La carta es diferente para ser Málaga y estar situado en un barrio lejos del centro.

Entre otros tiene waygu, lo que se agradece ya que en Málaga hay en pocos sitios. Sólo probé la brocheta de kobe y estaba riquísima. Los postres también estuvieron bien, me gustó mucho un gelée de gin tonic con helado de limón.

El precio es razonable y las cantidades generosas. El maitre es simpático, pero a veces de más...para ir de vez en cuando.

Este restaurante es pequeñito, la barra a la entrada está algo desasistida pero no se trata de un bar por lo que no hay que pedir mucho más. Al sentarte, el salón está algo apretado (es pequeño) porque el lugar tiene demanda. Cubertería y mantelería correctas. Sillas algo incómodas, se cansa uno de estar sentado en poco tiempo. El personal (echo de menos una persona mas pero en estos tiempos es lógica la cortedad) es amabilísimo. El "maitre" es muy profesional y amable, los ayudantes ya han cambiado 3 veces en 4 meses y eso se nota para mal.

La carta es suficiente y aunque ellos promocionan la fideuá y los arroces, la carne de buey de kobe y el tataki de atún son muy buenos. También las ensaladas son de interés. Siempre hay un aperitivo de cortesía de corte "moderno" que se agradece y da muestra de que en la cocina hay alguien que sabe.El vino debe consultarse pues es pues es fácil que no haya el que lees y haya otro muy rico que no ves en la carta. Puedes encontrar de todo en tintos. En blancos casi nada.

El postre cambia con frecuencia y está muy bien hecho.

En resumen: un sitio muy bueno para "diario" que se puede aprovechar para alguna comida de trabajo, con calidad, buen precio, cocina profesional y mesería amable y voluntariosa. Local justo. RCP remarcable.
Fácil aparcamiento

Un lugar en Málaga donde la atención es magnifica, la comida tiene detalles increibles unos arroces y fideuas a la altura del mejor restaurante valenciano, una carta de vinos muy completa... no dudeis en visitarlo, y llamadme si venis que vivo justo al lado.