Podéis encontrar descripciones sobre el ambiente, la comodidad, y ciertos detalles culinarios de este restauante en otras valoraciones en esta web.
Por mi trabajo suelo invitar a comer a clientes y es muy importante quedar bien, llevándoles a sitios que combinen un ambiente agradable en decoración, entorno, iluminación, clima, ventilación,... con un buen servicio, amable y profesional, una muy buena gastronomía equilibrada y con cierta sofisticación, y que a la vez no me desplumen el bolsillo.
Después de 20 años en Valencia probando todo tipo de restaurantes, me he convertido en un asíduo de Sant Olei. Se nota la mano del gerente, Sergio Alarco, en una carta excelente y variada, y un trato próximo y a la vez profesional. Se come muy bien, a buen precio, y en un ambiente agradable. Recomiendo en particular su steak tartar, el tartar de atún, las ensaladas, los pescados, sus platos de cuchara (para ocasiones menos relevantes hay un excelente menú por 18 €) y sus postres. Dejaos aconsejar por Sergio en la selección del vino.
Me he reencontrado en Olei a clientes expertos en comer fuera de casa, que también se han convertido en asíduos...

Hacía tiempo que no encontraba un lugar tan agradable, tan equilibrado en el que te encuentras a gusto desde el primer instante, parece exagerado pero pocos locales en Valencia han conseguido generar un ambiente semejante, con un servicio tan involucrado en que tu estancia sea perfecta y con una carta que está a la altura del resto.
Me gustó mucho poder observar el trabajo a través del cristal de la cocina, nosotros estuvimos al lado de una cristalera sobre un patio, muy tranquilo.
Concretamente recomiendo la carne, me encantó el Steak Tartar (como anécdota mencionar que nos sacó un trozo de carne de 45Kg de donde se disponía a filetear nuestro plato, las ensaladas, probamos también un salmorejo buenísimo, nos dejamos aconsejar por Sergio y eligió un vino de la tierra que nos encantó, y el jamón al corte excelente.
Como dato negativo que más gente se ha dado cuenta y es mejor confirmar la mesa con un poco de antelación, por cierto que alguien me diga si conoce algún sitio con sillas más cómodas.
Acabo de leer un comentario de mcgi que no se ajusta en absoluto a mi experiencia en el restaurante. Lo recomiendo sin dudarlo.

Restaurante al que hacía tiempo quería ir y que, al final me decidí.
Lugar amplio, buena distancia entre las mesas, sillas comodísimas aunque lugar un tanto oscuro. Resulta un tanto difícil opinar en esta época en que todo es tan difícil para todos pero, quizá una crítica constructiva sirva para reinventarse y con esa intención la hago.
Comenzamos con una crema de calabaza con jamón, de cortesía. Después pedimos todo para el centro. Una ensalada que ya nos advirtieron que sería escasa y así fue (no entiendo los restaurantes que no adaptan las raciones a los comensales), un solomillo de buey también escaso (esta vez sin advertencia) y demasiado hecho (no tuvieron la deferencia de preguntar el punto de cocción). Un rodaballo con verduras muy bueno y postres más bebida (nada de vino) y sin café. Cuando llegamos sólo había una mesa más así que cuando terminamos sólo quedábamos nosotros y, nos fuimos nada más terminar. La sensación, que no fue tal, de que nos estaban esperando para cerrar diluyó cualquier tipo de breve sobremesa, y sólo eran las doce.
Nos fuimos con la sensación de "clavada" en unos tiempos en los que a todos cada vez nos cuesta más salir.
No repetiremos.

buenísimo restaurante, tanto en decoración, servicio como en la comida
tomamos el menú y todo buenísimo
merece la pena ir entre semana solo para poder tomar el menú que la relación calidad precio es espectacular
Arroces y fideo fino muy buenos
De primero salmorejo o ensalada de pollo campero, los dos platos espectaculares, después pedimos un arroz menoso de cigalas y no podía estar más bueno
Los postres espectaculares
el trato exquisito
no pedimos vino pero tenían una buena carta
el precio del menú 20 euros.

He vuelto un año después y tengo que decir que ha resultado muy bien, diferente a la primera vez. Como lo critiqué ahora lo ensalzo. El tartar de atún es espectacular, muy buenas las alcachofas rebozadas con romescu, el pulpo, y sobre todo la tarta de manzana con helado, de las mejores que he probado.
Curiosidad: están haciendo pruebas poniendo un iPad en las mesas, con wifi gratis. (Está al lado de hoteles de viajes de negocios).
Ah, y ha mejorado la RCP. Y si no quieres complicaciones el vino de la casa es correcto. El trato excelente y el local agradable.

Local agradable, con buena temperatura, bien iluminado y las mesas con buena separacion. Nos ubican al fondo junto a un enorme ventanal con acceso al jardin interior de la finca (supongo que por el dia la vista debe ser muy grata. Pedimos 2 cervezas y 2 martinis de aperitivo y nos obsequian con unas clochinas muy buenas. empezamos con un plato de iberico Lazo (21€) bien cortado y acompañado de pan de cristal con tomate excelente. Le sigue un tartar de atun (13€) que no recuerdo haber probado otro igual. seguimos con una ensalada de bacalao, langostinos y guacamole, una combinacion de sabores y texturas sorprendente y acertada. como plato principal 2 pedimos entrecot de buey, sabroso y tierno y los otros 2 pregutan por el pescado. Les ofrecen lubina y mero optando ambos por la primera, a juzgar por el tamaño de los lomos debia de ser un pez de unos 4 o 5kgs. mis acompañantes dicen que esta exquisita. De postre compartimos una tarta tatin recien horneada que nos aconsejaron antes del plato principal pues tarda 2o min. y un soufle de chocolate con helado de coco (a mi mujer le encanta el chocolate y acabo rebañando el cuenco. cafe excelente e invitacion a orujos. De vino tomamos un Emilio Moro magnum (48€)servido a buena temperatura, decantado y con envinado de copas. Servicio educado y profesional con trato agradable.

Cuarta visita a éste restaurante, y nuevamente no me defrauda ni a mi ni a la gente que por motivos de trabajo me acompaña. Ya van dos ocasiones de comidas de más de 10 personas y a todas les ha gustado.
Local grande, con mesas bien espaciadas y separación de los comensales muy buena, hasta demasiado diría. Buena acústica.
De las entradas destaco el foie cremoso con polvo de palomitas de maiz, el tartare de atún y el souflé de patatas, huevo y jamón, a mi juicio, de lo mejor del local.

Me encanta el secreto ibérico, espectacular de sabor y ternura y el solomillo también muy bueno.

RCP buenísma para los tiempos que corren.

Antes había incluso una parte de la carta de comida japonesa, pero se fue el cocinero, lo cual es una pena, porque estaba muy bien.
En definitiva, para comidas de trabajo con varias personas, muy recomendable y no defrauda. Bueno y también para pocas personas!

Un sitio comodo y un ambiente muy relajante. Bien vestidas las mesas con cristaleria y vajilla cara. Los camareros encantadores y respetuosos con el cliente. Una carta bariada. Con mucha diversidad de menus. Yo personalmente, Pedimos el menu Degustación por 29euros. que consistia En un bino tinto, Azpilicueta para beber.Para comer:
- Aperitivo de flor de platano macho con mousse de queso cremoso con setas.
-1plato Foîe micuitte trufado.
-2plato Ensalada de mollejas de pato, con crugiente de patata y vinagreta de miel de caña.
-3plato Pato lacado con mazorca de maiz, pure de manzana y patata violet.
-4plato Mousse de chocolate negro con flor de azar y sorbete de naranja sanginea.
Me parecio que calidad, precio y presentación, era un lujo el menu. Yo lo aconsejo .

Las luces: buen servicio, sillas cómodas, buena separación entre mesas y el ambiente en general. Las sombras: la comida y el precio. Me explico: ¿desde cuándo un bacalao al pil pil se le salsea con nata? No mejora. Y sin indicarlo en carta por los alérgicos. El cremoso de foie para mi es un bluff, aunque el tartar de atún y las chuletillas estaban buenos. Un Emilio Moro crianza en carta y en factura cuando realmente era de cosecha. Junto a dos postres normales, total 104 €. En fin, que no vuelvo, pues hay ofertas más interesantes y con mejor RCP en Valencia.

Ubicado en el antiguo Yishan, Santo Olei dispone de un local de corte moderno. Buena separación de mesas, y utilización de cortinas tipo Bandalux para conseguir intimidad. Personalización de manteles, servilletas y utilización de copas Schott. Su carta es heterogenea, por un lado cocina mediterranea, y por otro, cocina japonesa. No se busca la integración de las dos culturas, si no disponer de distintos platos para que cado uno combine como quiera. Optamos inicialmente por una copa de vino blanco (2€) para ver una carta con buena presencia, amplia. Optamos por un carpaccio de solomillo (12€) correcto, un tartar de atún (12€) bueno y un foie cremoso (12€) que me pareció muy destacable, aunque acopañado de tostas que deberían mejorar. Seguimos con un shusi maki variado (18€)muy bueno. Regamos con un Belondrade y Lourton 2006 (32€), servido a buena temperatura. Carta de vinos con precios correctos, aunque predominando Rioja, Riberas y Valencianos. Invitación a orujos y cafés, este último muy bueno. Servicio amable y correcto.