Lugar del que se afirma por los zamoranos que tiene los mejores callos de Zamora.

Me habían hablado de este lugar pero no le he podido visitar hasta el pasado día 18. Curiosamente “a la ida” de una reunión a un lugar cercano, paramos y tomamos una racioncilla y “a la vuelta”, ya con algo más de tiempo, 5 personas, tomamos 3 cazuelitas de callos con un Elías Mora crianza (no recuerdo el año).

Las cazuelitas son pequeñas, me atrevo a decir del tamaño de las que te pueden dar de tapa en algún lugar.

El precio estuvo alrededor de los 20 euros.

Los callos bien, pero sin generar exclamaciones de alabanza, bien es verdad que soy de los que les gustan estos melosos (de los de pegarse los labios) y estos son de los más recios.

El entorno es el de un bar de toda la vida y se comen de pie, con paso adelante y otro atrás (picadita y paso atrás) me decía un zamorano que nos acompañaba.

El precio dada la cantidad, no es barato, pero los callos tiene un nivel y en cuanto al servicio del vino no me dio tiempo a “sondear el lugar”

Si vais por Zamora, acudir a esta zona, pues no solo por estos callos, es porque justo pegado esta el Lobo, con sus famoso morunos “de tantos si y tantos no”.

Bar de tapas de toda la vida. No se bien si "a-generacional" o "pluri-generacional". Hace unos meses recordaba mi primo que comía allí "perdices" (ojo, sardinas rebozadas) en la edad de su primera comunión, y eso son muchos años... más de medio siglo.Los callos son soberbios, pero los "tiberios" (mejillones en salsa picantona) no se quedan atrás. No pidamos copas Riedel para el chateo, no es su "look". le va el " a mogollón", pasito para coger a empujones y paso atrás para dejar al siguiente. Es lo que hay. Divertido y muy muy local....

Pequeño bar situado en una de las zonas de tapeo de Zamora, sus callos deliciosos, siempre lleno, pocas referencias para el vino que se consume en la zona.