¡Bingo!

La cena del otro día en este restaurante constituye unos de los hitos gastronómicos del año. Me sorprendió todo, comenzando por la existencia de este complejo hostelero en este pueblo de Almería.
La bodega ocupa un edificio aparte del restaurante propiamente dicho y es espectacular, perfectamente aislada y climatizada, con una capacidad de 18.000 botellas y que tuvimos la fortuna nos la enseñara un camarero apasionado por el mundo del vino, lamento no recordar su nombre. Como curiosidad reseñar que almacena exclusivamente tintos y espumsos, ya que blancos, rosados y dulces tienen muy poca presencia en la carta por la poca demanda de los clientes según nos explicó nuestro guía.
El comedor es amplio, con decoración entre tradicional y rural, con espacio suficiente entre mesas, si acaso un poco en exceso ruidoso. El menaje de calidad, copas Spiegelau y decantadores correctos, servicio del vino muy bueno a cargo del profesional anteriormente citado.
Comenzamos con un aperitivo en la bodega a base de buen queso y jamón, frutos secos y un par de fritos.
En la cena de cortesía excelentes olivas y un sabroso y fino ajo blanco.
Compartimos todo lo siguiente: secreto ibérico con costra de mostaza servido como un fiambre tipo roast-beef, sensacional, patés caseros de salmón y perdiz, alcachofas salteadas, gallo pedro y filete de buey troceado. Todo estuvo muy rico, pero el plato estrella de la cena fueron gambas frescas de la Garrucha, sabrosas y en su punto, tan buenas como las de Tarragona pero más grandes. Lástima que el precio sea casi prohibitivo.
De postres dulces típicos de la zona.
Pan magnífico de aceite.
El ágape se completó con una oferta de puros y licores en línea con el altísimo nivel de todo lo anterior. Mi GT estaba excelente.
A diferencia de otras críticas en mi caso el servicio rayó a mucha altura, profesional y amable, quizás influido por la presencia de clientes habituales del establecimiento en nuestro grupo.
En resumen, un restaurante que merece la pena el desplazamiento desde cualquier punto de España, y que habla bien a las claras del nivel fuera de serie de la gastronomía en nuestro país, con locales de gran calidad en todas las provincias.
El precio muy desiquilibrado por las gambas y los vinos que bebimos, pero fue más un banquete que una cena normal.

  • Gambas inolvidables.

    Gambas inolvidables.

  • Al rico secreto.

    Al rico secreto.

  1. #1

    manuel_matilla

    Lo conozco y lo visito cada año pues paso un semana de vacaciones cada año en la zona.
    Los precios son elebados pero la calidad tambien.
    Me alegro que fuera buena la experiencia.
    En otra ocasión intenta degustar el rabo de toro, lo bordan.

  2. #2

    Nacho_G.F.

    en respuesta a manuel_matilla
    Ver mensaje de manuel_matilla

    Intentaré repetir con la familia antes o después. La verdad es que estuve en Almería por motivos profesionales, no había tenido oportunidad de ir antes y lo siento. Creo que es la gran desconocida de Andalucía.

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