no entiendo que un restaurante medio tirando a bueno, no tenga agua mineral, siendo el agua tratada, o sea, del grifo. Aberrante. por lo demas bien, aunque tampoco se pasa

Comida navideña. Al centro pedimos varios platos para compartir, tempura (normalita), sticks de pollo (secos y poco sabrosos) y alguna ensalada con queso de cabra (muy rica). De segundo ensalada "cesare" bien presentada y abundante pero nada sorprendente.
No tomé postre pero la pannacota tenía buena pinta con una presentación en tarro y frutas del bosque.
Para beber tomé cerveza pues el vino pedido era el lambrusco de la casa (deleznable, aunque todavía no he probado ningun lambrusco que me guste).
Cafés y un licor de la casa. El local muy ruidoso y RCP correcta.

Esta muy bien de precio y el servicio es atento la comida normal pero buena para lo que estas pagando.

Un amigo y yo hemos comido hoy en este restaurante. Hemos pedido el menú diario, a 9,50€.
De primero nos han traído una piadina y un vitello tonnato. La piadina correcta sin más, el vitello tenía excesiva salsa, pero de sabor estaba rico. De segundo, ambos hemos pedido los rigatoni. Estaban al dente, como a mí me gusta la pasta. Bien. De beber un par de copas de tinto de la casa y de postre panna-cota. Habría que volver a cenar para valorar con mayor criterio, pero de momento es lo que hay.

Un buen italiano para disfrutar de la pasta con los amigos.
Primero pedimos unos antipasti de entrada consistentes en una piadine con quesos y una especie de panecitos con 3 tipos de salsa (pate oliva, quesos y tomate), un buen entrante ya que el pan era de calidad y las salsas como el pate de oliva no tenian el sabor industrial de algunos que venden en las grandes superficies. De plato principal unos spaghetti mixata (nombre aproximado) con nata y setas, el sabor muy logrado. De postres nos sacaron un surtido con panacota, mousse de chocolate, tarta de frutas del bosque y tiramisu.
La carta de vinos muy justita, pero en estos casos ya se sabe que no vas a eso. El servicio muy bien y atento excepto un componente del mismo, el cual, una vez pagada la cuenta y con propina incluida no paraban de insistir en que si queriamos algo mas, con lo que decidimos salir y continuar la conversacion en otro lugar. No era por servir otra cena en la mesa ya que era el ultimo turno. La separacion de las mesas correcta para este tipo de restaurante. Entorno acogedor.

Cena de sabado con amigos en Sorsi e Morsi , mesa para cuatro ( para mi gusto , mesas algo juntas ) . Restaurante al 100 % . Temperatura interior algo elevada que al mínimo comentario corrigen . Decoración muy moderna con toque rustico ( muros caravista pintados ) . Elegimos dos entrantes para compartir : ensalada mixta y tempura italiana ( normal ) . De platos principales , todos pasta ( muy buenas ) . Carta y servicio de vino muy justo , tomamos dos Vegalfaro tinto crianza 2005 . Servicio algo despistado . Coperio normal . De postre , todos tiramisú ( impresionante !!! aunque le faltaba algo de temperatura ) . Cafes correctos . Salimos a 30 euros . Un sitio para repetir . RCP buena .
Para reservas en cenas hay que tener en cuenta que siguen el sistema de dos turnos : 21 y 23 horas .

La verdad, estaba todo muy bueno, pedimos una ensalada que estaba completita y con una salsa muy buena, yo me pedi una pasta rellena de queso con salsa de trufas o algo asi y mi novia para no varias una pasta con salsa carbonara, la verdad que muy buena, plato completito y exquisito.De postre una tarta de arandanos que estaba espectacular.Volvere a ir me lo habian recomendado y nunca habia ido, no pedimos vino.

Restaurante italiano acogedor. Buena separación entre las mesas y decoración con materiales nobles. Carta amplia de pastas y ensaladas. Optamos por una ensalada rucolona (9,80€) muy buena y por unos spaghetis a los tres tomates (6,80€) muy acertados y macarrones a los 4 quesos (7,40) muy buenos. Pasta al dente en ambos casos. Carta de vinos escasa, y coperio acorde a este tipo de restaurantes. Optamos por un Vegalfaro (16€). El café es lo menos italiano que tienen (1,30€). Servicio amable pero justo. En definitiva, un restaurante que apuesta por la rotación, pero que mantiene un equilibrio local/comida/precio muy interesante. Para seguir probando.

En la emergente zona de ocio que se está convirtiendo Ruzafa, encontramos este restaurante italiano de decoración moderna, cómodas sillas y mesas, correcta distribución de las mismas (al menos entre semana) y ambiente acogedor y distendido.
Cocina italiana basada en la pasta, las piadinas y algunas ensaladas. No diré que es la mejor pasta que he probado, pero todo está bastante conseguido, pasta al dente de calidad y con buena relación calidad/precio. Las ensaladas son abundantes y están cuidadas. Especial mención el tiramisú que probamos, riquísimo, cremoso y con su punto exacto de café y amareto.
El tema del vino es algo flojo, con una carta de sota, caballo y rey, predecible pero de corte moderno, lo que no deja de cumplir las expectativas depositadas en el local. Servicio del vino minimizado a abrir la botella y adiós, pero tampoco espero más de este tipo de locales, así que si se sabe a lo que se va no decepciona.

Restaurante italiano con una carta muy completa y productos de primera calidad.
Servicio muy profesional y atento, son encantadores.
Tienen una carta de entradas larga y luego todo tipo de pastas, preparadas excepcionalmente.
pedimos croquetas, tomello que es un variado, panetti con salsa y fiambre y pollo frito. Luego pastas variadas y piadinas( como una pizza cerrada).
El postre buenísimo, tiramisu y pastel de queso excepcional.
Carta de vinos corta pero con buenas referencias tanto Españolas com Italianas, tomamos el vino de la casa un Montesierra blanco.
La gente que trabaja en este local es profesional y de trato muy atento.
Además excelente rcp.