Eso es comer, "mola'' Claro que mola, el equilibrio está en la cantidad ese dia y en la frecuencia.
Te felicito.
¿Qué os apetece comer? Pues algo de aquí, sin mucho boato. ¡A Nuestro Bar!
Y para allá que fuimos un día de entre semana.
Y qué de gente había, oye. Por algo será.
Parece como si se tratara de una venta que ha engullido la ciudad. Un lugar pintoresco, tanto exterior como interiormente. ¿Demasiado típico quizás? No sé, a mi me moló.
Nos acomodaron en el comedor interior, en una amplia mesa circular, éramos cinco comensales. En la entrada misma del citado comedor, nos recibió un señor de cierta edad (apuesto a que era el dueño) con un perolo de “cuerva”, una bebida del estilo del zurracapote, del cual nos sirvió un vasito a cada uno. Demasiado dulce para mí, solo me mojé los labios.
El camarero, con mucho oficio, fue sondeando y decidió que lo más conveniente era que tomáramos un menú que tienen a base de platos al centro de especialidades manchegas. ¡Ea pues!
Y esto fue desfilando por nuestra mesa:
• Queso frito con arándanos
• Atascaburras
• Revoltillo Dulcinea
• Perdiz en escabeche
• Lomo de orza
• Migas ruleras
• Ajo mataero
• Gazpacho manchego
• Cordero deshuesado al ajo cabañil
• Panecicos dulces
Oye, qué gozada chico. No tenía fin. Un platillo, y otro, y otro… Estos menús regionales, si los hacen bien, es que te hacen disfrutar un puñao. Lo único que no había probado antes, y que fue lo que más me gustó, fue el ajo mataero. ¡Pero qué perdición! Un guisote trabado a base de pan acimo e hígado de cerdo, ajo y pimentón por un tubo y unos piñones por encima. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayayay.
Buena carta de vinos en lo que atañe a referencias manchegas, mucha diversidad y buenos precios. Tomamos un Finca Antigua Crianza 2013 que a esta cocina le fue pintiparao. ¡Tooooma maridaje geográfico!
Servicio, el que toca, sí, ése, el que se imaginan. Mediana edad, cercano, campechano y profesional.
Typical? Quizás. Pero mola. Seguramente haya manchegos de pro que digan que eso no es... Chico, a mi me gustó, que quiés que te diga.
Volveré, y esta vez con mi familia, más rápido que deprisa.
Eso es comer, "mola'' Claro que mola, el equilibrio está en la cantidad ese dia y en la frecuencia.
Te felicito.
Tú aquí, Gabrielón, te lo hubieras pasado "pipa". Si un día caemos por ahí juntos... nos damos un homenaje quepaqué
Zurrakapote..... qué recuerdos..... Hace ni se cuanto tiempo que no lo cato. Una pena el exceso de azúcar.
Lo de un señor de cierta edad..... me da hasta miedo preguntarte aproximadamente a que te refieres :-)
Menudo festín. Jero tras "una dura semana de trabajo".... mira que menú más frugal se ha metido. Al parecer otros trabajan más. :-)
Así me ahorro decirle nada en su comentario. Un saludo
Es que el ajo mataero o ajopringue, que es como se llama también, es sencillamente un vicio como esté bien hecho. Camino del nacimiento del río Mundo, en Riópar, no había nadie que me despegara de la barra del bar donde paramos a hacer un tentenpié. Un plato simple y con fundamento que define a la perfección a La Mancha.
Si pruebas la paloma aún es más dulce. Qué recuerdos de esas dos bebidas que preparaban mis dos abuelos los veranos a la fresca en una palangana.
Zurra le llaman también por la zona a la bebida (sin capote). Yo también bebí unas cuantas centenas de litros en mis veranos por el norte de Burgos, con mucho vasco, mucho, aibalaostia Gasti.
Te respondo: la edad, aproximadamente un par de años menos que tú. jajajajajajaja
Jerónimo, ya no es lo que era... ;-)
Abrzs
La paloma la he probado en muchas ocasiones, versión turolense, si es a lo que me refiero: una bebida anisada rebajada ¿Lo mismo que tú dices?
Mira que me gustaban a mí todas esas guarrerías dulces de crío, y hasta hace bien poco. Pero ahora es que me empalaga del copón, gallu.
El ajo mataero (el corrector me había añadido una "d") es que es la bomba. Me recuerda en cierto modo al morteruelo, otro de mis platos favoritos, no de La Mancha, sino del mundo. Ese marcado sabor a hígado los vehicula...
Ostia , que menu , conozco la mitad de los platos y son contundentes , como me gusta el queso frito y el atascaburras , os ha faltado el rabo y el forro , que recuerdos veraniegos, por cierto a los manchegos les encanta esta comida , de que sino estarían las terrazas y locales llenas con el picoteo.
En este local estuVe hace años , fue el primero que me llevaron los amigos albaceteños del pueblo .
Lo mismo. Parece que hay lazos manchego-aragoneses ;-)
El ajopringue es de la matanza y el morteruelo de caza, pero es lógico por muy distintos que sean a la vez, que uno te recuerde al otro.
Me encanta la cocina manchega. Lo que pasa es que ésta reclama frío y, de eso, este año vamos fatal.
Hay varios platos que no he probado pero suena realmente bien el menú, eso sí, no para volver a trabajar por la tarde ;-)
Cómo hubieras disfrutao aquí, ¿eh, gallu?
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