Bien ubicado en el centro de Calpe, local de aspecto clásico como su nombre anuncia. Tomamos unas ricas croquetas caseras de jamón, un pulbo a la gallega bastante buena y una fritura de pescado que no estivo mal. Carta sencilla con alguna osita interedante. Copas decentes. Tomamos un Marqués de Caceres blanco ( 12€). No tomamos postre. Si café. El servicio atento y agradable.

Dos veces en poco tiempo. En una ocasion Carnes y en la otra pescados.
Ternera y solomillo de cerdo, ambos buenísimos. Materia prima de primera calidad y bien preparado. Platos sobrios, donde la patata es patata y el pimiento, pues eso, pimiento.
Llauna de Calpe, tipo zarzuela con patata hecha en Paella y con un repertorio de pescados que van desde la merluza hasta el rape. Estupéndamente cocinada y servida.

Postres, en ambos casos, fruta y tartas, me inclino por la fruta. Tartas, para los que quieren raciones muy grandes.

Uno de los restaurantes mas antiguos de Calpe, en donde el paso de los años se hace notar, aunque imagino que eso le da cierta personalidad, ya que no pretende ser otra cosa que lo que es, un bodegon.
Con una cocina en donde se prima la calidad y una elaboracion sencilla, si a esto le añadimos un servicio rapido y serio, nos encontramos con una buena convinacion.
La carta de vinos es algo clasica, pero con un buen servicio de los mismos, aunque las copas no acompañan.
Comimos un plato de chopitos, estos eran frescos y con un rebozado nada pesado, croquetas caseras de jamon (muy buenas), cazuelita de huevos flamenca y parrilada mixta de pescado de lonja (buena calidad de pescado).De postre fue una tarta casara de chocolate.
Y para beber un Chardonay de E.Mendoza y agua.... buenos y unos chupitos de orujo de hierbas y pacharan.