Había pasado por delante alguna que otra vez pero hasta este viernes no me había decidido a entrar.
El resultado fue una grata sorpresa. Comparto completamente los comentarios sobre el arroz de este restaurante.
Pedimos un menú de 20€ por persona consistente en unas croquetas caseras buenísimas y una apetitosa ensalada de ahumados.
De segundo pedimos un exquisito arroz meloso con carabineros. La verdad es que me quedé impresionada.
En el menú se incluía la bebida y el café.

También disponen de un menú de 10€, pero queríamos probar este arroz, la próxima vez igual nos decidimos por este menú.

En cuanto al restaurante, es un lugar tranquilo y acogedor. El servicio correcto y agradable. La cocina es semi abierta, así que se puede entrever al chef, Óscar, preparando sus estupendos arroces.

Sin duda, muy recomendable.

Soy asíduo de este restaurante en el que el plato estrella es el arroz. Los entrantes, tanto los fríos como los calientes son bastante aceptables. Personalmente aconsejaría la ensalada de queso con vinagreta de miel (muy acertada), y el salteado de alcachofas, en temporada, con ajos tiernos y jamón. Las croquetas caseras, realmente buenas. No obstante, lo que mejor elaboran son sus arroces. Buen fondo de pescado, y, los melosos, en su punto, y muy sabrosos. Buen arroz del senyoret. Nunca defraudan. Los postres, dignos, y una carta de vinos escasa, pero correcta, con pocas sorpresas. El servicio, muy familiar, es agradable, y, en general, yo aconsejaría este restaurante de barrio, pero que satisface a cualquier paladar exigente.

He ido a comer al restaurante el día de la madre.
Hemos comido 4 personas una ensalada de pollo, una ración de all i pebre y un arroz del señoret para 3, el otro comensal se decidió por un chuletón gallego.
Todo estaba excelente, el arroz perfecto y el chuletón exquisito.
Como detalle por ser el día que era, se nos regaló a todas las madres una rosa.

Visitamos este cercano restaurante de mi piso. Me gusta la fachada de cara vista y con decoración elegante y minimalista.
El interior es pequeño pero acojedor y con la cocina vista por una cristalera.

El servicio del vino fué correcto, lástima que el reserva privada de hoya de cadenas no estaba a temperatura correcta y pedimos una funda de hielo. La carta de vinos es muy pobre.

La ensalada de queso de cabra estaba bien presentada y muy buena. En cambio el entrecotte argentino un poco pobre, el secreto iberico mas bueno. Postre no pedimos, pero el cafe estaba bueno.

Destaca la fachada de ladrillo visto en una avenida como Primado Rieg(a mi me llamo la atencion, por eso lo conoci),una vez dentro, el local es de nueva factura, limpio, luminoso y comodo.En donde una cocina acristalda deja ver la labor de los cocineros,los fogones y las brasas.
Con buena separacion de mesas, asi como buena cubertiria y manteleria, correctas copas Scott.
Aperitivo de queso manchego con una cervecita mientras nos decidiamos en la carta, para decantarnos por, gambon al ajillo y surtido de quesos como entrantes, el surtido estaba bien servido y con mermeladas de franbuesa y violetas para acompañar, el gambon tambien tenia buen calibre y la salsa que lo acompañaba estubo bien conseguida.
En cuanto a la carne fueron, un entrecot argentino a la brasa y secreto iberico, mejor este segundo.
La carta de vinos es bastante corta y sin sorpresas salvo el Miranda 2005 que nos pedimos que me gusto bastante.
En postre nos pedimos un coulant de chocolate para los dos.Cafe y copas.
Salvo algun detalle que pulir, en general bastante bien.Tienen buenos ingredientes para agradar a la clientela.
Recomendable.

Restaurante arroceria, posibilidad de carnes a la barbacoa. Recientemente abierto este pequeño e interesante local, que suele estar lleno a la hora de las comidas, destaca por sus arroces y precios comedidos. Optamos en las entradas por una ensalada de queso fresco con espinacas y canónigos (abundante y muy buena) y por un plato de esgarrat (muy correcto). Seguimos con una paella de fideos finos muy correcta, donde abundaban las gambas, cigalas y los tropezones de sepia. Para beber un Cantarranas 2007 servido a buena temperatura y en unas correctas Schott. Finalizamos con dos cafés. Servicio correcto. Carta de vinos escueta. Deben mejorar las cartas, ya que el haber abierto hace poco no justifica que aún se entreguen en folios llenos de tachones. No obstante, se perdona por la buena RCP del establecimiento.