En el bonito pueblo de Tolosa se encuentra este local famoso por sus alubias de la zona, aviso no confundir cafetería frontón, donde también dan comidas, con el restaurante, están pegados y ambos se reconocen por una fachada de color rosa que difiere bastante de la bonita decoración del pueblo.
Subiendo unas escalares llegas al comedor, bastantes mesas, decoración clásica y local lleno.
Tienen un par de menús además de la carta, pero ninguna tiene alubias, así que como lo que queremos es alubias de Tolosa, nos recomiendan picar algo de primero o ir directamente a la alabiada, como de aperitivo tenían un chorizo de guijuelo , Carrasco , que esta muy rico , pedimos por favor otro platito y directamente a la alubiada .
Te sacan en un plato la berza, con un punto al denté, crujiente y al lado dos buenos trozos de morcilla de Beasain , de la carnicería Olano que es una maravilla, cebolla, puerro, canela, sangre y una tripa fina, la mejor morcilla que he comido, luego en un bonito plato hondo las alubias, de un tamaño mas pequeño que la típica española , de color rojo y con su caldo , que parece chocolate a la taza , tanto en color como en textura , finas , bien cocidas , solo con agua y abundante aceite durante horas y después se sazona , mantequilla , en contraste con la crujiente berza y la maravillosa morcilla y por supuesto no podían faltar las guindillas de Ibarra .
La verdad, después de la fabada de los Moran, la legumbre con la que mas he disfrutado en un restaurante, de alubias te ponen dos veces, no dejan el recipiente en la mesa, pero si que repites, este plato cuesta 18€+iva.
Me imagino que alguno dirá que para ser alubias caro, el kilo de estas anda en torno a los 13€, en el restaurante tienes bolsas de medio kilo o kilo a 14€ kilo con la receta y no puede ser mas simple, agua, alubias y aceite y mucho tiempo de cazuela, como otras muchas cosas mas, valen lo que valen, pero ese punto de cocción, esa berza crujiente, esos dos buenos trozos de la mejor morcilla que he comido y esas piparrás de primera , a mi en casa ni me salen , ni me saben igual , así que yo encantado de que siendo tan rica la alubiada , me cueste lo que dispongan los hacedores .
Otra cosa es el postre, pedimos dos, una torrija con natillas y helado y un arroz con leche de caserío y helado, también de vainilla a 7€+iva cada uno, y desde luego nada destacable ni de uno ni de otro, de hecho es la torrija mas sosa que me he llevado a la boca, esto si me parece caro.
Para beber un brut privat 2013 a 18€ +iva, un dulce Ochoa y todo un descubrimiento, licor de sidra zapiain, con solo 21º, me atrapo esta bebida, lo malo es que por lo que me dijeron, se lo llevan todo los rusos.
Bonito detalle, tanto la botella de Ochoa, como la de licor de sidra, las dejan en la mesa, yo me eche un poco mas de ambas y aunque esperaba que me cobrasen mas, solo una copa por botella, a 5€+iva el moscatel y 4€+iva el licor.
Resumiendo bonito día para comer alubias , merece la pena probarlas , además hacen cocina muy variada .
Después de oir muchas buenas críticas y alguna no tan buena, apostamos por comer en el retaurante frontón beotibar. La acogida es muy buena porque nos instalan en una sala aislada para los seis comensales y para un bebé. Sala llena de botellas de vino y cavas de puros, muy bonita. El coperío perfecto, de lo mejor que he visto. Hasta ahí todo perfecto sin embargo, la comida flaquea desde el principio. Alcachofas con puré de manzana bastante flojo e insipido.Después pedimos unas Xixas (setas)de temporada con huevo escalfado y este plato aunque estaba bien, me pareció un engaño porque traía cuatro setitas encima de un huevo. Después cada uno pidió cosas diferentes. Yo me decanté por unas alubias de Tolosa que estaban bien, pero les faltaba un punto aunque la morcilla era exquisita, la mejor que he probado hasta el momento. El rodaballo bueno, pero sin florituras y la carne igual buena. Hubo alguna queja también en un plato de guisantes y en otro de esparragos. Los postres excelentes todo hay que decirlo. Para terminar nos pusieron un kefir de fresas y ciruelas que estba muy rico también. Conclusión, tienen mucho que mejorar en mi opinión y sobre todo la atención fue un poco irregular. El cocinero Roberto Ruiz se acercó varias veces a nosotros y en ninguna ocasión nos preguntó si estaba bien la comida. El vino bien sin más, el chef nos recomendó un Caecus 2006 aunque lo sirvió algo subido de temperatura para mi gusto.