Hacia tiempo que no ibamos por Godella. Mira que me gusta la tranquilidad que se respira en este pueblo. Así que aprovechando la visita a unos amigos quedamos en GUSTO.
Buenos recuerdos me trae su ubicación (el antiguo local de la LLogeta) y que pese a sus escasos metros sigue teniendo un encanto que no sabría describir muy bien.
Pese a que hay muy pocos cambios, ha ganado mucho en luminosidad, lo que da sensación de amplitud. Nos ubicaron en la única mesa redonda que existe. Muy bien vestida, y con copas bastante correctas.
Menú pactado de antemano con Miguel a 22.50e
Entrantes al centro
Ensalada Gusto
Tostá de queso de cabra
Croquetas de marisco
Langostinos en tempura
Principal
Entrecot trinchado de ternera gallega
Postre
Helado de leche merengada.
Todos los platos muy correctos. A destacar los langostinos y croquetas y una tierna carne acompañada con patatas y pimientos.
Para beber tomamos unas cervezas, refrescos y una botella de Vino Joven Vall de Xaló Monastrell muy correcto. El pan muy bueno. Terminamos con cafés.
También ibamos acompañados de cuatro criaturas que tomaron unos platos combinados a su elección y unos helados. El precio de su menú 12.50e.
Me llevé una grata impresión, no pude ojear la carta pero los platos que salían tenían muy buena pinta.
El servicio dado por dos jovenes camareras muy amable y correcto.
Me sigue sobrando una mesa como cuando estaba la Llogeta. Esa noche estaba lleno y la falta de espacio para desenvolverse era evidente
Pese a ello volveré a probar su menú de mediodía de buena RCP si se tercia o probaremos esa carta y platos que me sedujeron al salir de cocina
Así que volveremos por Godella
Aconsejados por fidedignos nativos de Godella -aunque residentes en municipios anexos- acudimos una noche a cenar a este buen restaurante ubicado en plena C/Mayor, frente a la iglesia.
Se trata de un local cálido, íntimo, con moderna y despejada decoración, bien equipado, con las mesas juntas pero espaciosas ellas. Correcta mantelería, cubertería, vajilla y cristalería.
Cocina mediterránea de mercado, bien ejecutada, con un punto extra imaginativo.
Éramos dos, bien avenidos, y tomamos todo para compartir. Esta fue la sucesión de viandas:
• Alcachofas a la parrilla con huevo campero y virutas de foie
• Setas con huevo trufado y jamón de bellota
• Atún marinado con soja
• Vieiras con cebollita confitada, ajitos tiernos con jamón de bellota y patata crujiente
• Bacalao con crema suave de patatas y salteado de judía perona con jamón de bellota
• Sopa de fresa con helado mascarpone y menta fresca
• Pastel crujiente de manzana caramelizada al calvados y helado de canela
Todos los platos mantuvieron un nivel alto. Una cocina con fondo, “con fundamento”. Se adivinan procesos lentos, chup-chup, tranquilidad, buenas materias primas, honestas, tradicionales, y en algunos casos incluso contundencia, siempre sin perder de vista la supuesta ligereza mediterránea.
Lo cierto es que con lo que cenamos, que fue mucho, no salimos con sensación de hartazgo. Buen síntoma.
La carta de vinos es comedida, puedes encontrar cositas. Su trato, discreto nada más. Tomamos una botella Enate 234 2011 (¡cómo esta este chardonnay en este momento!) y una copita de un tinto joven alicantino resultón, Vall de Xaló, para rematar la cena.
El servicio, brindado por una joven valenciana encantadora, nos complació. Le gusta su trabajo, le gusta agradar, está en todo.
Buena recomendación.
Restaurante ubicado en Godella al que había acudido en tres o cuatro ocasiones para cenar, pero nunca lo había visitado a mediodía.
La puesta en escena es elegante, con un toque minimalista de blanco impoluto en sillas y mantelería y una buena distribución de las mesas.
Cocina de mercado en un menú de mediodía bastante bien resuelto, aunque tan solo oferta dos primeros y dos segundos. Como primera opción tomé una ensalada muy rica, típica, pues se trata de una ensalada de queso de cabra con algunas pasas, pero muy bien ejecutada, así que resultó ser todo un acierto. La otra opción era un salmorejo que probé y también estaba muy bueno.
De segundo tomé una fideuà negra de fideo fino exquisita, de las mejores que he tomado en un menú de mediodía.
De postre tomé una sopa de frutos rojos con unas fresas de bosque y helado de mascarpone.
La carta de vinos es correcta, sin sorpresas, pero bien seleccionada y las copas tiene buena geometría. Servicio del vino no excesivamente esmerado pero sí permite un disfrute del mismo.
En conclusión, a mediodía es algo más caro que el resto de restaurantes de la zona, pero lo cierto es que merece la pena. A tener en cuenta para próximas comidas.
Despues de leer los comentarios, parece que hemos estado en restaurantes diferentes....
Lo primero decir que el trato de los camaremos o mejor dicho del camaremo, perfecto, en muy pocos sitios tienes una atencion como la que dan en este restaurante. Lo unico que se podria mejorar es la cantidad de pescados que tienen, que es un poco escasa, pero por lo demas todo muy bueno, y todo con productos de calidad. Recomiendo de entrantes las croquetas (por mucho que digan algunos comentarios que parecen congeladas)lo cual es mentira , la lasaña de verdura con gambas y el salteado de pasto con foie buenisimos. En carnes vale la pena perdir la vaca madura o la chuleta de mamon (en valencia solo ay dos o tres restaurantes con este tipo de carnes). Los postres todos caseros. En resumen un restaurante que recomiendo ir a probar.
Estuvimos cenando el sábado pasado. Realmente coincido con la valoración anterior en casi todo.
Restaurante íntimo, pocas mesas y con espacio suficiente. La atención es muy buena, con alguna falta de detalles, pero muy agradable, que tambien se agradece.
Disparidad en cuanto a la calidad, pedimos foi caliente con humus, bueno pero sin complicaciones, y chuleta de mamón, esta buena, pero a pesar de acabar hartos de comida, le faltaba algun acompañamiento que la hiciera más digerible. La carta de vinos corta pero con referencias justas para poder acompañar la carta de comidas.
En general es un sitio en el que se le valoran las ganas de atender bien, y debe mejorar poco a poco en la cocina. RCP muy bien.
En el antiguo local de La Llotgeta, totalmente remozado y acondicionado, encontramos este pequeño restaurante con apenas seis o siete mesas. Local cómodo, decorado con gusto y buena atmósfera.
Cocina de mercado con materias primas de calidad media. Carta algo justa en cuanto a extensión donde prima el trato de la carne frente al del pescado, en concreto, solo dos pescados y de uno no les quedaba. Altibajos en las calidades y elaboraciones de los distintos platos: unas infames croquetas de hongos con bechamel industrial y unas habitas exquisitas con foie. El magret de pato algo pasado de cocción y con un simple puré de patata y unas patatas paja. Ricas por contra las migas de pastor con uva y huevo poché.
La carta de vinos es sencilla y demasiado evidente, sin sorpresas y pocas referencias. Las copas para olvidar, sobre todo las de champagne.
En cuanto al servicio es correcto, poco profesional pero volcado con el cliente, amable y siempre atento.
RCP algo desajustado, pues por unos 35€ se esperan algunos detalles más en la sala y la cocina.
Tan solo llevan seis meses, así que habrá que esperar a ver cómo evolucionan.
Es un nuevo restaurante en el pueblo de Godella cerca del ayuntamiento , lo conocimos por medio de unos amigos que nos habian hablado fenomenal , y la verdad que no se eqivocaron , fuimos un viernes que estaba lleno y no tuvimos que esperar nada y la temperatura de los platos salian en su punto , cabe destacar el milhojas de manitas , el crujiente de bacalao ... la verdad que todo lo que se pide esta buenisimo y tambien tienen sugerencias muy apetecibles , me han aconsejado los arroces como el de conejo con alcachofas , bogavante.. y bueno lo que tienen buenisimo es la carne nos tomamos un chuleton de mamon que nos volvio locos. Lo unico que veo yo que hay que mejorar es en el servicio del vino que no se mima mucho y que la carta necesita algún postre más. Por lo demás pienso que es una apuesta segura y que han empezado muy bien , por lo que seguiran superandose.
Cocina de mercado con toques de autor. Excelente materia prima, servicio y rcp. El local es muy acogedor. En definitiva, un restaurante para visitar con cierta asiduidad.