Restaurante Baydal en Calpe/Calp
Restaurante Baydal
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
24,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
29 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.1
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
6.1
RCP CALIDAD-PRECIO
6.8
Boquerones Fritos
Sepia Plancha
Mejillones al vapor
Restaurante Baydal
Opiniones de Baydal
OPINIONES
9

Acudimos con expectativas y salimos defraudados. Entrantes flojos: ensalada normal y corriente; frituras más que regulares y pulpo solo decente. El arroz, suelto pero sin ningún sabor. Vino blanco de la zona (no recuerdo el nombre) que recomendó el camarero: ramplón. Servicio muy mejorable con camareros que salen a fumar caca dos por tres y están de charla entre ellos o atendiendo a la televisión. Malas caras cuando pedimos que traigan otra copa, pues estaba sucia. No pedimos postre.

Local playero con escasa separación entre mesas. Cuatro comensales. Tomamos el menú del senyoret (22 euros) que consistía en tres entrantes y arroz del senyoret. Los entrantes fueron ensalada valenciana (correcta), fritura variada (bien) y pota guisada (tierna y sabrosa). El arroz resultó ser lo mejor, en su punto y con sabor. De postre, dos cremas catalanas (ricas) y dos tartas heladas. El vino elegido fue un buen Terreta Rosé 2012 (12 euros), servido demasiado frío por lo que no pudo ser disfrutado hasta bien avanzada la comida. Carta de vinos normal para un restautante de este tipo, con precios normales. Cristalería, cubertería, mantelería y vajilla, corrientes. El servicio, algo lento dado el gran número de mesas ocupadas del local.

Íbamos a pasar el día a la playa y nos recomendaron este restaurante porque la relación calidad-precio estaba muy bien.

Situado en la carretera del puerto en Calpe, es dificilísimo aparcar por allí cerca, al menos en temporada alta y además hay mucha policía multando, por lo que optamos por aparcar un poco más lejos e ir andando.

El local no es especialmente atractivo, todo está acristalado y con apariencia de los años setenta, pero eso sí es bastante funcional, un restaurante clásico de costa en el que ir vestido de “playa” queda bien con la decoración. Eso sí las vistas son bastante buenas, ya que desde cualquier punto del restaurante se ve el puerto.

El local tiene dos salones comunicados y servicio de barra. Destacar que debido a la gente que había en la barra tomando el aperitivo el local se percibe como ruidoso. Aunque es grande las mesas están demasiado juntas. Eso sí es recomendable reservar al menos en temporada alta porque aunque hay muchas mesas, se acaba llenando.

Dado que nos recomendaron el menú del senyoret ni siquiera ojeamos la carta. El menú consistía en tres entrantes obligados: fritura variada de pescado, pulpo a la gallega y ensalada valenciana. Buenas raciones para compartir y platos fáciles que es en definitiva lo que apetece para un día de playa. Raciones proporcionadas, ya que combinada con el arroz te quedas bien pero no saturado.
A pesar de que el restaurante aún no estaba lleno y tener bastantes camareros el tiempo de espera entre los entrantes y el arroz fue quizá un poco excesivo, lo que nos obligo a comernos hasta la última aceituna de la ensalada, pero se comprende porque el arroz te lo hacen en el momento, así que merecía la pena esperar.

Respecto al servicio de camareros, había bastantes 6 o 7 algunos iban agobiados y otros más bien deambulando por la sala. La camarera que nos atendió apenas nos miró a la cara y servía como el que pasa y deja los platos sin más, hasta el punto de ponerse a emplatar el arroz sin preguntarnos si queríamos comer con platos o directamente en el paella, detalle que no nos gustó porque tuvimos que indicarle que no nos emplatara.

La calidad del arroz muy buena se notaba que eran productos frescos, el arroz tenía apenas un dedo de profundidad y estaba muy sabroso, realmente fue una buena elección.

De los postres que incluye el menú optamos por sorbete de cava al limón, muy correcto para refrescar y limpiar la boca y dos cafés.

Para beber tomamos un cava; Castillo de Perellada Brut, bien servido y adecuado el precio en carta.
El precio, el del menú sin sorpresas 22 euros, más aparte la bebida y el café, saliendo a 30 euros por persona.

Tras una magnífica mañana visitando Callosa d’en Sarrià y su bello paraje de Les Fonts de l’Algar nos acercamos a comer a Calpe para luego descansar un rato en la playa. Guiado, nuevamente, por los comentarios veremeros, y viendo que este año Paco Higón había faltado a su cita veraniega de rigor, hicimos parada en este local.

Sin reserva y casi lleno, una mesita escorada que nos aislaba del resto del bullicio nos estaba esperando. Descrito en anteriores comentarios, el aspecto visual y decoración no seducen especialmente, tampoco creo que se busque por parte de la empresa.

Todo al centro:

Mejillones al vapor. Cumplida ración de un plato por el que siento una especial debilidad y que resulta uno de mis fijos siempre en entornos de este tipo. Misión imposible para un servidor no sorber el rico caldito con una de las cáscaras, sobre todo en casa. Consolidado.

Sepia Plancha. Dos sepias de mediano tamaño conformaban, de nuevo, una abundante ración. Bien de textura, sabor y plancha. Fácil.

Boquerones Fritos. Plato a rebosar de pescaditos con un punto de fritura excelente, sin rastro de aceite y realmente sabrosos que completó la comida. Destreza.

Para nuestra querida e inagotable sobrina, Gazpacho Andaluz, Patatas Fritas y Picoteo de lo de los tíos, además de un helado como postre.

Cestillo con tres panes chapata, creo recordar, muy dignos.

Para beber tres dobles bastante bien tirados, agua y un refresco de naranja.

Un correcto café solo para terminar.

En resumen, se trata de una empresa de corte clásico dentro de un entorno de proximidad playera que ofrece una carta acorde con lo que pretende y consigue ser. Manejan un más que correcto producto controlando una técnica de mayor o menor complejidad pero que cumple el objetivo de satisfacer al comensal.

Nota: El precio está calculado para lo tomado por los dos adultos.

  • Boquerones Fritos

    Boquerones Fritos

  • Sepia Plancha

    Sepia Plancha

  • Mejillones al vapor

    Mejillones al vapor

Nueva visita a Calp y nueva visita a este clásico restaurante de playa. Tomamos el menú del senyorte, que por menos de 25 € incluye ensalada, pulpo a la gallega y pescaditos fritos además de arroz del senyoret. Tomamos un Blanco Nieva por unis 14€. Con café y no tomamos postres.
Por lo demás lo de siempre, sericio atento, fogueados en atender cantidades masivas de personas, pero no por ello menos atentos y dispuestos. El local funcional, algo frio, local playero sin gran atractivo. El coperíodecente. La carta mediocre, aunque ha crecido sustancialmente y por cierto como novedad y siguiendo las modas una amplia carta de ginebras y una buena selección de tónicas para ofrecer gin tonics a precios razonable... Que no baratos.

Y repetimos algunas veces más este verano. El arros del Senyoret por 12,50€ la ración no es barato pero no está nada mal.... por lo demás si se piden entrantes como chopitos, pescadito frito, boqueoncitos fritos,.... la calidad es alta. Tomamos un Enrique Mendoza chardonnay que acompañó bien la comida. Como siempre el servicio del vino muy pobre y el servicio de sala, incluso con el restaurante a tope ... eficiente

En una zona plagadita de Restaurantes este es mi lugar de referencia. Bien para tomar un buen arroz marinero bien para tomar un buen pescado fresco. Cocina de mercado basada en los arroces y pescados. Local amplio y algo desangelado, pero confortable, con un servicio atento y cariñoso. Servicio del vino casi inexistente. Copas muy mejorables y carta pobre. Seguiré repitiendo cada vez que vaya por Calpe.

Coincido mucho con el comentario anterior. Estamos ante el más clásico de los restaurantes de Calpe (desde 1941), situado en una privilegiada posición a la entrada del puerto que le da mucha visibilidad. Llevo comiendo allí desde mi adolescencia cuando iba de vacaciones a Calpe. En su día el local hizo una reforma pero las esencias son las mismas. Sigue siendo un local festivo y ruidoso, con mesas muy juntas, como suele ser habitual en muchos locales de este tipo en la costa. En esta última visita, que ibamos invitados, el local estaba lleno (sábado mediodia) y claramente faltaban camareros para atender en sala. Estuvimos muchos minutos esperando atención entre plato y plato, al igual que otras mesas. De entradas, pescadito frito (bien la fritura) y tellinas (más flojas, no estaban bien limpias). De plato principal, un arroz del senyoret (según su página web, lo inventaron en este restaurante) que estaba bien, sabroso pero algo hecho. Postres nada destacables.
La carta de vinos es muy deficiente, con apenas referencias, especialmente en el apartado de blancos y espumosos (no les quedaba Viña Esmeralda y tuvimos que pedir el "Albariño", sin indicación de qué marca era). Copas lamentables y el vino no se da a probar.
En definitiva, un local que sigue viviendo de su ubicación y larga trayectoria pero que no ha evolucionado nada en el trato del vino y que ofrece un muy mal servicio de mesa como consecuencia de su recorte presupuestario. Tardaré en volver si tengo que pagar yo.

  • Restaurante Baydal

    Restaurante Baydal

Bajo mi punto de vista, unico establecimiento en el puerto de Calpe que merece la pena, donde puedes picar o comer clasicos de la Marina Alta como el suquet o un buen arroz. Sucede sin embargo que ha ido a menos al perder a tres de sus empleados en los ultimos ejercicios, uno de ellos el Jefe de barra, y haber recortado recursos humanos, sirviendo en sala tres camareros menos, lo que se traduce en un servicio deficiente. En barra nada mejor que pedir cigala o gamba hervida, muy fresca, un fantastico tollo, pescado frito o la especialidad de la casa, los calamares a la romana, sencillamente gloriosos. No he tomado en otro sitio algo parecido. El secreto, segun indican en cocina, el el rebozado, crujiente y sabroso, sin pizca de aceite. Picamos un par de dias esta semana santa (tiran muy bien la cerveza) y comimos el viernes. La comida, algo desastrosa. El local tiene espacio para no fumadores, pero con independnecia de donde estes, las mesas estan muy juntas, hay mucha contaminacion acustica y, como decia, el servicio estuvo poco atento. Al menos, si tienes mesa cara el Peñon y al club Nautico, disfrutas de buenas vistas. Pedimos cigala (¡que no nos trajeron pero si cobraron!), calamares y tollo de entrantes y una paella de marisco para 4, muy rica, que buen genero, grano suelto y nada empastrada. Para beber Viña Esmeralda 07. Servicio del vino nulo. Ni llenar las copas. Coperio nulo. De postre un correcto tiramisu y dos fantasticos sorbetes de cava. Pedimos tres cafes ¡¡¡y nos cobraron seis!!! En fin, he ido muchas veces y lo sigo recomendando, pero la ultima experiencia dejó mucho que desear. No dejeis de probar los calamares.

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