El restaurante se ubica dentro de las instalaciones del Hotel Cortijo El Sotillo, en un edificio emblemático típico de la arquitectura popular Almeriense actualmente rehabilitado y convertido en hotel de 4* y que sirvio antiguamente como morada de agricultores, cobertizo de ganado y almacén de cosechas.
El restaurante ofrece una carta basada principalmente en la gastronomía tradicional de la comarca, disponiendo de menú típico diario (uno para cada día de la semana).
El local esta decorado de forma clásica y típico con sus arcadas blancas diferenciadoras de zonas; si bien resulta atractivo por su originalidad y lo que resulta más importante, disponiendo de una más que adecuada separación entre mesas.
Al tomar asiento y como no podia ser de otra forma, el clásico alioli de la zona con su pan de acompañamiento.
Como entrantes una bondadosa ración de jamón iberico de bellota, con unos tacos de queso curado y unas tostas de pan con tomate y aceite del terreno. Seguimos con la ensalada Sotillo, compuesta de lechuga, tomate del terreno, palmitos, queso, jamón, pimientos del piquillo, atún, aceitunas y esparragos.
Como plato fuerte para los dos elegimos por recomendación y no nos defraudo en absoluto, la pierna de cabrito lechal de la ganaderia propia, hecha al horno con patatas a lo pobre, cebolla y verduras variadas, resultando un plato muy bondadoso, con una carne muy sabrosa y tierna.
Como acompañamiento la elección fue una botella de Azuaga Crianza. Las copas para el vino resultaron correctas.
Ya para los postres y quedando poco espacio, decidimos compartir una tarta de queso con arandanos por ser de elaboración casera.
Por completar el contenido de la comida, agua mineral, coca-cola light, y para finalizar café solo y cortado.
Una de las cosas que más me llama la atención (en este local algo menos por ubicarse en hotel de 4*) es la bodega más que aceptable que disponen, con varias denominaciones de orígen, si bien bastante extensa en Riojas y Riberas del Duero. En la carta pude comprobar (si no me falla la mente y a falta de revisar mis notas) que entre vinos blancos y tintos, ofrecian al menos siete productos distintos de Almeria).
La cuberteria, vajilla y cristaleria resultaron correctos.
El servicio muy atento, agradable y profesional.
Merece la pena visitarlo.