Restaurante Entrearomas en Denia
Restaurante Entrearomas
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
29,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
29 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.6
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Opiniones de Entrearomas
OPINIONES
8

Añadiría producto, trato, generosidad...

Óscar en la sala, un salmantino muy afable, y la mujer en la cocina, a la que tuve el gusto de saludar cuando nos íbamos. Se definen como autodidactas, cosa que tiene su explicación. Se trata de un negocio que ha ido creciendo en función de la demanda de sus clientes. Ahora, en boca de Óscar, han llegado a lo que quieren. Lo tienen claro, vamos.

Reservé tras leer la valoración anterior del que es por derecho y decreto el "embajador de la marina". Simplemente que lo hice para comer, ya que yendo con mis hijos lo veo siempre más oportuno. Esto nos hizo comer dentro y ver mejor el local.

Se trata de un restaurante moderno que combina muy bien los colores y en el que te llama poderosamente la atención una pared de fondo verde con todas las variedades de uvas escritas.
Mesas bien vestidas y unas copas Schott que destacan por su tamaño y buen diseño.
Elementos en parte significativos de su filosofía. Decir que el negocio empezó como enoteca.

Resolvimos bien el asunto de los chavales, pues vi que los entrantes del menú Entrearomas, que fue lo que elegimos, no iban con ellos. Esto me lleva a separar de forma clara una comida de la otra y dejar exento en la valoración lo que comieron para reflejar de manera más justa el precio por persona.

Se les preparó unas hamburguesas al gusto. Muy jugosas, ambas de buen grosor, con panceta ibérica. Y un surtido de croquetas de las que tiene en carta. Así como de la hamburguesa puedo dar fe de su sabor, en este caso me quedé con las ganas, qué pinta tenían...
Se las comieron con avidez, y eso que al pequeño hubo que "disfrazarle" los ingredientes. Vamos, mentirle ligeramente. Estas eran de jamón ibérico, cecina, atún rojo y boletus. De postre unos buenos brownie de esos que pesan.

Respecto a nosotros, el susodicho menú (17,50 €.):

Entrantes

- Ensalada templada de queso de cabra, cebolla caramelizada, piñones, nueces y sésamo.

- Micuit de foie de pato con pistachos y mermelada de higos.

- Rollitos de caballa teriyaki con cebolla y calabacín.

- Huevos rotos con jamón ibérico.

Ensalada muy bien combinada, de las que todo tiene sentido. Muy acertado lo del polvo de pistachos sobre el foie, al igual que servir un brioche tostado para el mismo, ese sabor dulce que tiene aún lo realza más. El lacón que viene de origen en este menú, fue sustituido por los rollitos, ya que tenía verdadero interés en que los probáramos, y en que buena hora, deliciosos. Y hablar de unos huevos rotos cuando los ingredientes son de calidad, pues... casi huelga.

Principales

- Atún rojo de la lonja.

- Ventresca de atún de la lonja

Buah... producto puro y duro.
Brutal el taco de atún, perfectamente marcado y crudo por dentro. Con una puntita de wasabi aparte.
Grasa y rica la ventresca, servida con cebolla confitada y tomate seco. Una pieza que había recibido ese mismo día y que se nos dio también como opción a sustituir por el entrecot de lomo alto. Espero que haya otra ocasión para atacar esa carne que viene de su tierra.
Los dos platos se compartieron. Buenísimos, pero por aquello de elegir me quedo con el taco de atún.

Hubo un constante servicio de pan, pequeñas rebanadas tostadas para atacar los dos aceites que se pusieron sobre la mesa, de albahaca y de boletus. Detalle el de estos aceites que no va solo, pues al comienzo también te ponen un conjunto de cuatro sales y unos tapenade de tomate, humus y aceituna verde. Sobre la mesa ya había unos cacaos y aceitunas que con las cervezas y los refrescos cayeron volando.

Bebimos una botella de Bolo 2013 más dos copas extra, y se comportó muy bien, la verdad. Pocas opciones tienen de blanco ¡A corregir! tratándose del nombre que tiene.
Una botella de agua, un expreso y un cortado, completaron una cuenta que en vista de lo comido y los detalles, me pareció encantadora ;-)

A esto le llamo yo empezar bien estos días en Denia.

Primeras noches calurosas y antojo de terraza como premisa a la hora de elegir lugar para una cena un tanto especial. Nos encaminamos a Dénia sin destino concreto y, una vez allí, nos viene a la cabeza el flash de Entrearomas. Caballo ganador. Siempre.

Para conocer un poco más sobre el local, la filosofía, el trato de sus propietarios... os remito a mis últimas valoraciones. Nos acomodamos en la terraza y, mientras tomamos dos cervezas, decidimos pedir el menú degustación que incluye 4 entrantes compartidos y un segundo a elegir (atún rojo o lomo alto de vaca argentina). Todo por unos más que módicos 17,50 €. Óscar nos toma la comanda y le proponemos sacar, tras el pase de entrantes, primero el atún al centro para compartirlo también y la carne para finalizar. Sin pegas.

- Pequeño aperitivo fuera del menú: pan, aceitunas, allioli, tomate rallado, aceite de calidad y degustación de sales.

- Lacón con aceite y pimentón: Buen producto y ración generosa. Empezamos bien.

- Ensalada con queso de cabra: aunque estos años se ha abusado de esta propuesta, la de aquí uno no se cansa de degustarla. Se acompaña de frutos secos y una buena vinagreta. Rica.

- Foie micuit: Terrina de buen tamaño y sabor delicioso (menos "agrio" que en pasadas visitas), como recién hecho. Se acompaña con unos bollitos con higos.

- Patatas, huevos y jamón: esta casa siempre dispone e una buena selección de embutidos y jamones. El plato, sencillo, alcanza un alto nivel por el buen producto usado (jamón) y por el excelente punto de cocina de sus acompañantes (patata y huevo).

- Taco de atún rojo: Buen producto, buena porción, frescura en el mismo y buen punto de cocción. No se le puede pedir más. Bueno sí: un poco de wasabi y éste lo llevaba. Olé!

- Lomo alto de vaca argentina: Léanse ustedes los calificados usados en la descripción del plato anterior y aplíquenlos en su mayoría a este último plato del menú.

El menú no incluye postre. Menos mal! Llegamos más que llenos al final pues muchos de los platos los acompañamos con ingesta de pan y pasa lo que pasa. No pedimos nada, por tanto. Tan solo unos excelentes cafés que nos sirven como broche de oro a una buena jalanda.

A la hora de pedir el vino nos ponemos en manos de Óscar que nos aconseja encarecidamente un vino DO Manchuela: Irrepetible de bodegas "Alto Landón", Aciertooooo!!!! No nos llega para toda la comida y pedimos dos copas extras a parte de la botella.

Todo lo narrado por 30,00 €/pax, me parece una muy buena RCP, sinceramente. Y, para acabar, un comentario muy personal: el local presentaba un buen ambiente, cosa que me alegra. Les sigo deseando mucha suerte porqué estamos ante personas que tratan de hacerlo bien (detalles como el pan, los aceites, el café...) y eso siempre es de agradecer.

Más de dos años sin colgar valoraciones de este lugar. No es que no haya vuelto, ni mucho menos, pero tampoco se trata de comentarlo cada vez que voy. Estimo conveniente volver a hablar de él pues presenta novedades respecto a comentarios pasados: la ampliación del local con un salón mucho más amplio y una nueva cocina que dota de más posibilidades, la oferta de menú que finalmente elegimos...

Tocaba cenar con gente "más bien clásica" y la cocina de entrearomas se ajusta más a ese tipo de gustos: producto bien seleccionado con elaboraciones mínimas que permiten el disfrute máximo de éste. Esa noche tomamos:

- Lacón: ración abundante con aliño de pimentón dulce y aceite de oliva.

- Ensalada de queso de cabra: rica.

- Terrina de micuit con mermelada de higos (?).

- Huevos rotos con jamón: deliciosas las patatas, así como el huevo y el jamón.

- Entrecot: muy bueno y destacando, nuevamente, las deliciosas patatas fritas caseras.

Todos los platos se sirven al centro y el precio es de 17,50 €/pax.

Hemos tomado, además, dos cañas, una botella de Cantos de Valpiedra y cafés (riquísimo). Destacar también el pan servido durante la cena y detalles como el aceite, las sales... Vajilla, copas y demás también cuidadas.

El trato excelente de Óscar y Julia es el complemento perfecto para que éste sea uno de esos lugares a los que no importa volver una y otra vez. En fin, como reza el titular de la presente, uno de los nuestros.

Si algún forero sigue mi trayectoria en el foro de restaurantes, comprobará que no suelo incluir dos comentarios de un mismo restaurante. Hay honrosas excepciones y ésta es una de ellas pues la cena que compartimos anoche bien lo merece. Cenamos en la terraza que se monta frente al restaurante aprovechando el paseo peatonal que hay. Mesas pobremente vestidas. Supongo que por el viento de poniente que soplaba y que, todo sea dicho, incomodó un poco. Estaría bien cubrir las mesas (algunas de ellas las típicas de terraza de bar) con un mantel o, simplemente, con los tan usados "caminos" de mesa.

La carta tiene diferentes apartados: "De la huerta" (ensaladas) "del corral" (huevos y revueltos), "de la mar" (pescado), "con el pan" (tostadas o montaditos)...

Éramos cuatro comensalos y pedimos al centro:

- Micuit de foie: fresco y contundente. Se acompaña con mermelada de higos y un pan especial. Ración abundante.

- Carpacio de bacalao: nuevamente nos sorprende la frescura del plato. Algo falto de sal, eso sí.

- Inciso: se nos sirve pan con tomate y, a parte, aceite de oliva, balsámico de Módena y cuatro tipos de sales.

- Ensalada de canónigos, tomates cherri y ventresca de atún: esta dodo dicho. Destacar la calidad de la ventresca (lata). Disponen en la carta de un apartado de conservas selectas (atún, anchoas, mejillones...).

- Huevos rotos con jamón: la patata estaba riquísima y usan jamón de calidad.

- Carrillera estofada: Pura mantequilla, se deshacía en la boca y genial de sabor.

- Brownie de chocolate con helado de mandarina: correcto también.

Comida en general más que correcta y abundante.

La carta de vinos es muy completa y a precios correctos. Decidimos degustar un buen vino blanco y fuimos a una apuesta segura: As Sortes. Salió un poco falto de temperatura, cosa que solucionamos con la cubitera. Tampoco nos acabaron de gustar las copas que nos sacaron: pequeñas. Se trato de un blanco con crianza y, tal vez, mejor sacar unas copas más grandes, que las tienen. Sólo sirven la primera vez.

Tomamos café (solo uno) excelente y GT de Xoriguer y G-Vine con Fentimans.

La RCP es, a mi juicio, excelente.

Servicio del vino: La carta es amplia y precios no muy subidos (Alto 34€). Tienen unos 15-20 vinos por copas entre blancos, tintos, rosados y cavas. Petalos Bierzo (3,5€) tomamos 2 vinos uno de Cuenca y otro del Somontano. Buena temperatura y bueno el vino.

Comida: Tienen un papel donde ponen 3 ensaladas, chácinas varias (quesos, jamón, ibéricos) y 8 tipos de tostas. Pedimos una de cada, y la calidad del producto es buena:anchoas, jamón ibérico, un poco pasada ya la verdura (rúcula y canónigos) pero lo que fue realmente deficiente y hace que no queramos volver fue el pan que usaron como tostas. Todos sabemos que si el pan no es del día y lo cortamos fino y lo pasamos por la tostadora/salamandra lo podemos usar en casa. Pero no es de recibo que te sirvan un pan chicloso y bastante reseco en lo que ellos ofrecen como tostas a 3 €. Muy mmuy mal y espero que lo lean y rectifiquen, así no les volverá a pasar con nadie pues vimos que venden pan, por favor el pan bueno que lo sirvan en sala.

Entorno: Lugar bastante aprovechado, mesas muy juntas e incómodas con una luz que te queda a la altura de los ojos y molesta bastente. Además es una cafetería/vinoteca. O sea que venden desde pan y croissants hasta botellas de vino. Supongo que la pela es la pela

La verdad es que se echaba en falta un local de estas características en la zona de la Marina. Para alquien que le gusta maridar la comida con vinos diferentes el lugar es perfecto.
Precios muy comedidos tanto en los platos como en el vino. Copa de Salia 3.50.
Cafe 1€ (Fantástico).
Revuelto de gulas con Jamon. Rabo de Toro con arroz Basmanti. Manitas de cerdo.

De momento ya tengo sitio preferido para comer en la marina

Concebido como una viniteca evoluaciona cada día más hacia el concepto de bar-restaurant. Un local que en una gran ciudad triunfaría y daría que hablar, pero en Denia... La mejor suerte del mundo para ellos porqué... nmenudo descubrimiento!!!

El local és muy actual: lamparas de diseño, decoración en rojos (acordes con el atuendo del servicio), vengué, cristal... Hecho a faltar las servilletas de tela y algun salvamantel (o mantel propiamente dicho), pero, como digo, de momento solo se trata de una viniteca.

Carta de vinos preciosa en cuanto a su presentación (limpia, ordenada, moderna...) e interesantisima en cuanto a la selección: muchas D.O. nacionales, precios variados (de 9 a 500 E la botella), precios doblados o por debajo de su coste en distribución... Bodega acristalada con algunas "joyas" suspendidad del techo... Tomamos El Sequé, un poco caliente a mi gusto.

Acompañamos de tosta de mouse de oca, ibéricos surtidos, carpaccio de ternera y quesos artesanales: realmente saciados. Gran presentación y servicio. Según me comentan los propietarios van a hacer cocina "de caliente". No desmerecerá, seguro. Se respira mucho gusto en le local, hasta en la música ambiental.
Precio 25 €/pax. Muy aconsejable y, lo dicho, suerte!
la carta de vino por copas (unas 15 referencias) y el café sublime (de 10).

Vimos en un periódico local que habían inaugurado recientemente una vinoteca nueva en Dénia(creo que abrieron el 14/08),así que fuimos a probarla.La verdad es que el sitio sorprende,ya que desde fuera no parece muy grande,y la calle donde se encuentra ubicada todavía no está hecha,pero aún así es espectacular.El diseño muy moderno,con muchos detalles originales y la carta de vinos bastante extensa y moderna.A parte de tener varios vinos por copas de distintas D.O.,también se pueden degustar botellas enteras.Para comer hay jamón ibérico de bellota(cortado a mano y en el momento),quesos variados,"paninos"(una especie de bocadillos tostados,hay como 10 diferentes).También nos ofrecieron alguna ensalada fuera de la carta.El café muy bueno,italiano.Otra cosa que nos sorprendió fue que con cada consumición te sacan un pincho,cosa que en esta zona no se suele hacer.Luego supimos que el dueño es de Salamanca(de ahí los buenos embutidos).El servicio bueno,aunque se nota que está recién abierto y le falta rodaje al personal.Los precios muy buenos y realistas.Volvimos al día siguiente para desayunar (tienen un desayuno ibérico).Muy recomendable.

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