En el Benicasim, junto a la antigua estación de tren se encuentra este restaurante ubicado en una antigua típica casa de principios del siglo XX. La entrada está a través de un maravillo patio con una higuera que es la que hace de portera de este restaurante. El patio es muy agradable por la buena decoración y excelente número de plantas.

Empezamos tomando un barco, que consiste en una serie de moluscos ( clochinas, tellinas y berberechos) cocidos al vapor, excelente punto de cocción y frescura del producto. A continuación tomamos un salteado de setas frescas de temporada con foie fresco, tanto las setas como el foie estaban perfectos. Aunque la gente no se lo crea en primavera y verano también hay setas. Pasando por una ensalada llegamos a un arroz con cigalitas y caracoles, muy buena combinación de mar y montaña. En el caso de las mujeres tomaron corvina fresca a la plancha.

Se trata de un restaurante donde la cocina de mercado, y la calidad de la materia prima tiene la máxima importancia.

En cuanto al vino tomamos un Castaño Colección 2000 (19€), la carta no es excesivamente larga pero tiene referencias muy interesante sobre todo en champagnes donde tiene un buen número de referencias. Las copas permiten disfrutar.