Todo fachada

Pues si, tal y como reza el titulo eso fue lo que nos encontramos en un evento al que acudimos a cenar, celebrado en abril del 2011 en este prescindible salon-restaurante. Así que; presta atención querido lector, y lee hasta el final, porque si paras por estos lares te será de gran utilidad la información que aquí te voy a contar.

El marco y la puesta en escena fastuosa, día soleado, espectaculares salones ubicados en un edificio emulando un castillo medieval el cual impresiona nada más verlo, rodeados de jardines perfectamente cuidados y en plena ebullición primaveral, fuentes exteriores, hilo musical en el recinto, garaje subterráneo, limpieza y pulcritud a raudales. Traspasada la puerta de la fortaleza la impresión continua mejorando, cafetería en la planta baja, restaurante en la primera planta, discoteca en el sótano, zona para niños con cuidadora incluida, y salones con todo dispuesto para la celebración de banquetes, con impresionantes ventanales al exterior y terraza incluida, todo hacia presagiar una agradable velada, si no hubiera sido por lo acontecido a continuación.

Con semejante marco, nos disponemos en el hall a iniciar el ágape previo a la cena, tras curiosear un rato, contento y feliz me decido a abordar a uno de los camareros, el cual porta en una lujosa bandeja unos canapés de muy buena pinta, mi mano comenzó a sobrevolar el contenido mientras me decidía por uno u otro, era difícil, visualice un vasito con algo rojo en el fondo y una espuma blanca encima, tras preguntar, él respondió;
- salmorejo con espuma de queso señor
- gracias
me apresuro a cogerlo y sonriendo me encamino a por una cerveza fresquita, que con ímpetu eran servidas en una de las barras por elegantes camareros, por el camino me percato que otros vasitos rojos y blancos se encuentran abandonados en sillones y maceteros, sin darle la mayor importancia consigo mi espumoso elixir, camino hacia atrás, dudo entre si probar el vasito o la cerveza, me decanto por el vasito y………….. ‘’ZASS’’ al igual que Cenicienta al llegar las 00:00 horas, todo se evapora, se esfuma, se desvanece, termina el hechizo y lo banal pasa a segundo plano cediendo el protagonismo a quien lo debe tener por derecho propio, LA CENA.

De inmediato entendí la orfandad a la que había sido sometida la preparación por el resto de invitados, la parte roja tenia un marcado sabor a tomate enlatado y la supuesta espuma de queso era totalmente neutra, cual agua de manantial, para más pesar la cuchara de plástico que acompañaba al vasito estaba afilada como un estilete, y si no me llegan a avisar me dejo la lengua como una serpiente pitón, lo cual por otro lado me hubiera librado de seguir sufriendo el resto de viandas, tal y como dice el refrán, no hay mal que por bien no venga..........

Confundido y estupefacto pienso que solo ha sido fruto de la casualidad y que un mal día lo tiene cualquiera, por lo tanto, me enjuago la boca con la cerveza para eliminar de mi paladar el rastro del extraño sabor y vuelvo a la carga, una vuelta, otra vuelta y de repente, por ahí viene otra bandeja, esta llena de unas cucharitas de plástico con algo encima, cojo una, y con desconfianza toco con mi dedo pulgar la punta de la misma, asegurandome de que no moriré degollado si caigo encima de ella, menos mal, esta no corta, parece que esto mejora, la pruebo y lo que parecía foie era miscuit de baja calidad, con un porcentaje del hígado del ave que no llegaría al 20 %, de cama una compota de manzana que no me dijo nada, y claro es que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

Ya en plan masoca, y siguiendo con el refranero 'como no hay dos sin tres', me armo de valor y vuelvo a la carga, pensando que esta vez debía afinar mejor mi puntería para tener mas suerte con mi elección, de esta manera espero pausadamente hasta ver algo que realmente sea reconocible a la vista, minimizando así las posibilidades de errar. De repente, ¡valla un vasito con pulpo!, y este no lleva cucharilla asesina, presto corro hacia el camarero que se pierde entre la multitud, esquivo una corbata, una peineta, la cola de un traje y alcanzo mi objetivo, aso el vasito con mi mano derecha y procedo degustando el cefalopodo, lo mastico, lo vuelvo a masticar, tres, cuatro, cinco, seis, siete veces y nada, el trozo seguía intacto en la boca, se acerca mi cuñado y me dice; que haces mascando chicle a estas horas, disimuladamente y con cara de desesperación me encamino hacia la entrada y lo deposito sutilmente en un macetero, donde perdurara durante varios millones de años, al igual que los restos de Chernovil.

Desesperado, hambriento, malhumorado y amargado veo pasar una bandeja con jamón y me digo esta es la mía, dejo la cerveza, para liberar mi mano izquierda, me abalanzo sobre el camarero y a dos manos cojo todo el jamón que puedo, me siento en un banco y con paciencia, y no poco trabajo, comienzo a quitarle las largas hebras de tocino que rodean la porcina carne, acabada la ardua tarea, empiezo a deglutir con ansia en botín, mientras pienso, pobre cerdo morir sin saber que es una bellota.

Llegado este momento el pobre invitado queda solo e indefenso ante la procesion de nefastas preparaciones que desfilan ante el, y entonces, Dios mio, ya no hay vuelta atrás, toca aguantar el chaparrón con la mejor cara y la mayor templanza que la educación de cada uno pueda soportar.

Ya sin ninguna esperanza pasamos al salón, nos sentamos en la mesa y el desfile continua.

Ensalada de canónigos, puñado de canónigos con dos rodajas de tomates clonados (si como la oveja Doli, todos iguales y sin sabor a nada), acompañado de un rulo de queso de cabra, unas cuantas nueces y un chorreón de una empalagosa reducción de vinagre de módena, la presentación como si el cocinero hubiera tirado los ingredientes desde un tercer piso y el camarero se hubiera dedicado a ‘’cazarlos’’con el plato cual cancerbero gastronómico. Increíble que se atrevan a colocar esto en un menú que no baja de los 90 €.

Segundo pase, una vieira en su concha, fría por dentro y gratinada con queso por fuera, preparación que podéis degustar mejorada en la sección de ultracongelados de cualquier supermercado, el sabor, bechamel de bote y cebolla, la vieira aun la estoy buscando, inexistente en presencia y sabor, acompañada de un puré de patata de textura terrosa con excesivo sabor a ajo (según ellos, degustación de ajipan), y que en el caso de que la preparación ‘’estrella’’ hubiese sabido al burges molusco que rezaba la carta, hubiera machacado su sabor en mil pedazos. Por favor, no creo que se tenga que hacer un master con el gran Hilario Arbelaitz para aprender a trabar decentemente un puré de patatas, simplemente con ganas, una termomix, patatas, y un buen aceite de oliva virgen extra, de los que abundan por nuestra geografía, se puede conseguir la sedosidad y el sabor que la preparación requiere, eso si siempre que se huya de polvos químicos de dudosa honestidad gastronómica entre los ingredientes para elaborarlo, lo cual no es el caso. En definitiva un desastre, fallo en el concepto, por la combinación de ingredientes, en la elaboración y en la materia prima.

Llegado este punto, se te empiezan a pasar malos pensamientos por la cabeza, esta no rige igual con el estomago vacío, me rondaba la idea de robarle a la mesa de los niños las patatas fritas de bolsa para paliar mi apetito, lo que no hice por verguanza torera, por si me veían, y porque esta más feo que comprar un cupón con un euro falso. Mientras el ángel bueno me convencía de desistir de mis maquiavélicos planes, aparece el camarero con el tercer pase.

Bacalao (concretamente suprema de bacalao rellena de aceite de piquillos, según la minuta), lo deguste y la pregunta era evidente ¿donde esta la suprema?, perdón ¿donde esta el bacalao?, o mejor dicho ¿dónde esta la suprema de bacalao?, pensé, ¡¡igual es un producto que no conozco¡¡ y asi con esta duda que me atormentaba en cuanto llegue a casa busque en el diccionario el significado de la desconocida palabra ‘’filete de la parte mas ancha del tronco de algunos pescados’’, respire tranquilo y me dije, menos mal que me toco la suprema, porque si me llegan a servir bacalao a secas no se que hubiera sido de mi. El sabor, al igual que el de la espuma blanca que acompañaba al salmorejo, era totalmente neutro, no sabia a nada, entonces caí, el camarero que me explico al principio de la velada que la espuma era de queso se había equivocado, ¡Era de suprema de bacalao!, desfecho el entuerto mental seguí analizando el plato, que estaba compuesto por dos trozos del pescado sin piel (que desperdicio), sosos y carentes de la imprescindible y característica textura esponjosa, entre estos pimiento del piquillo triturado tal cual y debajo unas verduras que parecían haber estado cinco días en una sauna a cien grados, vamos otro fiasco.

Llegado este punto, mis entrañas me exigían imperiosamente comer, me mentalice, supere mis perjuicios, y como dijo el famoso Espartero, maestro del toreo, pensé ‘’mas cornas da el hambre’’ mire a la derecha, luego a la izquierda y salí disparado, como poseso, hacia el plato de queso y jamón (cortado a maquina por supuesto) que aun sobrevivía intacto en la mesa de los niños, apresuradamente me hice con él y disimuladamente regrese a mi silla con el preciado botín, azaña que fue aplaudida por el resto de comensales que compartían conmigo la velada, y que, al estar en la misma situación que yo, me agradecieron devorando compulsivamente lo que tanto esfuerzo, físico y mental, me había costado.

Con el regustillo al jamón en la boca, veo aparecer al camarero con el siguiente y por suerte ultimo plato, ojeo la minuta, 'confit de pato a la naranja', me fijo en el resto de platos y compruebo que son como los tomates de la ensalada, clonicos, lo que me hace pensar que son de bote, se acompañan de unas patatas a lo pobre y una rodaja de naranja dispuesta en el lateral, decido probarlo y, mas de lo mismo. Con la piel del ave se podía fabricar un tirachinas, la carne, a excepción de la que estaba pegada al hueso, tenia la misma textura que la del hueso duro de jamón que se utiliza para aromatizar el cocido madrileño, por lo tanto por mucha voluntad que se le pusiera nunca desaparecía de la boca, la salsa de naranja simplemente no la encontré, pero lo peor, lo mas grave y lo mas bochornoso de la preparación eran las patatas, estaban cocinadas con un aceite neutro, de girasol en el mejor de los casos, lo cual considero un pecado mortal, recocidas, pasadas de punto y sin las puntillas doradas que son características del ultimo golpe da calor, vergonzoso, teniendo en cuanta la inmensidad de oro liquido de excelente calidad que chorrea por nuestra geografía, lógicamente allí se quedaron.

Por ultimo, el postre, una tarta de bizcocho que fue lo mejor de la cena, había sido encargada a una pastelería local. Así termino el fiasco gastronómico, pero bueno, que vamos a hacer, haciendo uso de nuevo del refranero castellano, al mal tiempo buena cara.

Ninguno de los allí presentes entendíamos nada, la principal finalidad de tan magno edificio es dar de comer al que por alli aparece, porque el lugar en cuestión no es un hotel, ni un balneario, ni un parador, ni un castillo, es un restaurante (o al menos eso se supone), y como tal debe dar prioridad a lo mas importante por definición, la comida, así la majestuosidad de los descritos salones queda totalmente eclipsada una vez que el comensal se sienta en la mesa, y las buenas sensaciones iniciales se desvanecen con la llegada del primer plato, con la desgana del servicio, con la mala calidad de las copas y con todo lo que a lo gastronómico se refiere, de que sirve tanto continente si no existe contenido.

Por lo tanto, y después de esta crónica, avisado queda el viajero, que atraído por la espectacularidad de la fachada, cual Ulises por canto de sirena, ensimismado, hechizado e hipnotizado caiga en sus garras, que sepa que cuando despierte del embrujo ya será demasiado tarde, y tendrá que sufrir en sus propias carnes lo que yo sentí en las mías, no, esto no es una fábula, por desgracia es la pura realidad, porque a veces la realidad supera a la ficción, advertido estas querido lector.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Vinsimes

    Gracias por avisar...

  2. #2

    Andrade

    Gracias, me he reído mucho (aunque para tí no tuviera ninguna gracia).
    Un saludo.

  3. #3

    Anubis7

    Me he reido muchisimo lo que no quita que haya sentido pena por lo que pasaste. Te agradezco el aviso .. Saludos

  4. #4

    Craticuli

    en respuesta a Vinsimes
    Ver mensaje de Vinsimes

    De nada, no hay de que, para eso esta Verema ¿no?.

  5. #5

    Craticuli

    en respuesta a Andrade
    Ver mensaje de Andrade

    Pues si. La verdad es que ahora me rio, el día de la cena no me reí tanto, es una pena que en una ciudad que existe una extraordinaria oferta hostelera aun subsistan lugares asi, y mas aun con la inversion que los propietarios deben haber hecho para tal complejo, pero bueno, con no ir más es suficiente.
    Saludos.

  6. #6

    Craticuli

    en respuesta a Anubis7
    Ver mensaje de Anubis7

    Hola Anubis7, me alegra haberte hecho pasar un buen rato, el comentario aunque pueda parecer exagerado, y pese a su tono sarcastico, es real como la vida misma. Lo mas fuerte del asunto es que el maitre veía como los platos volvian a entrar a la cocina practicamente llenos y ni se inmutaba, por lo menos los que yo vi por mi zona, y desde luego los de mi mesa.
    Creo que me he pasado de extension en mi comentario, y por ello no creo que se anime a leerlo mucha gente, pero pienso que quien aparezca por la zona con intenciones gastronomicas, si consulta previamente Verema, le será de gran utilidad.
    Saludos cordiales.

  7. #7

    oscar4435

    Ya sabes que yo por esos lares,soy abonado del maralba,pero se agradece la información,nunca esta de mas, increíble lo que cuentas,y lo de los 90€,si que es de risa,un saludo.

  8. #8

    Vicoci

    Me e divertido mucho con el relato de la velada, es bueno saber y conocer lo que por alli se cuece.

    Menos mal que los niños os dejaron algo que comer.

  9. #9

    Espartero

    este año la toma del castillo,en el mirador

  10. #10

    Craticuli

    en respuesta a oscar4435
    Ver mensaje de oscar4435

    Lo se Oscar, lo se, sin duda una de las mejores opciones de Castilla La Mancha.
    Respecto a la critica, ya sabes, la información es poder.
    Gracias por tu comentario y saludos.

  11. #11

    Craticuli

    en respuesta a Vicoci
    Ver mensaje de Vicoci

    Me agrada saber que te ha gustado, ese era mi objetivo. Y ya sabes, siempre es bueno que haya niños, respecto a sus platos mas que dejarnos se lo cogimos nosotros, ¡Pobres angelitos!.
    Saludos.

  12. #12

    Cente Medina

    Y el paisaje.....?
    Y si llevo un bocata de casa?

  13. #13

    Craticuli

    en respuesta a Cente Medina
    Ver mensaje de Cente Medina

    ¿?.

  14. #14

    Don_Enrique

    Estabas que te salías cuando escribiste la crítica-crónica, jajaja!! Enhorabuena por la misma; mis condolencias por la tortura sufrida.

  15. #15

    Craticuli

    en respuesta a Don_Enrique
    Ver mensaje de Don_Enrique

    Gracias por tu comentario. Espero que el lugar mejore en el futuro, y que este tipo de anotaciones sirvan para ello, porque la verdad es que las instalaciones son espectaculares y merecen mucho la pena, lastima que no se pueda decir lo mismo de lo gastronomico.
    Saludos.

  16. #16

    Espartero

    buena cronica.pobre graticuli

  17. #17

    Jeronimo

    Pero si está muy claro hombre, ahí se va a mirar y a comer te vas a otro sitio.
    Solo tienes que ver los anteriores comentarios "Desencanto" y "Bonitos Salones" eso ya te indica lo que te vas a encontrar, jeje

  18. #18

    Craticuli

    en respuesta a Jeronimo
    Ver mensaje de Jeronimo

    Que razón tienes Jeronimo, lo que pasa es que muchas veces vas a los sitios no porque quieras, sino porque te invitan a algo, y si es así te toca sin mas, algunas veces te sorprenden y otras no, que le vamos a hacer.
    Saludos.

  19. #19

    Riaul

    en respuesta a Craticuli
    Ver mensaje de Craticuli

    Igual es que el cocinero está teniendo un mal principio de siglo... le puede pasar a cualquiera
    ;-)

  20. #20

    Jeronimo

    en respuesta a Craticuli
    Ver mensaje de Craticuli

    Por cierto, si vuelves por allí dile al cocinero que en Francia las patatas para acompañar el confit, se fríen en la misma grasa del propio confit..

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