Mucho tiempo sin volver. Quizás demasiado. La gran oferta de la ciudad provoca estas cosas. El local descrito más abajo ya no resulta tan “vanguardista” como en aquel momento (2010). Aun así se puede considerar como moderno, agradable y, si se me permite el adjetivo, muy bonito. El servicio compuesto por caras reconocibles y asociadas al negocio desde sus comienzos. Ello suele ser garantía de profesionalidad, compromiso y buen hacer.

Tal como expliqué en su día, la carta queda bien divida en dos: platos de evidente carácter mediterráneo y propuestas propias de la cocina asiática. Me considero muy fan de la segunda, no así quien me acompañó esa noche por lo que nos decantamos por opciones más “de aquí”:

- Terrina de foie: Se presenta en un tarro de vidrio con cierto aire “retro” y acompañado con pequeñas rebanadas de pan de especias. Textura más etérea que en el micuit pero sabor igualmente intenso. Ración generosa que rebañamos con ansia. Se sirvió antes un poco de pan tostado en compañía de un correcto aceite y sal en escamas.

- Pulpo braseado: Plato que no habíamos pedido inicialmente y nos sacaron por error. Advertimos al personal de ello (más que nada por si correspondía a otra mesa) y nos invitaron a aceptarlo a cuenta de la casa como aceptación de su error. Buen detalle. Un clásico junto a la parmentier de patata que no suele fallar. Tampoco en esta ocasión. Rico rico.

- Setas de temporada salteadas: Plato que rezuma sencillez pero con un efecto espectacular. Buena selección del producto con un resultado plenamente satisfactorio.

- Medallones de wagyu con tres salsas: Finísimas lonchas de tan preciada carne sobre un lecho de verduras y acompañadas (a parte) con una especie de salsa de piparras, otra de frutos rojos y una tercera con un toque amostazado. Ante una carne de tal calidad decliné tomarla junto a las salsas y disfruté de lo lindo de ella. Aun así, no pude resistirme a probar las salsas con ayuda de pan y las tres mostraban bastante personalidad.

Existe una carta de vino bien nutrida y con los precios habituales en la zona (x 2). Tomamos un Embruix que salió perfecto en cuanto al momento de toma (no recuerdo la añada) y temperatura. Rematamos la cena con un muy correctísimo café y sendos GT de Martin Millers.

El precio final es “all includin” por lo que no me parece excesivamente alto. Hay otras opciones en la carta bastante más económica y, tanto el vino elegido como los combinados, hicieron subir considerablemente la cuenta final. Sigue pendiente la asignatura de probar el restaurante en la parte de arriba (Peix i brases). Se intentará.

Que gran oferta gastronómica, con gran servicio y variedad de carta.

Local moderno, bastante ámplio y cocina semivista. Tiene terraza exterior soleada (quizá demasiado) y corresponde a una cocina resultona a precio razonable. Elegimos el menú corto 15€ (han subido los precios), que con ivas panes y bebidas se queda en unos 25 por persona. Las raciones no son excesivamente grandes aunque al final sales saciado. Se elige entre cinco o seis opciones, un entrante frío, uno caliente, un plato principal y un minipostre. La presentación está cuidada y el producto globalmente está bién elaborado. Vajilla buena y carta de vinos aceptable. El servicio tardó en arrancar, luego ya funcionó con fluidez. El que quiera ostras las puede pedir por unidades.

Siyio de diseño que al menos por la noche y no estando lleno es un desastre. No llevan en orden las comendas con lo que puedes entrar el ultimo y te sirven el primero o al reves, llegas el primero (como nos paso) y te sirven el ultimo con el consiguiente cabreo.
El jefe no hace mas que regañar a los empleados y las voces en cocina se escuchan en la sala, la gente nos mirabamos con cara de asombro. Los camareros diambulan por las mesas buscando de quien son los platos, en definitiva un desorden.
La comida es normal, sin destacar por su elaboracion ni presentación. Ls cantidades mas bien escasas. El precio en consecuencia por el servicio y la calidad excesivo.
No le auguro mucho futuro al menos que cambie radicalmente.

Hemos estado hoy y comentar solo que existe un menú a mediodía por tan sólo 12€ lo cual, dada la calidad del producto, el servicio excelente y el entorno maravilloso, me parece muy destacable.

El menú se compone de una entrada fría a elegir (gazpacho andaluz, tosta catalana con ensalada), una entrada caliente (macarrones o una especie de lasagna de puré de patatas carne picada y queso), un plato principal (carne, pescado o arroz - hemos tomado el seco con contillitas y calamaret) y un postre. Nos ha gustado todo. Platos simples, pero bien presentados.

Además hemos tomado unas cervezas, una botella de Gessamí de Gramona (entre 2) y cafés. Sobre el entorno y demás, léase mi comentario anterior.

Algunas veces hay casas que no dan demasiada importancia al menú del día, y parece que los tiempos demuestran que ésta parcela de mercado es sumamente importante, al menos en zonas, como Denia, donde la oferta de locales de comidas es impresionante.
Tres personas a comer en la terraza, probamos todos los platos del menú que tiene un precio de 12€.
Vajilla y servicio de nivel. Carta de vino corta pero muy bien seleccionada con precios no demasiado ajustados, pero que pueden invitar a beber cosas desconicidas.
Tres platos inlcuye el menú, amén del postre. Todos muy bien resueltos, y cocinados con estilo.
¿Qué necsita éste local para ser más reconicido en una ciudad tan "gastronómica"?.
Además de su oferta de mediodía hay selecciónde ostras, y platillos orientales.
Algo diferente en un marco muy cuidado.

Realmente se garadece que algunos comentarios de este foro te lleven a lugares como éste. Efectivamente és un local precioso: materiales inovadores i bonitos, espacios abiertos, diseño a raudales (los servicios son una pasada)... El personal atento y profesional (muchas de las caras me suenan de otros "grandes" de Dénia)...

El nombre del restaurante y anteriores comentarios pueden inducir a confusión. Yo no cero que aquí se haga cocina "de fusión" porque realmente en ningun plato de la carta hay fusión de ambas culturals culinarias. La realidad es que el restaurant ofrece una carta con platos típicos de la Cocina Mediterranea, dianense incluso, y un apartado de platos asiáticos (fundamentalmente woks). También hay pasta, arroces...

Pedimos ensalada de ventresca, pulpo braseado y langostinos al centro. Después cada uno un plato: wok de pato, de gambas, de presa, pescado de la lonja... Precios muy ajustados para una cocina de gran nivel en cuanto al producto seleccionado, el mejor, sin duda, la elaboración, la presentación... Nos encantaron todos los platos, cada cual más, incluso los postres. Genial! Mencion aparte para vajilla, cuberteria, tazas de cafe... Todo muy bien.

El servicio del vino es correcto. Existe una buena carta aunque los precios algo subidos, a mi parecer; nos sorprendió mucho el Fagus a 25€ y nos tiramos de cabeza a él.

El precio es con lo reseñado, cervezas, pan, y algún licor después de cenar.

Local de estilo moderno-oriental, muy grande para mi gusto, aún así se mantiene cierto ambiente de tranquilidad. De entrada, nos encantaron los platos de la carta, con una fusión qu parece estar de moda, entre cocina mediterránea y asiática. Servicio correcto. Cenamos de tapas (raciones) para compartir, con servicio de vino por copas. Destacar el pulpo a la brasa y la torta de queso vallisoletano con uvas (excepcionales los sabores y las texturas). Menos acertado estubo el pincho de atún (un poco seco)
Agradable y fresco local para repetir en pareja o conamigos. Los precios los encontramos correctos.
rafelia
http://rafeliadoors.spaces.live.com/

Local perteneciente al grupo que gestiona en Denia desde ElPoblet Catering, al Canbroch. Es decir, una base de conocimiento de lo que es el negocio hostelero importante.
por ello Mediterrasian, hermano de Peix&brases, propone tapas y cocina oriental a precios extremadamente competitivos. Un menú del día con tres platos y postre 11€, y los platos probados demuestran la mano sabia de Quique Dacosta (que casualmente estaba comiendo este lunes en el local, junto a su familia: Ensalada mixta muy rica, salpicón de boquerones y pulpo fresco y bien rsuelto, noodels de cerdo y verduas, bien, lasaña de hongs, sabroso pero algo aceitoso, fritura mixt, espléndida con una tempura de verduras ligerísima, y una fideuá, lo más flojito. De postre un flan de queso, algo áacido (¿pasado?).
La carta de vinos que comparte con el local más gastronómico, es más que suficiente, champanes, blancos, etc, a un precio entre contenido y asombroso.
Ambiente muy agradable, muy bien resuelto, y con una limpieza de entorno muy "oriental".
Felcidadesa los creadores del concepto, es una sitio donde uno decide lo que quiere gastarse, lo que quiere comer puede ir desde el menú del día, a platos a centro, hasta lo gastronómico en el espacio contiguo.