Un buen ejemplo de restaurante tradicional de comida regional Navarra con algunos destellos de modernidad en el uso de algunas de las materias primas. Local agradable, luminoso y con suficiente espacio entre comensales. Probamos, de entrantes, las alcachofas con jamón, borrajas con almejas, ensalada de perdiz en escabeche y un revuelto de setas que estaba riquísimo, con buena proporción de boletus edulis. De segundos, pedimos cocochas de bacalao, besugo al horno (buenísima textura) y solomillo de canguro. En general, buenos tiempos de cocción y buenas presentaciones. Postres caseros. El trato en el servicio, muy amable. La carta de vinos no es muy larga, con especial atención a los vinos Navarros a precios bastante razonables (tomamos un Gran Feudo de Chivite Chardonnay a 11,50 euros en carta).
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.