Con respecto a la cocina, no hay mucho que decir, los chipirones en su tinta y el bacalao siguen siendo excepecionales, pero la paella (arroz guisado), por lo menos las que no sirvieron a nosotros, estaba demasiado "cremosa", como dice Tato el dueño, yo diría que esta un pelin (ojo solo pelin), pasado/a.

El vino también bastante caro, una botella de Viña Puebla selección, que en cualquieer sitio se encuentra a 7-9 € V.P., en su carta lo ofrecen a 18 €, me parece excesivo.

La atención, a pesar de que estabamos casi solos, creo que había solo tres mesas ocupadas, igualmente ha flojeado.

En definitiva solo se eleva el precio y baja la calidad y el servicio.

Excelente Restaurante, es mi preferido, lo visito mínimo una vez al mes, tiene carnes extremeñas, embutidos y todo tipos de quesos de primera calidad, los judiones son del barco de Avila, comprados directamente por el dueño, los garbanzos extraordinarios, todo, todo en con muy notable calidad.
Lo más afamado de este local son los chipirones en su tinta, es una tradición desde hace muchos años, cocinado en una salsa de tinta negra riquísimo, también excelente y famoso en este local el "bacalao a la vizcaina", cocinado con un gusto exquisito y en su punto de sal. Los arroces (como dice en gran Tato (dueño)), todos, todos extraordinarios, hay mucha gente que va a comer exclusivamente cualquiera de los tres platos indicados anteriormente.
La carta de vinos es flojita, pero no es un restaurante para vinos de más de 40 €.
No hay problemas de aparcamiento, en una calle a 20 metros tienen a un guarda que te busca aparcamiento y cuida del coche.
Precio medio sin vino sobre los 25-30 €