Interesante restaurante ubicado en la aldea de San Pedro, próximo a la localidad de Valencia de Alcántara. Su nivel, aún siendo medio, es uno de los mejores de esta zona de Extremadura. Se ubica en un convento restaurado, si bien el local carece del encanto que podría esperarse dada su localización. La cocina es regional, teniendo como protagonista al cerdo ibérico y la caza. Entre los platos existen algunos bien logrados, como las empanadillas de torcaz, el bacalao a la dorada, el frité extremeño, los repápalos o el biscuit de higos, estos dos últimos entre los postres, pero otros no alcanzan el mínimo exigible, como el cochinillo asado o los pimientos rellenos de hongos. Eso sí, las raciones son bastante generosas. La carta de vinos, centrada en rioja y ribera del duero, cuenta con varios vinos de la región. Las copas son adecuadas y el servicio correcto. El precio (40 €/persona), sin ser elevado, se sitúa bastante por encima de lo que habitualmente se paga por estas tierras y esta comida. En resumen, local interesante, más que por su nivel, por ser uno de los pocos a tener en cuenta en esta zona de Extremadura.