No sé muy bien si acabará siendo un pequeño restaurante con propuestas originales o un bar de copas y tapas. Hoy en día está entre las dos opciones. Seis mesas y manteles y servilletas de papel, pero tiene valores añadidos.
Es un restaurante regentado por italianos al que llegué por al anuncio del café, la marca Lavazza, muy recomendable. Además anunciaban "aperitivi italiani" y menú por 9,50 euros. ¡Que más se puede pedir para arriesgarse a probarlo!
Empecé con un "aperitivi" de cava, campari y soda, me estuvo fantástico. 2 euros. El menú algo más flojo, pero llevan dos meses abiertos, supongo que evolucionarán.Tomé ensalada de queso de cabra, natural toda ella y recien preparada, y lasaña de berenjenas, esta me la dejé apenas la probé, salsa muy industrial en lugar de boloñesa. Postre tarta de manzana, el café, magnífico, tanto por la materia prima como por la elaboración.
Para finalizar un cóctel "white russian" cinco euros, bien elaborado y abundante, solo me puede tomar la mitad.
Se anuncian como cócteles y tapas, una opción por descubrir. Buena música a mediodía. Vale la pena arriesgar.
El precio por persona no incluye los cócteles.
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