del producto, bien presentados y decorados.

El servicio del vino, magnifico. Tras las cervezas iniciales, y decidiendo maridar la cena de acuerdo con los consejos del sumiller, tomamos un blanco que desconocía (Shaya, muy interesante, con nariz intensa a flor y fruta verde y sabor persistente) y luego un vino dulce con los huevos, para continuar con el mismo blanco para el pescado y un tinto (Antonio pujanza), rioja que no estaba nada mal. Y los Postres con un PX.

Relación calidad precio muy buena, porque salimos a poco mas de 70 euros por cabeza cuando yo esperaba mas, viendo la calidad de los productos y el esmero en su elaboración, y sobretodo el inmejorable servicio. Y además con la invitación de las copas que nos tomamos tras la cena, de ron Brugal extraviejo y Bombay saphire.

Así que estuvimos mas tres horas de intensa velada que pararon en nada, con un servicio atentísimo (solo levantar mirada buscando la camarero se acercaba) que demuestra que sin agobio alguno vigilaban perfectamente cada mesa. Y además, al contrario que el algún local de altas pretensiones, a cada palto que mi mujer tenia alergia, se lo cambiaron sin problema con un sustitutivo de igual calidad y prácticamente sin espera.
Así que y tras degustar la magnifica cena y tomarnos relajadamente las copas observamos que ya eran mas de la 1.30 de la mañana
Lo dicho, una gratísima sorpresa. Y aunque solo sea por el magnifico servicio, es complicado encontrar locales así en Murcia. Tendré que repetir, porque no debe ser flor de un día la atención recibida ni la comida servida. Tiene muy buena pinta este restaurante.