Restaurante La Pizarra en Valencia
Restaurante La Pizarra
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
16,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
23 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
3.6
Comida COMIDA
6.2
Precio medio entorno ENTORNO
5.0
RCP CALIDAD-PRECIO
6.6
Opiniones de La Pizarra
OPINIONES
5

Pésimo servicio, nos hicieron levantarnos de la mesa sin haber terminado el café porque queria sentar a otras personas. Comida muy normalita y precio muy poco competitivo.

Local pequeño pero muy acogedor con la cocina abierta.Con muy pocas mesas, algunas resultan incomodas al tener puffs como sillas.Servicio del vino inexistente, en una gran pizarra tienen 3 tintos y un par de blancos por botellas, este tema tampoco parece que les quite el sueño a los responsables. Respecto a la comida, me pareció un buen sitio para ir con los amigos para tapear de forma informal, en general utilizan un producto bastante digno,nosotros probamos un par de bolas de morcilla que estaban envueltas en una capa de almendra.Unos chipirones con ajitos tiernos,un pastel de berenjena con un toque de soja y un redondo de ternera, que mas que un redondo de ternera era una carne casera similar a la de una hamburguesa acompañada de una salsita. Excepto el pastel de berenjena y las bolas de morcilla que tampoco me decian mucho, lo demas muy correcto.

Servicio joven y simpatico.

Tiene el encanto de un local pequeño (apenas hay ocho mesas) y de contar con productos comprados en el Mercado de Ruzafa. Vale la pena por ello pedir un tapeo consistente y, si se queda uno con hambre, un plato central a compartir.

La carta es muy básica, pero no considero este aspecto negativo, puesto que uno debe saber a lo que va a los sitios. Sin embargo, en ocasiones los montaditos se acaban demasiado rápido y existe poca variedad.

Sin embargo, el resto de entrantes (graciosamente pintados en la pared, de pizarra como su nombre indica, el mismo material de unas mesas en las que puedes dibujar con tiza mientras esperas a que te sirvan) podrían ser calificados de correctos a muy correctos e incluso el entrecot trinchado está bien cocinado y servido con guarnición adecuada.

Es cierto que en ocasiones, pese a lo reducido del local, el servicio es poco rápido y que sale mucho mejor de precio cuanta más gente se una a la mesa, pero puede considerarse uno de los grandes descubrimientos de tapa sencilla de Ruzafa.

Restaurante ubicado en el barrio de Ruzafa de ambiente informal.
Cocina de mercado basada en el tapeo y algunos platos interesantes, más concebidos para compartir que como plato principal. Muy buenas las sartenes de huevos, los chipirones y las tellinas. Buena calidad y buen precio servido con gusto, diligencia y simpatía. El servicio es bastante informal pero siempre atentos y aconsejando perfectamente en la elección de los platos.
El vino es harina de otro costal. La carta es escueta y deja bastante que desear, con precios algo subidos para el nivel de servicio y copas, pero no deja de haber alguna cosa interesante a buen precio. En este aspecto deja bastante que desear, aunque la gente que cenaba a nuestro alrededor apostaba más por la cerveza, por lo que no creo que vaya a cambiar mucho la cosa.

En lineas generales es un local bastante agradable para una cena informal donde disfrutar con amigos.

Sí, mi novia vive en Ruzafa. De ahi que en cada ocasión descubramos nuevas y atractivas propuestas en este clásico barrio valenciano, que está en plno apogeo. Esta vez el turno es de un pequeño y pintoresco bar de tapas, regentado y servido por un igualmente pintoresco elenco de simpáticas personas. La filosofía del lugar es simple: la improvisación, la informalidad y la gracia fácil. Pese a ello, el tener el mercado de Ruzafa a escasos 20 metros y unos precios increibles para lo suculento de las raciones y la calidad de la materia prima son razones suficientes para dejarse caer por "La pizarra". Por supuesto, gente recatada, exigente o simplemente snob, abténganse.
La oferta de comida, como digo, es diversa y toda ella de calidad. Productos del mar (gambitas a la plancha, chipirones, tellinas, clochinas, sardinas... en grandes sartenes que nunca superan los 9 euros), chuletones de 750 gramos por 10 euros (de verdad), y demás platos que podrán degustar fuera de carta. En cuanto al vino, tan sólo pudimos vislumbrar algun blanco, posiblemente barbadillo, servido violentamente.
Así pues, lo mejor del lugar es la comida y el precio. Y para determinado tipo de gente, el trato y los constantes y cómicos alaridos desde la cocina pregonando los platos que van saliendo de los fogones.
Una buena apuesta para cenas de grupo, y para cenar bien sin que ello implique una hemorragia renal.

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