Restaurante Pepe Vieira en Raxó (Poio)
Restaurante Pepe Vieira
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
40,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
84 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
7.5
Precio medio entorno ENTORNO
8.7
RCP CALIDAD-PRECIO
6.1
Bonito-Maiz
Ostra con leche de tigre
Vistas
Tomate y crema de queso de tetilla
Bonito marinado
Snacks
Opiniones de Pepe Vieira
OPINIONES
17

Segunda vez que visito este restaurante, y la conclusión es la que utilizo como título, es una tomadura de pelo.

Me explico, el restaurante está en un entorno privilegiado, con unas vistas increibles y unas instalaciones buenisimas. Todo muy limpio y con unas instalaciones modernas decoradas con mucho gusto. Hasta aqui todo bien.

El personal es atento y amable, el día de la reserva te mandan un video promocional por whatsapp y lo cierto es que van generando una espectación que te predispone a disfrutar de la experiencia. Sigue pintando bien.

Llegas al restaurante, te reciben anablemente, el sitio es tranquilo y agradable, pasas a un sofa donde te ofrecen una bebida te cuentan una historia de que este año los menús estan creados en colaboración con un antropologo basandose en productos tradicionales que pretenden recuperar etc. Sigue pintando muy interesante, pero aqui se empieza a torcer. En primer lugar te dan un menu que te pone el numero de platos y el precio, nada mas, o te pones a interrogar al pernsonal o te lanzas al vacio.

Lo cierto es que en este tipo de sitios suelo confiar en su prestigio, así que me lancé al vacio, elegimos menú y nos dispusimos a esperar sorpresas...

Primeros aperitivos en un sofa, luego otro en barra y pasamos a la mesa, empiezan los platos y lo que considero una tomadura de pelo. Redondeando diré que por comensal pagamos unos 150 €, dentro de los estrella michelin que he probado en galicia es el mas caro, pero ese no es el problema, lo que yo veo una tomadura de pelo, es que a ese precio, con una cigala hacen dos raciones, con una vieira calculo que cuatro (quien diria que se puede dividir una vianda de vieira en tantos trozos), del gallo te dan la sangre, el corazón y el higado, y del cerdo el rabo del que por cierto con un rabo hacen unas cuantas raciones. Por otro lado en el menu no recuerdo si ponia dos o tres postres, pero en mi opinion solo es un postre, un chupito y un bombon, por mucho que lo disfracen.

En platos tambien ahorran, esa moda de querer presentar los platos de forma original, en mi opinión, se les va de las manos, dos veces tuve que comer directamente de un papel arrugado, encima una de esas veces era un trozo de rape, que sin sentido alguno te hacen comer con las manos.

En resumen como performace muy bien, pero yo iba a comer, y que me diesen lo que en el Codigo Aliementario Español clasifica como despojos a precio ese precio me parece ridiculo. No repetiré seguro, es mas, si no fuera por otras experiencias anteriores en restaurantes michelín esta sería la primera y ultima vez en este tipo de restaurantes, pero aun así a partir de ahora, para ir a estos sitio investigaré mas sobre el menú, porque en otra como esta no me pillan.

Está fue nuestra ultima cena en un estrellado durante nuestro periplo gallego. El restaurante Pepe Vieira, se encuentra perdido en medio de la naturaleza, en el camiño da serpe en Raxo, en una zona de baja montaña, cerca de Poio y del Monasterio de Armenteira, para llegar es aconsejable tomárselo con calma y sobre todo llevar un GPS. Està ubicado en una gran propiedad familiar con bonitos jardines y muy buenas vistas a las Rias Baixas. El edificio es muy moderno, de diseño, vanguardista, yo diría que es el reflejo de la cocina del Chef Xosé Torres Cannas, que está al frente de los fogones del restaurante y que el mismo la define como moderna, evolutiva, comprometida y avanzada.

La sala es muy luminosa, de diseño, rodeada de grandes cristaleras con vistas al exterior y con una gran cocina a la vista. Las mesas son muy grandes, muy bien separadas las unas de las otras, impecablemente vestidas, no falta ningún detalle, buena vajilla, buenos cubiertos y buenas copas. El servicio de sala merece un párrafo aparte al final del comentario, que explica el "pero" del enunciado. El servicio de vino está a cargo del sumiller Xoan Cannas, que al mismo tiempo es el Jefe de sala. Es hermano del Chef y copropietario del local, fue nariz de oro en el año 2004. Tienen una bodega con mas de 350 referencias con vinos de todo el mundo.

Estuvimos acomodados en una mesa con vistas al jardín y a la ria.

Todas las fotos de la cena(13)pueden verse en el 1er comentario.

Proponen 4 menús distintos, todos sorpresa. Nosotros escogimos el menú Universo, que representa la visión de la cocina mas rural.

Como detalle de bienvenida, nos ofrecieron un cocktail Nordesia&Ginger Agradable.

Comenzamos con unos snacks:

Grisssini de sal y sésamo con cremoso de tetilla>/b>

Melón con tajin y chili

Como plato de bienvenida nos sirvieron :

Maki de jurel 'á feira

y siguieron :

Ostras con gin Fizz de Nordés

Sashimi de bonito con maiz helado, polvo de palomitas y sopa de maiz

Tataki de mero con ajoblanco de almendra y escabeche de mango

Merluza del pincho frita con piel de lima

Pieza melosa de ternera con mostazas antiguas y caldo de atún seco

El pan de maíz que acompaño la parte salada fue muy bueno.

Los postres fueron los siguientes :

Ganache de chocolate con frutos rojos confitados, crumble de cacao y almendra

Tarta de manzana y merengue con vainilla helada

Para beber, tomamos una botella de Maio05 DO Rias Baixas 2010100% Albariño de Bodegas Lagar de Costa de Dolores Fontán, es un vino de larga crianza en cubas en inox mas 6 meses de botella aproximadamente antes de salir al mercado. Lo encontré muy fino, elegante, con cuerpo, con muy buena acidez, y algo salino. Me dijeron que es un vino que evoluciona muy bien con el tiempo. Me gustó, tanto es así que me traje una botella.

Finalizamos con 2 cafés y para acompañarlos nos sirvieron :

Buñuelos de vainilla de Tahiti

Petits fours :

Trufa de café, Macaron de limón, Macaron de Maracuyá, Crumble de frambuesa lio, Roca de chocolate y muesli, Rosquillas de aguardiente y praliné, Gominolas de fruta de la pasión, Eclairs de Avellana y caramelo, Chocolates blanco y negro, Café y chocolate

Todos los platos estuvieron a una gran altura, cocina muy bien elaborada, algo provocativa, con materias primas del terruño de gran calidad y con una gran sapidez. Tal vez los platos que menos nos gustaron fueron la ostra con gin fizz del Nordés, que estaba frita y rebozada, y que para nuestro gusto no recordaba en absoluto a nuestra bien amada ostra cruda y la merluza del pincho, que aunque de gran calidad, su preparación no nos convenció, pero para gustos colores. Especial hincapié en los postres y en todas las "mignardises", que fueron excelentes y serán difíciles de olvidar.

Si la cosa, se hubiese acabado aquí, la nota hubiese sido muy alta, pero eso seria sin contar con el servicio de sala. Voy a parecer tal vez excesivo para algunos, pero este nos fastidió la noche y nos quitó las ganas de volver a este restaurante. Para nosotros, que apreciamos un buen servicio "normal", este servicio nos pareció "estirado", pomposo, creador de estrés permanente... realizando el cambio de platos a una velocidad supersónica, no te daba tiempo ni a saborear el ultimo bocado del plato precedente, aun estabas masticándolo y ya te estaban cantando el nuevo plato en posición de firmes, mientras, al mismo tiempo uno o dos camareros mas te llenaban el vaso de agua y de vino... aunque ya estuviesen llenos... Nunca en ningún lugar de España, habíamos encontrado un servicio así y nos hemos recorrido unos cuantos estrellados de una a tres estrellas... Eso no impide que haya cierta clientela que pueda sentirse a gusto con este servicio... A mi me recuerda, el servicio "collet monté", de ciertos grandes restaurantes gastronómicos franceses, que he tenido que soportar durante mucho tiempo por razones profesionales.

Por este motivo me va a ser muy difícil puntuar globalmente, al no existir un apartado preciso donde poder juzgar el servicio. Voy a reflejar pues mi insatisfacción con el servicio en el apartado del vino, única opción posible.

La cuenta ascendió a 86,10 €/persona. Buena RCP. No volveremos, por lo acaecido con el servicio. Si no se tiene en cuenta este factor se puede recomendar por la gran calidad de su cocina. Quisiera destacar que cuando salimos del restaurante, no sabíamos muy bien lo que habíamos cenado y teníamos un amargo sabor de boca. Fue cuando a posteriori empezamos a analizar el menú que deducimos que la calidad de nuestra cena había sido optima. Nunca habíamos tenido una tal sensación y es una verdadera pena que un servicio así pueda ocultar el placer de un tal festín.

Más alto que el horizonte... parafraseando a Serrat, aunque aquí no es el mediterráneo sino la ría de Pontevedra lo que podemos divisar desde los enorme ventanales de este precioso y muy espacioso restaurante.

Entorno: muy bien, muy bonito, como destaco arriba. No es tan difícil de encontrar como parece.

Servicio: muy cortés, pero algo envarado, echo en falta algo más de cercanía porque en estos sitios a veces parece que da corte hasta hablar.

Comida: en general muy bien, pedimos el menú Universo que creo que por 68 € tiene una RCP genial. Pescados fabulosos y en raciones muy generosas, no te quedas con hambre. El sashimi de bonito con maiz fue espectacular. Para mi gusto hubiera eliminado algún postre o petit fours y añadido una carne.

Vino: no vi la carta, en ese aspecto no puedo valorar, elegí uno de los acompañamientos. Nos sirvieron 4 vinos por 16 € (repitiendo varias copas de alguno) lo cual me parece un previo fantástico tratándose de un lugar así. Fue de más a menos, empezando con un soberbio champagne y posteriormente con un Rias Baixas que no conocía (Castro Martín Albariño sobre lías 2013), un agradable Vía Romana Ribeira Sacra para acabar con un correcto Enrique Mendoza moscatel dulce que personalmente me parece un vino muy trillado. Esto le baja un poco la nota, aunque el precio fue muy bueno, y las copas también.

En general bastante bien, con algunos platos de auténtico lujo (bonito y maiz, ostra con leche de tigre, merluza)

  • Bonito-Maiz

    Bonito-Maiz

  • Ostra con leche de tigre

    Ostra con leche de tigre

  • Vistas

    Vistas

Restaurante estrellado al que acudimos con unos tickets de internet similares a los de Óscar en el comentario anterior. El menú, quizás un pelín corto, tenía muy buena pinta así que me decidí a comprarlos. En nuestro caso incluían maridaje además de la comida.
El ticket avisaba que el menú que se disfrutaría finalmente no tenía que ser el ofertado y en nuestro caso no se pareció en nada aunque esto no quiere decir que fuese peor ni mucho menos.

Cuando llegamos preguntamos qué incluía el maridaje y, cuando nos lo comentaron, preferimos pedir además una botella de un vino que nos gustase para complementar bien la comida. En este caso nos decantamos por un Ratiño 2.010 de Rodrigo Méndez, un vino hecho con una variedad muy desconocida y con la que Rodri está haciendo un buen trabajo. El vino es untuoso y complementó la comida a la perfección, soportando incluso la carne sin ningún problema.

El menú empezaba con unos snacks variados incluyendo entre otras cosas unas aceitunas aliñadas y un par de cremas, una de ella de bacalao y la otra no recuerdo para las que había tostado una finas rebanadas de pan. Los snacks se maridaban con una copita de cava de Raventos bastante decente.
A continuación nos trajeron remolacha en texturas, lo que incluía trozos de remolacha líquida congelada y otra parte como si fuese una crema. El plato estaba bien resuelto y, a pesar de que la remolacha no es de mis verduras favoritas, no puedo decir que estuviese malo.
El siguiente plato consistió en unos tacos de bonito marinado en bloody mary de ginebra Nordés. La textura del bonito era perfecta, melosa y el sabor bueno, con un toque de pimentón.
A continuación llegó un plato clásico de la casa: tomate sobre una crema de queso de tetilla y salsa pesto. El tomate, ya pelado, estaba espléndido y la salsa de queso era de las de no parar de untar pan.
Por último, la carne consistía en unos buenos tacos de jarrete hecho a baja temperatura y posteriormente glaseado sobre una cama de puré de patata. Otro plato de los de mojar pan. La carne se deshacía en la boca, de textura perfectay el puré en su punto.
En el apartado dulce una tarta de chocolate y fresa con varias texturas. La combinación muy bien lograda, un buen postre.

Charlando con el maitre al inicio de la comida, se dio cuenta de que nos gusta el mundo del vino, con lo cual el maridaje cambió completamente. De lo que iba a ser un simple albariño de la zona sin demasiada enjundia, recibimos un riesling Georg Breuer 2.008 que estaba realmente bueno y en el apartado de tintos, lo que debía ser un Rioja decente pasó a ser un Pape 2.008 portugués de Quinta da Pellada que estaba tremendo.

Terminamos con un café y un gin tonic del que no puedo poner la marca de la ginebra porque fue a elección del maitre.

El restaurante, con unas vistas espectaculares, no lo describo porque creo que está descrito previamente. Vajilla y cuberterías buenas y copas, que sin ser de las mejores, están bien. El servicio impecable.

En definitiva, un restaurante muy recomendable al que habrá que volver para disfrutarlo con un menú completo.
Nota: El precio es el del menú con su maridaje sin incluir ni vino extra ni GT.

  • Tomate y crema de queso de tetilla

    Tomate y crema de queso de tetilla

  • Bonito marinado

    Bonito marinado

  • Snacks

    Snacks

Coma la practica me ha demostrado, solo cojo bonos de menús de locales que se que son buenos y por casualidad surgió un bono para este local que en mi anterior visita, fue para mi el mejor y visite unos cuantos estrellados.

Lo que pasa es que como lo compre con tanto tiempo ya no me acordaba ni lo que había pagado por el, generalmente los bonos que he cogido de restaurantes con estrella suelen andar en 65€ por persona, pero por supuesto salen muy bien como ya he comentado en varias ocasiones, en le ticket de este local ponía precio ciento treinta y pico, claro al comentarme el menú me pareció corto por ese precio y me comentaron de a mayores ponerme un plato mas , cuando toco me preguntaron y les comente que si , la cuestión es que estaba yo quedándome asombrado de lo flojo del menú , tanto en platos como en producto y hablando con el jefe de sala , que creo que es hermano de Pepe Vieira , y comentándole mi parecer , me informo de que el menú que nos habíamos tomado no era de ciento treinta y pico , eso era su precio , digamos normal , era un menú de setenta y pico para los dos , no sabia ni donde meterme , claro eso cambio mi percepción totalmente , estamos hablando de que por treinta y pico euros estábamos comiendo en todo un estrellado .

Cosas de comprar el tema con tanto tiempo que ni te acuerdas, además como comento no es lo normal para un estrellado.

Pero vamos al lió, nos trajeron unos aperitivos, también sacaron para Uxue que se tomo un menú infantil por tan solo 12€ y además le sacaron los mismos postres que a nosotros, se portaron de maravilla en este sentido.

Comenzamos con una empanada de carne, hecha en el local y muy rica, masa fina y crujiente, vamos nada que ver con la de panadería.

A continuación un cebiche de jurel y aguacate, sin grandes pretensiones aceptable.

Pan de congrio con jugo de pimientos de padrón, mojabas el bollo en este jugo picante y estaba muy rico, no podías parar y eso que no somos de picante, sutil por supuesto.

Taco de ternera melosa con puré de patatas, muy suave y melosa.

Y por ultimo fuera de menú, aunque no me lo cobraron, un poco de Steak tartare en una torta de maíz.

Luego un par de postres Requesón con miel, ya sabéis lo que tenga lácteos me chifla y tarta sache con frambuesa y chocolate blanco, también muy rica, bonita presentación.

Entenderéis mi rebote cuando pensaba que el menú me había salido sesenta y pico por persona, es un menú sencillo, corto y si os dais cuenta sin pescado, claro de donde sacan un pescado para poner aquí por treinta y poco .

Conclusión me equivoque al comprar este menú , este local es de lo mas creativo y original de Galicia y esta experiencia no le hace justicia , por supuesto servicio súper atento , menaje de nivel y local con unas preciosas vistas , nos tomamos una botella de lagar de pintos 3000 cepas por 24,8€ +iva , infusión 2,4+iva y un gin-tonic de una ginebra gallega , nordes , me gusto mucho , en otro local me comentaron que era una creación de Pepe Vieira y de su hermano , aunque me la recomendaron , ellos no me comentaron nada a este respecto , el gin-tonic a 9,75+ iva , la ginebra me costo la botella en una tienda 28€ , así que esta en la línea de lo que te suelen cobrar .

Cocina con producto tradicional pero navegando entre los limites de la creatividad y de las sensaciones!! para mi, fue sin duda, toda una experiencia que a la postre es lo que busco en este tipo de restaurantes; no ir simplemente a comer, sino ir a disfrutar, con tiempo, sin prejuicios, mente abierta, etc... Ciñiendonos a la comida fue perfecta de principio a fin. Elegimos el menu gastronomico, 16 platos pero cada uno distinto y ofreciendo sus "cosas".Para mi, espectaculares y muy buenos!! En cuanto al servicio del vno, inmejorable. Xoan Cannas, el sumiller del restaurante, un fenómeno, un absoluto conocedor del mundo del vino desde los españoles y gallegos hasta los alemanes pasando por los franceses; le pedimos a el sugerencias y nos ofrecio un Donhoff 08 de Nahe (Alemania) que fue perfecto para un menu maridaje del tipo del que tomamos. Las instalaciones y ambiente perfectos tambien; grandisimo local, bonito, moderno, en un paraje un poco escondido con vistas privilegiadas, huerta propia, cesped, etc,.....Volveremos sin duda.

Me gustó mucho, sobre todo el ritmo del servicio.
Tomé el menú gastronómico (dos horas y media) el largo.
Bien casi todo, se acercó a la perfección, salvo en las últimas elaboraciones que empezaron a fallar algunos puntos de cocción, me gusta más crudo.
La carta de vinos espectacular y original. Me sugirieron un albariño portugues que estuvo fantástico y un tinto por copas para el steak tartar que me enamoró.
Las instalaciones espectaculares.
Me sentí muy a gusto.

http://www.ojoalplato.com/archives/3963

He de decir que soy la típica friki que lee los comentarios al elegir un restaurante, y decidí no ir cuando leí los de este restaurante, pero mi pareja se emperro y allí fuimos, siempre te fías mas de lo malo que de lo bueno, las experiencias de los demás son tan validas como la mía pero he de decir que a mi me convenció. he de concordar con otras opiniones que he leído que los alrededores son increíbles, en medio de lo rural te encuentras un edificio modernito en pleno jardín de margaritas, por ahora me gusta, es verdad nos costo llegar y no te puedes fiar del gps pero ya íbamos sobre aviso, hicimos un par de llamadas al restaurante para llegar y nos guiaron hasta encontrarlo. La bienvenida fue muy natural, nada de artificios que no pegarían ni con cola, íbamos a comer no a que nos alabaran. Si vas a estos sitios es para dejarte llevar, no a exigir nada y por supuesto a tomar el menú largo y el vino que te aconsejen que para eso son los expertos, yo no voy al medico y le digo no mejor que ese tratamiento póngame este que me gusta mas, pues eso el vino gallego suave pero especial, lamento no acordarme del nombre, he de llamar para preguntarlo, es que no soy muy de vinos, soy mas de comida, los platos sencillo sin volteretas laterales ni fuegos artificiales, frescos y en todo momento sabias que estabas comiendo, diferenciabas cada ingrediente que combinaban perfectamente en la misma cucharada, y el postre esa lima, fresquita, intentare hacerla en casa pero no sera lo mismo. Por último nos acompanaron a un salón con unas vistas increíbles a la ria a fumar el pitillo y tomar el café en unos sillones perfectos para la siesta. En conclusión, me gusto, y como iba medio contrariada supero por mucho mis expectativas.

Desde el entorno del restaurante que está en un sitio que no puede ser más espectacular por las vistas y el paraje, pasando por lo acogedor, elegante y romántico que es el interior, y terminando por la buena calidad de la comida y la presentación de los platos, además de la buena atención en todo momento.

Nosotros tuvimos la ocasión de probar el menú degustación y quedamos totalmente impresionados por la decoración de los platos y por el contraste de texturas y sabores que hacen que puedas diferenciar cada uno los ingredientes con su sabor propio, cuando los introduces en la boca. Me encantó el arroz cremoso, que me pareció increíblemente sabroso y con una textura perfecta.

Creo que volveré en cuanto tenga ocasión.

Ayer por la noche acudí con varios amigos a cenar a este restaurante, ya que habíamos oiodo hablar de él.

La primera decepciñon que padecimos es que nos ubicaron en el anexo, el cual parece ni más ni menos, un sinmple local de convenciones, con un exagerado exceso de iluminaciñon que nos impidió totalmente disfrutar de lo que intuimos eran las vistas exteriores.

Para cenar optamos por el menú degustación, ya que por ser la primera ve que acudíamos nos pareció la mejor opción, y al elegir el vino constatamos el segundo problema, en la carta habían demasiados vinos que no tenían.

Superado erste segunod problema nos dispusimos a iniciar la degustación. Dado que cada plato del menú ya han sido descritos con curiosa y sorprendente precisión en los comentarios previos, pasaré a describir las sensaciones que nos evocó cada plato.

La ostra suposo un plato totalmente prescindible, por no decir insulso.

La vieira, todos coincidimos que estaban bien preparadas, condimentadas y presentadas.

El jurel y el arroz caldoso, en este plato hubo división de opiniones, ya que a tres nosotros nos lo retiraron prácticamente intacto y a los otros les pareció bien.

La cigala, en cuanto al tamaño bien, en cuanto a la elaboración bastante ordinaria.

El foie, muy espectacular en su presentación, pero aquí acabó todo. La gelatina que lo cubría era muy gruesa, lo que endulzaba en exceso el conjunto.

La merluza, de cinco platos, tres nos la trajeron muy pasados de cocción, y los otros dos bien.

La traca final fue el steak, ya que en un restaurante de esa categoría lo mínimo que se puede esperar es que la carne la corten a cuchillo, y a menos que me equivoce, no fue el caso. Por otro lado, estaba excesivamente condimentado, lo que nos impidió apreciar la calidad de la carne.

De los postres sólo se salvó el cremoso de tetilla, ya que la base de manzana que supuestamnete debía ser ácida, brilló por su ausencia, y las piruletas de choclate, el chupa chup de higo muy normalitos.

Quizás cometimos el fallo de ir a otro restaurante de reciente apertura en 0`Grove la noche previa, donde a pesar del ruido ambiental que nos acompañó, disfrutamos enormemente de la cena.

Después de esta experiencia, y teniendo en consideración el precio por persona, no creo que el año que viene vuelva a repetir.

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