No con demasiada fecuencia, pero si lo suficiente como para entablar relación con los camareros y barmans, visito Gimlet (para mi la mejor cocteleria de Barcelona, a distancia del local madre Dry Martini o de otras muchas "de diseño") pero tambien el local hermano, Casa Fernandez.
Aprecio mucho que en una empresa o negocio, los empleados, sean los mismos desde hace un tiempo. Se sobreentiende que algo hace el hecho de que el servicio lleve tiempo trabajando en un local, y eso se nota. Para mi un 10 en ese sentido.
En la comida, tortitas de camarón (mas que correctas) las croquetas de queso, una fritura de sonsos bastante buena, o una tapa de jamon simplemente correcta. Vino a copas, Valdubon en tinto y un rosado del Penedes que no recuerdo.
En general, bien, y releyendo el ultimo comnetario, 100% de acuerdo, no es para matarse por volver, pero soluciona una noche.
Lo dicho, pero. El servicio, ...gigante...

Había oído hablar de éste local y de Javier de las Mulas y tenía ganas de probarlo.
Tres comensales, en las mesas al lado de la barra (curiosamente altas por cierto).
Servicio correcto, mostrando interés por si nos gustaba lo que comíamos y sugiriendo algunos entrantes.
Comimos de entrada croquetas caseras, tortilla de camarones (crujiente y exquisita), pimientos del Padrón (normalitos), y buñuelos caseros de bacalao.
Segundos, Rabo de toro, al parecer exquisito, y Bacalao a la donostiarra que me pareció muy acertado.
El vino, un verdejo bien de temperatura. No puedo decir cual era porque no dejaron la botella allí, si no que iban sirviendo, vi la marca pero la olvidé después (lo sé, imperdonable).
Al final 111 euros los tres.
Me pareció muy correcto todo, ni para criticarlo y no volver, ni para echar cohetes y quedarse a vivir allí ...
Volveré algún día para probar algunos de los entrantes que nos sugirieron que parecían originales y trabajados.
Saludos

vale que es de Javier de las Muelas pero el precio no justifica lo que comimos, me pareció excesivo.Cuatro trocitos de pan de coca de vidrio mal untados y de tamaño ridículo 2,50€, unas patatas chips fritas de mala manera con dos trocitos minúsculos de foie 16€, un plato de escarola con dos trocitos de bacalao y cuatro mini anchoas 9€,lo único bueno las croquetas de joselito y de parmesano, a 1,90€ la pieza.Carta de vinos super hinchada, referencia como jose pariente casi se cuadriplican.Un crep sencillisimo con una bolita de helado 6€ y un trozo de ensaimada de Mallorca otros 6€.
Me parece un poco abusivo por lo que comí.
Servicio amable

Enésima visita a este bar compensado. Local ruidoso (si hay gente, con la crisis, un remanso de paz).

Ha cambiado la carta y al cocinero. Sigue habiendo una cocina informal, con alguna sugerencias apetitosas.

Comimos:
Unos tomates con anchoas y guindilla, sabrosos.
Mi acompañante unos huevos fritos con jamón joselito (buena pinta tenían) y yo una hamburguesa con patatas, bien tanto las patatas como la hamburguesa, acompañada con mostaza a la antigua.

Hay una carta de vinos más que interesante. Nosotros optamos por cerveza dada la saturación con la que llegamos ayer de La Torroja del Priorat y de Falset.

Café bueno.

Es una opción habitual para ir a comer al mediodía cuando me encuentro en el despacho.

Un consejo práctico, se está mejor en el comedor al final del local, aunque pueda parecer más glamouroso sentarse en las mesas de la entrada.

Habitualmente pedimos los chips de Alcachofas, el surtido de setas o una tapa de jamón, y en esta ocasión nos decantamos por el surtido de setas (trompetas, cama grog y demás).

Como segundo plato acostumbramos a pedir los huevos con jamón o foie, atún a la plancha o las hamburguesas, ya sean individuales o en surtido, en nuestra última visita elegimos el atún a plancha, y aunque lo pedimos muy poco hecho (en nuestro caso, mientras no de coletazos, ya nos gusta)la realidad fue que nos lo trajeron demasiado hecho.

Para beber pedimos un Belondrade & Lurton, un muy buen verdejo, por no decir de los mejores, aunque quizás con un precio excesivo.

Para el resto de aspactos, coincido totalmente con los comentarios de Pelos.

... lo visito.

Más bar que otra cosa, situado en la zona del mercado de Galvany en Barcelona. Ambiento algo pijo de más e intimidad no conseguida. De hecho te enteras de todas las conversaciones (especialmente en el fondo del local).

Valen la pena los huevos fritos con foie o jamón, que sirven con abundantes patatas fritas recién hechas (de agradecer), la hamburguesa con cebolla confitada y vale la pena hacer caso de las sugerencias del día.

Tienen vino a copas, normalmente tres vinos de diferentes denominaciones, y una decente carta de vinos, teniendo el cuenta el tipo de local.

Buen servicio, aunque mejorable atendiendo al estandar de la propiedad (Javier de las Muelas-speakeasy-gimlet-dry martini)

Para escaparse del menú e ir de vez en cuando
(el precio por persona que indicio, no incluye vino. En mi caso bebimos un Miserere 2004 (priorat de costers del siurana) a 49 euros.