La noche del domingo fuimos a cenar dos parejas, nada más sentarnos, nos toman nota de bebida, y nos dejan la carta, nada acorde al local, bastante bonito pero una carta muy básica con unos precios elevadisimos, imagino que se aprovecharán del turismo. Seríamos unas 10 mesas. Nos trae una botella de agua y no la sirven. Nos trae una botella de Martin codax (17 euros) y la deja encima de la mesa, tampoco la sirven ni la dan a probar, que menos que por el precio que vale todo la sirvan, pero es que además traen una cubitera usada que ni quedaba ni hielo (que poca profesionalidad) y copas llenas de cal y sin pulir (sin pasar la bayeta). De entrantes unas croquetas (7,5 euros), ridículas con una mancha de alioli amarillo puesto a mala gana, unos chopitos (puntilla rebozada) que no estaban mal, y unos mejillones que estaban crudos, les quedaba un hervor y sin nada de caldo, muy tristes, nos lo volvieron a hacer. De principales unos calamares, pequeños, muy hechos y sosos, un codillo que no estaba mal, y una dorada con salsa de cítricos pequeña, con nada de sabor, y con tan pocas ganas de calentarse la cabeza que ponen la misma guarnición para todos los principales, sean carnes o pescado. Por cierto, si pides pan con alioli y tomate da igual que seais 2 que 4 que te ponen la misma cantidad y te cobran 1'30 por persona (un desproposito, pan blando sin tostar y unos mini botes de alioli y tomate ridiculos). Sin postre y un solo café, 98 euros, toda una CLAVADA en mayúsculas, incapaces de preguntarnos durante la cena o al final que tal cada uno de los platos o si habíamos cenado bien. Caras largas de cada uno de los camareros y camareras, ni una sola sonrisa ni un gesto amable. No volveremos ni recomendaremos, al revés, vaya perdida de dinero y que mal cenamos. Prefiero que me cobren 150 y cenar muy bien y que me atiendan mejor, pero aquí no es el caso, no entiendo como pueden tener trabajo, aunque haciéndolo así, irán a peor. UN DESASTRE.
Ya lleva varios años en marcha, y no es un chiringito efímero de costa que se monta para sablear a los turistas accidentales.
Anoche el plato de pasta era absolutamente insulso, no obstante los mejillones al vapor recién hechos y la sepia a la plancha salvaron la cena.
Si bien dispone de buen servicio e instalaciones, si vienes a la playa de Xeraco, creo que tienes mejores opciones, El Cantonet y tal vez El Quijote (este último gran clásico) y nuevo "El Asador de Cata".
Me acercaré nuevamente a Gandía para investigar como anda la restauración este año 2014.
Después de reposar la comida todo lo posible, decidimos que hay que cenar, así que sacamos a subasta el tema y sale pizzería.
Acudimos a Amadeus (seguimos siendo 7 incluyendo a un niño). Nos encontramos el mismo problema que a mediodía (aunque aquí la pizza, plato principal, estaba buena), la comida no es cara pero la picada es escasísima y muy poco elaborada. Una cazuela de almejas con tomate cuyo tomate sabía a agua (ay, las prisas...), puntilla crujiente (realmente estaba rica, no aceitosa, pero muy poca en una cazuelita ridícula), carpacio de bacalao sobre tomate (aquí la ración sí estaba bien pero el carpaccio estaba frío y cuando digo frío quiero decir muy frío) y calamares a la andaluza (con una rodajitas que parecían para pin y pon como ocmensales).
Por el contrario la masa de la pizza la hacían ellos y estaba crujiente, un poco seca, pero muy sabrosa. Aunque hubo división de opiniones a mi sí que me gustó. Bien de arreglo sobre la pizza en cantidad y calidad.
Para beber, además de cervezas y cola-colas junto con otros varios, tomamos el Blanc Pescador como mejor opción de la carta.
Los cafés caros (1,60) pero muy buenos. Tuvieron la deferencia de vendernos hielo (que es el bien más preciado en estos sitios).
Bueno, que si vuelvo, vuelvo por la pizza.
Ya lo sé, son sitios de veraneo...¿Y qué?