De visita por la zona y tras ascender casi a los cielos en Fuente Dé, nos decidimos por lo comentarios anteriores por este restaurante. Tras la reserva correspondiente, a nuestra llegada nos ubicaron en el comedor superior. Mesas bastante juntas, las cuales aunque no agobian a los comensales no dejan espacios. Manteleria de tela, pero servilletas de papel (!¡). Al realizar la comanda, tuvimos que repetir en varias ocasiones los platos elegidos y especialmente el numero. Como inicio, Cecina con Pimientos Asados (1), extraordinaria y bien conjuntada. Ensalada Especial Camembert con Miel, Nueces y Vinagre de Modena (2), bien pero como otras muchas. Parrillada de verdura (1), variada y en su punto. Setas plancha (1). Tomate con anchoa (1). Todos en general con buena materia prima, bien elegida dada su calidad. Como segundos, Chuletitas de Lechazo, con patatas y pimientos (2). Chuletas de Novilla de su ganaderia, tambien con patatas y pimientos (4). De excelente sabor ambas, en su punto solicitado las segundas, aunque para su tamaño servida en plato sin templar, lo cual obliga a tener que comerla con celeridad, pues se enfria si te relajas, como asi ocurrio. Todos consideraron este punto a tener muy en cuenta, ademas de tener que eliminar una parte importante del trozo en cuestion por la grasa, nervios y zonas mas correosas. Como postres, Canonigos ( natillas con merengue)(3), excelentes, Cuajada con miel (1), y Manzanas Asadas (1) ambas en su normalidad. Como bebida, dos cervezas, refrescos, y como vino Izadi Reserva. A su servicio, una de las copas estaba muy marcada en su borde por labios ajenos, a lo cual obtuvimos una ligera laconica disculpa. Cafes (7) y orujo Diosanjana hierbas (2). A tener en cuenta, en el momento del cobro por parte del personal y tras consulta, no quisieron admitirnos un billete de 500 euros, aduciendo que no tenian cambio (!¡), y eramos la penultima mesa de comedor lleno. En ningun lado indicaba que no admitian billetes grandes, y desde luego nadie esperaba un excusa tan pueril. Pagamos en billetes menores en evitacion de todo tipo de confrontacion. Decir que en la mesa habian muchos años de experiencia bancaria y que en caso de duda por la validez del billete en cuestion, se les podian haber dado amplias nociones de conocimiento al respecto. Fin de comida defraudante.
Un local que nos recomendaron en una excursión por los Picos de Europa y que fue un gran descubrimiento. Estoy muy de acuerdo con el comentario anterior. Las carnes de ganaderia propia son su punto más fuerte. Tomamos una chuleta espectacular. Ensaladas y raciones abundantes en general, como es habitual en toda la cornisa cantábrica. Tomamos una buena jarra de cerveza y no me fijé apenas en la carta de vinos. Además, tienen unos menús infantiles que fueron todo un éxito entre los niños, de hecho volvimos a cenar en el mismo sitio ese día. El personal de sala es muy amable y te da un trato familiar. Relación calidad-precio muy buena. Absolutamente recomendable si se está en la zona.
Es el restaurante del Hostal Puente Deva. Espinama esta situada en un entorno natural idílico, a los pies de los Picos de Europa a escasos 3 Kms. del teleférico de Fuente De, y tiene un embriagador casco antiguo cuando no hay mucha gente.
Entramos desde la calle a la sala de barra y subimos al piso superior donde encontramos el comedor, alargado, con poca decoración y algunas fotos locales con nieve. Mesas bien vestidas pero muy juntas. Se hace una estancia muy buena si no hay mucha gente. La luz natural es muy agradable.
Aquí las carnes son el fuerte y lo mejor, a mi juicio, de toda Liebana. Tienen ganadería propia, pastando libre por esos praos, y el marido encima es veterinario.
Tomamos al centro: Carpaccio de Cecina con pimientos asados, un escándalo de sabor la cecina, y una ensalada especial completa y correcta. De platos fuerte mi mujer (harta ya de tanta carne) pidió una Lubina que nos aseguraron que era fresca del dia y estuvo realmente estupenda (parece que le traen los pescado casi a diario), y el resto nos metimos dos chuletas de novilla de kilo y cuarto cada una :-) Fantásticas, aunque entre el hueso, las venillas y la grasa, tiras la mitad.
De postres, caseros: arroz con leche, canónigos y flan de huevo, todos realmente buenos y un biscuit de higos tambien casero pero algo flojo.
La carta de vinos es típica de la zona, centrada en Riberas y Riojas y poco mas, y a precios mas que comedidos. Pedimos un Muga Crianza muy rico, a buena temperatura y con el, nos cambiaron las copas por otra de mas enjundia. El servicio consiste en la apertura, ofrecimiento de cata y dejan la botella.
Cafe, Te del Puerto y orujos.
Es el sitio que mas me gusta para tomar carnes y en general, de lo mejor de la zona. Recomendable.