Muy bueno para comida familiar

Situado en "puerto Tarraco", una bonita apuesta de la ciudad, con amarres para barcos de lujo, espacio para pasear, frente por frente de El Serrallo y viendo en lo alto la ciudad. Es un bufé de comida china-japonesa-española, pero de una calidad y servicio más que aceptable. Amplia oferta de carnes y mariscos para hacer a la plancha en el momento, el marisco fresco porque los cangrejos se movían, vegetales y marisco para hacer al wok con varias salsas a elegir, surtido no muy amplio pero sabroso de sushi, ensaladas, fritos, incluso lacón cortado en el momento. El pan lo más flojito y por el vino ni pregunté porque me fui directamente a la cerveza. Oferta de fruta fresca muy bien preparada (piña, sandía, melón, higos, lychis,...) y también en almíbar. Helados muy sencillos. Es decir, los postres flojos. El comedor es muy grande, la distancia ente mesas suficiente y aunque había mucha gente no tenías sensación de agobio. Por contra el comedor es ruidoso y en cuanto quedas satisfecho de la comida pues no te apetece quedarte a tomar el café ni mucho menos de sobremesa, pero creo que en este tipo de establecimientos las reglas del juego son éstas. Menaje correcto. Nos gustó para toda la familia, íbamos además con 2 chavales de 6 y 4 años y comieron bien. El menú adulto es de 15€ y el infantil de 7 (hasta 8 años). La primera bebida está incluida en el menú y las cervezas de más a 2,10€.