... no te decepcionará. Se llama "Tapeo" en Andalucía, "Picoteo" en Murcia, y Pinchos o Pintxos en el norte de España. No es mesa y mantel. Es como el buen prólogo de un buen libro al que un día le dedicaras tiempo y dinero (CALIMA). Pero yo lo recomiendo. Todo lo que son fritos, croquetas de pringá o de salchichón de Málaga, el Flamenquin reinventao. La Tortilla, que no es la esponja de cualquier bar, parece casera (Aunque son diferentes las de Málaga y Banus) Es verdad que el servicio es más anarquico que en un restaurante típico, y se debe corregir. Las lentejas en la del Corte Inglés me sorprendieron gratamente. Sobre el Vino, la última vez que fui tomamos cervezas, porque nos gusta tapear también con ellas. Los postres se que van cada vez a mejor, AAHH! y el café se lo recomiendo a los Italianos, el mejor que me he tomado en Málaga (Provincia).

Cuarta vez que visito éste lugar, intentado descubrir cuál será su secreto para ser catalogado como sitio de calidad. Y por cuarta vez, secreto no develado. El lugar es está bien, es cierto, moderno, instalaciones de primera, barra exhibidora genial. El servicio, cada vez que lo visité, fue empeorando. En ésta última oportunidad fuimos recibidos con un "que les pongo", estilo churrería. Pedimos la carta, claro. "Entonces de beber que pongo", siguió la chica. "Pues hay carta de vivo aquí?", nuestra respuesta. La chica estaba de cachondeo con otras camareras y con otros dos de la barra, se ve que eran empleados que libraban ése día. A las 23 el encargado nos pregunta si vamos a querer algo más (a las 11 !!). Dijimos que no, claro. Bajaron la cortina hasta la mitad. Así fuimos atendidos en el bar de tapas del Michelin star chef más famoso de Málaga.
Las tapas, normalmente buenas. Flamenquín de setas, ensaladilla rusa con huevas de salmón (4 huevas), croquetas de pringá (2 x 4 euros) burguer de rabo de toro (lástima el pan, no sabía a recién hecho) Las opciones vino parecen pocas, pero suficientes, bien refrigerados, elegimos Vega del Geva de Málaga, basante bueno por 2,50 la copa.
En total, se puede ir si uno va en plan que te atiendan informalmente, a probar tapas que apenas superan la media de las ofertas de la ciudad, y con la billetera de princio de mes.

Bonito local moderno, gran barra y un par de mesas destinadas exclusivamente a degustación de 5 ó 7 tapas (creo recordar que era así)

Bastante gente, de esa que se apelotona tras la barra y te hace partícipe de su conversación, quieras o no. A lo que vamos....

Tapas, algo más contundente (sin alejarse demasiado de la tapa) y una carta de vinos corta con bastantes referencias en copas.

Copas decentes y servicio algo "sobrado".

De comer:

Ensaladilla rusa con ventresca (¿tenía ventresca?)
Gazpacho de cerezas, pse.
Lasagna de boquerones, sabrosa
Foie con queso de cabra y un lecho de mermelada (no me acuerdo de que) definido como "algo más que una tapa. El foie dejaba bastante que desear.
Buger Bull, sabrosa burger de rabo de toro.
Croquetas de pringá: buenas
Rabo de toro: bueno y potente
Foie caliente con salsa de lentejas, la salsa de lentejas me recordaba a los purés de lentejas, rico. El foie, nada del otro jueves
2 cañitas
1 botella de Enrique Mendoza Petit Verdot, bien de temperatura. Servicio inexistente, salvo el descorche inicial

Acogedor local de corte moderno, atractivo a la vista, invita a entrar. Si no hubiese tanto humo sería mucho mejor, un buen extractor es imprescindible, a mi modo de ver las cosas, para bares y restaurantes donde se pueda fumar.
La carta de vinos no es extensa, y las referencias las de siempre, poco innovadora y con lo "típico". Comimos las 4 tapas con cava, un acierto. Fueron flamenquín de setas (bueno), mollete con chorizo (bastante rico), patata rellena (algo insulsa), y carrillera (tierno aunque falto de sabor). Obviamente los nombres no eran estos, eran extralargos, pero no los recuerdo.
Dani García no estaba, supongo que será el propietario, no el cocinero. 4 tapas y 4 copas de cava, 32 euros.