Siempre he valorado este Restaurante excelentemente, tal y como hasta ahora se había merecido, pero esta última visita han ocurrido unas circunstancias que no me han gustado y que no pude exponer al hijo de la dueña por falta de atención, me hizo esperar para el café y cobrar la cuenta más de media hora.
Quiero referirme a otro apartado, concretamente el de la comida, es la primera vez que ponen las famosas mantequillas y quesos (esto siempre lo ponen), pero ahora acompañadas de un platito de aceitunas (que lo cobran) de otro platito de garbanzos aliñados con bacalao (que nadie lo ha pedido y lo cobran) y con un plato de boletus aliñados (que nadie ha pedido y lo cobran), ademas las mantequillas, el pate de atún y el queso, lo cobran por unidad !!!, una miniatura que no hay ni para una tostada, luego eso si el queso redondito que ponen (también sin nadie pedirlo) lo cobran aparte y por cierto bastante bien.
Se que existen estan costumbres en Portugal, pero nunca me habían cobrado todos los entremeses que ponen por unidad y encima en esta ocasión duplicaron lo que suele ser normal.
Vuelvo a repetir que queria hablarlo con ellos, y lo hare la proxima vez que vaya, pero mi mujer y mi hijo ya se habian marchado cansados de tanto esperar al cafetito y a la cuenta.
A pesar de todo sigo diciendo, que aunque haya "subida" de precios, que este Restaurante es una joya de la gastronomia.

Un gran descubrimiento de mi amigo Ricardo. Es hoy por hoy mi lugar predilecto de disfrutar de una excelente comida casera o de cualquier otro tipo (no vanguardista), acompañado de frondosos árboles a la orilla de un rio.
La cocina sobre todo la caza es extraordinaria, también cordero y típicos platos alentejanos, el marisco con arroz u otros platos de mariscos muy bien y a bajos precios.
La carta de vino, una verdadera joya de las mejores de la región, ademas los precios baratísimos, de hecho algunos vinos estan más baratos que en las tiendas de Portugal.
Sin problema de aparcamiento, junto al rio viendo discurrir el agua limpia y tranquila, todo en paz y en armonia.
Los postres como siempre en Portugal una verdadera maravilla, todo bueno y barato.
Un consejo no ir días festivos en España, ni dias de fiesta, después de las 14,30 españolas, es casi imposible conseguir un sitio y eso que tienen más de 70-80 mesas entre las del exterior y el interior.
Lo aconsejo a todo el mundo que pase a menos de 100 kms. a la redonda, vale la pena la visita.