El ambiente general es muy bonito y acogedor. La comida era muy buena pero en esta última visita hemos probado cosas muy raras en raciones pequeñas: se nota que el cocinero asturiano Guillermo ya no está (sería bueno saber donde trabaja ahora). No existe carta de vinos, sólo una pizarra con los nombres y sin precios (luego veríamos que algo caros en la cuenta final). El servicio se podría mejorar (y también los precios).

El sitio pequeño y acogedor, pero los vinos que recomiendan cada semana o mes o no se son bastante malos y los precios bastante caros de el vino.Por otra parte la comida el precio esta razonable pero cunado te ponen la comida casi ni se ve de las raciones tan pequeñas que ponen. bueno acabando es un sitio bonito pero caro, no carisimo.Lo recomiendo, pero ..............

Lo primero que nos llamo la atencion fue su nombre "El Granero", no sabiamos si por su decoracion taurina se referia al famoso matador Manuel Granero y Valls (1902-1922) o si dada su decoracion labriega se trataba de una alegoria al lugar donde se guardan los granos. Nada mas entrar su ambiente, grato y acojedor, te relaja.Stefan te recibe con una cordialidad como de casa y te deja una sugerente carta que consiste en un pequeño macetero donde estan clavados unos pinchos metalicos que sotienen en su punta un papelito con cada plato. Tu retiras los que quieres probar y Guillermo, el maestro de los fogones, te los combina y sirve a su gusto. Todos deliciosos. En nuestra visita pudimos probar Carpacho de Buey con virutas de foie, Piruleta de queso de cabra a la plancha con mojo de cilantro y cenizas de puerro, Caramelos de bacalao frito con pisto manchego,Croquetas de iberico,Magret de pato sanfrante con champinions y agridulce de frutos rojos. De postre Hojaldre de arroz con leche y jalea de manzana y biscuit de avellana con chocolate caliente. La comida y postres una delicia para el paladar.Bebimos un blanco afrutado Tagara ( denominacion Icoden-Daute-Isora).Color pajizo y de agradable en nariz y gusto a frutas. La temperatura de servicio no era la mas adecuada ya que estaba en el mismo conservador de los tintos (15º). La segunda botella, que previamente habiamos pedido enfriar, nos hizo saborear este vino en toda su intensidad.
Precio para 4 personas : 90 euros.

Restaurante pequeño con dos espacios, terraza y sala con 3 mesas. Montaje sencillo tipo tasca pero con buenas copas. Servicio en sala atento y profesional. Cocina creativa a cargo de un joven chef con un conocimiento del producto sobresaliente, muy creativo pero combinando perfectamente los sabores de los ingredientes. Carta original y divertida, carpaccio de buey con foie impecable con 3 aceites para acompañar –Albahaca, Trufa, Setas-, raviolis de pato con papas al romero espectaculares, brocheta de atún con soja, foie y mantequilla de wasabi, croquetas de hongos y trufa……y para terminar espuma de leche merengada con lichis y chocolatísimo – sopa de chocolate blanco con trufa, brownie, trufa de chocolate negro con coco-, en fin un lugar para volver. Carta de vinos justita pero con buenas referencias, posibilidad de llevar vinos –descorche 6€-. Sala No Fumadores y terraza de Fumadores. Volveremos.