Desfasado

No es un local que frecuente. Hace varios años de la última visita, con unos amigos. No parece que haya cambiado nada.

Decoración clásica y algo rústica a base de madera oscura y ladrillo visto. Iluminación justa. Mesas de tamaño justo y bastante juntas. Servicio correcto. Mantelería y menaje correctos. Copas francamente mejorables, aunque nos pusieron unas mejores que las que encontramos al sentarnos.

Carta muy tradicional al estilo de las masias de pueblo: caracoles, buñuelos, croquetas, mejillones, jamón y embutidos ibéricos, ensaladas, escalivada, revueltos, xatonada, arroces y fideuá, bacalao de varias maneras, los pescados típicos (rape, dorada, lubina y poco más) y, la especialidad, carnes a la brasa y a la piedra sobre todo (ternera, cordero y cabrito, básicamente). No hay solomillo de ternera. Lo más exótico, avestruz a la piedra. Carta de vinos más que aceptable para un local de este tipo, con absoluta mayoría de vinos comerciales de gama baja de Rioja y Ribera de Duero, aunque con una representación por encima de la media de vinos catalanes. Precios x2 aprox. Los precios de la carta, sin I.V.A.

Almuerzo familiar a base de:

Entrantes:
- Caracoles (16,31€) - Parecidos a los cocinados a la llauna, pero cubiertos por una picada de frutos secos y con allioli con perejil. Sabrosos, aunque, tanto mi hija como yo, encontramos que cansaban bastante. Ración correcta.
- Mejillones a la brasa (9,70€) - Buen sabor. Tamaño irregular. Ración generosa. Acompañados de romesco, que ocultaba el sabor de los mejillones. Optamos por guardar la salsa para mejor ocasión.
- Ensalada tibia de espinacas y queso de cabra (11,57€) - Correcta presentación. Ración generosa.
- 1/2 ración de croquetas (6,48€) - 6 croquetas de pollo de tamaño más bien reducido para el niño.

Platos principales:
- Magret de pato a la piedra (17,43€) - Presentado en crudo cubierto de aceite y perejil. Guarnición de tomate (bueno) y patata al caliu. Ración generosa.
- 2 de entrecot de Nebraska a la piedra (25,38€/ud.) - Uno de ellos, con bastante grasa. Presentados directamente encima de la piedra con bastante sal maldon, tomate y patata al caliu. Para mi gusto, demasiada sal. Ración generosa.

El romesco de los mejillones sirvió para acompañar a las patatas al caliu.

De postre, tomamos un surtido de tartas (de chocolate, de manzana, borracho, de chicharrones y de queso con frutos del bosque) acompañado de nata montada (16,20€). Este surtido es para 4 personas, según se indica en la carta. Tartas caseras buenas en general.

Bebimos 4 botellas de agua de 1/2 l. (2,38€/ud.), una botella de Don Pablo de Naverán 2004 (16,04€) que precisó de media hora larga de cubitera y un correcto cortado (2,21€). Además, 4 "cubiertos y pan" (2,05€) de esos que no se piden y que, además, la normativa catalana prohíbe cobrar el cubierto. Al menos, el pan con tomate se dejaba comer...

Supongo que es el tipo de restaurante que gusta a la mayoría, de los de ir para hartarse a comer, ya que se llenó en apenas media hora. Como curiosidad, de las tres mesas que me fijé, 2 tomaban Rioja del que venden en el super.

Personalmente, no es mi estilo, pero, estando cerca de casa y siendo del agrado de muchos de nuestros amigos, seguro que me toca repetir... aunque sea dentro de unos años :-)

Casi imposible aparcar en la calle. Hay varios aparcamientos de pago cerca.

El precio corresponde a lo que tomé yo.

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