-Calidad de producto: aceptable, sin más.
-Raciones: normalitas.
-Atención al cliente: normalita.
-Precio: elevado para lo que es.
Relación calidad-precio: 5.
Para NO recomendar.
Restaurante en precioso lugar, a 100mts del mar (Playa la Barrosa).
De este restaurante se pude destacar desde la comida hasta el servicio telefonico para las reserva.
Realice la reserva por telefono me atendieron perfectamente, reserve una mesa para 4 personas para cenar con la familia. Recibimiento fue bueno, buen ambiente, pedimos de berber vino y agua.
La comida exquesita como dice el titulo, de entrante pescado rebozado, yo personalmente comi espinacas con almejas, mi esposa arroz negro, estaba todo espectacular todo de muy buena calidad, perfecta presentación.
Las espinacas con almejas estaban requisimas y eso que no soy de comer verdura, y el arroz que comio mi mujer dice que es el mejor que ha comido. De postre pedimos bizcocho templado, la textura era perfecta y el sabor era adicto.Al finalizar la cena el cocinero se acerco a la mesa y se intereso si nos habia gustado la cena.
Repitiria hoy mismo si estubiese en Madrid.
Encontramos por sopresa este restaurante, ya que desconociamos su existencias.
Fuimos a finales de agosto, un martes a las 14,00 h . Terraza enfrente a la Playa de La Barrosa que se fue llenando a lo largo del almuerzo, apenas habia reservas aun asi nos lo preguntaron a la hora de entrar..??
Pedimos Ensalada de Pulpo de Feria con salsa de mostaza , lo mejor de la comida, una Dorada Gaditana sin espinas, pescado rebozado, buena calidad y de plato principal arroz con verduritas, es un risotto de todas todas.
La calidad de la materia prima muy buena, el servicio dejo que desear por la lentitud entre plato y plato y la desidia para recoger el plato principal y servir postre. Sopa de chocolate blanco con tocino de cielo y helado de frutas del bosque, aceptable.
Tomamos agua y blanco Tierra Mar de la tierra, servido excesivamente caliente pese a la cubitera que trajeron.
Precio 46 por persona, repetiria y lo aconsejo.
Casi a pie de playa de La Barrosa se encuentra ese restaurante chiclanero. Terraza agradable. Noche del sábado, todas las mesas de la terraza llenas. Camareros agradables, algo apresurados, se echa de menos un par de personas más para atenderte, al menos en temporada alta.
Comida que cumple con productos de la tierra bien presentados. Tomamos unas almejas a la sartén de entrante; no demasiadas almejas, aunque de tamaño considerable, mezcladas con una rica salsa de jamón y ajetes, 20 euros. De segundo pescado de roca (pargo); justa cantidad, buen sabor, 19 euros. Tarantelo de atún entomatao; bien de cantidad, correcto, 19 euros. De postre copartimos una rica tarta de manzana, 6 euros. Café.
Carta de vinos corta pero suficiente, con detalles de espumosos. Buenos precios de los vinos. Tomamos una botella de Remelluri reserva 2003, 22 euros, servidos a temperatura correcta. Copas acordes con el lugar.
Sitio agradable, sin muchas pretensiones, a recomendar si los precios estuvieran más acordes con la calidad, el entorno y el servicio.
los precios me parecen altos con relacion a la calidad. Y eso que la comida (tradicional) no esta mal: buenos fideos con caballa, rica "sartenada" de patata, zanahoria y atun, curiosas berenjenas rebozadas, buen bacalao dorado, apetecibles albondigas de choco... y luego los platos de atun (a €20) morrillo, ventresca; ambos muy sabrosos. Tambien hay pescados a la plancha y a la sal (a 54€ el kilo....), mariscos de la zona, buen jamon, etc. Postres intrascendentes. La carta de vinos corta y convencional y el servicio del vino es abrirlo y ponerlo en la mesa. El lugar es agradable, con terraza con bonitas vistas sobre La Barrosa , pero es aconsejable (si se va por la noche) el uso de Autan o similares. Servicio rapido (si la sala no esta muy llena) y amable. Si ajustara un poco mas los precios seria muy recomendable, pero mientras tanto...
Restaurante a pie de playa, muy elegante y acogedor, con terraza exterior y zona interior. Abre todo el año. Tomamos un arroz caldoso muy bueno, y antes, una ensalada de ahumados y unas tostas. Marques de Riscal blanco para acompañar, y un postre de chocolate muy suave. Servicio muy amable y local muy bien cuidado y decorado. Recomendable, aunque desconozco si en pleno verano el buen servicio y la calidad se mantienen. Esperemos que así sea.