Restaurante muy bonito y acogedor. Buena comida con muy buena presentación. El vino servido a temperatura adecuada aunque la carta bastante corta

A la cocina magnífica de Pedro Martino hay que añadir una carta de vinos no enciclopédica pero que denota haber sido realizada a conciencia.

Imposible no encontrar una botella a gusto de casi cualquier comensal, contando además con la profesionalidad de José Antonio Vega en el asesoramiento. Si acaso, peca de falta de referencias extranjeras.

El servicio del vino es impecable, con vinos a su correcta temperatura, servidos con mimo pero sin boato en cristalerías Spiegelau.

De nota le daría un 4,5 sobre 5, pero la casilla no me permite más que un 4 ó un 5, y la perfección no existe.