Nos apetecía una cena informal y menos mal que llevábamos idea de hacerlo en la barra, porque el sitio está "petao" y para coger mesa hay que echar una solicitud.

El local lo hace casi más angosto la parroquia que se agolpa en la barra para elegir entre la amplia variedad de montaditos. Al fondo las solicitadas mesas que también se agolpan, y fuera la terraza que montan en la amplia acera.

Recibimiento simpático y con el punto ideal de agresividad que te obliga a pedir la bebida sin casi acomodarte.

Tomamos cañas y copitas de vino, sí, son pequeñas, mezclando tinto y rosado de la casa llamados Temps, aunque la última copa fue ya del valenciano Malvarrosa. Se nos dio a probar primero en cada uno de ellos antes de servirnos, algo que nos sorprendió por el sitio.

Cayeron dos tandas de ocho montaditos a los que se les podría quitar el diminutivo pues son de buena factura. La peña parece que con unos cuatro se arregla pero ahí estábamos el par de animalots para meterse en total dieciséis. Una vez los eliges, los pasan a cocina para tostar el pan y tardan lo necesario. Algunos los pedimos dobles y otros a compartir con el consiguiente guarreo al partirlos, pero bien en general, incluso buenos unos cuantos, como el saquito de morcilla, el de pulpo, el de cecina con calabacín y queso de cabra...

Desde luego cumplimos con el objetivo marcado. Pudimos comprobar de paso que ni el bullicio puede tapar una conversación cuando hay interés y venidos arriba por tanta juventud, partimos en busca de un digestivo con algo de música en directo.

La nota curiosa y graciosa son los Sugus con los que te despiden. Pues oye, que nos tocó el azul, el de piña, que es del que más se habla ¡Qué, qué...!

Los montaditos buenííííísimos. El local un poco pequeño por dentro pero el servicio es muy profesional y rápido. En la terraza se esta mejor que dentro ya que dentro hay bastante agobio por toda la gente que hay.
Si no llegas pronto no cenas, se llena con mucha facilidad sea el dia que sea. El jamón y en solomillo tambien muy bueno.

De acuerdo que el local es pequeño y puede resultar algo incomodo,pero me recuerda esos bares donde està lleno porque vale la pena pelearse para llegar a la barra y pedir(bueno,lo de pelearse es un decir).Pero como el servicio es rapido y eficiente no esperas casi nada.En el exterior,en la terraza te atienden igual de bien,y como aqui casi nunca hace frio de verdad,es una buena opcion.
Los montaditos son excelentes,variados,grandes,y la oferta de vinos es buena,ademas varias opciones para pedir copas.El precio ajustado pues hece años que no cambian,(montadito a 1,7€ unidad)y con 2-3 has cenado.El otro dia probamos de postre un pastel de chocolate blanco que estaba muy rico,era chocolate blanco de verdad y nos encantò.
Siempre lleno,por algo serà.

Una pena el lugar tan pequeño, con gente abarrotada por el pequeño local.
Las tapas muy buenas y a buen precio (1'7 €)

No hay mejores montaditos en toda valencia, no se puede comparar porsupuesto, con otros sitios donde los montaditos parecen estar hechos con lo primero que pillan y sin pensar en la armonia del montadito. Aquí en cada montadito, los ingredientes que lo componen tienen su armonia con los demás, cada montadito esta hecho con un tipo de pan acorde con los ingredientes, en fin, una maravilla.

El sitio es muy pequeño, quizas sea eso lo que lo haga encantador, no obstante hay una terraza y si hay buen tiempo se esta muy bien. Eso, si esta siempre a rebozar, nunca lo he visto vacio o medio lleno, es increible!!

El precio del montadito es de 1'70, al igual q las bebidas, con 3 o 4 montaditos yo me quedo llena. La ultima vez que fui tome los siguientes:

-un tipo de ensaladilla con salmon. delicioso, unos de mis favoritos.

-de pulpo a feria.

-sobrasada, jamon i queso, con pan de pipas.

-mini hamburguesita.

Aunque vistos así parezcan sencillos, no lo son, he intentado hacer en casa y madre mia que diferencia, por su puesto tu los pides y te los calientan, ha diferencia de otroos sitios que tienes q comerlo helada.

Respecto al postre hay tapon de chocolate, de avellana i no recuerdo que mas. El postre no esta mal, pero tampoco se sale. Mas o menos a 4 euros la racion.

En fin me encanta este sitio llevo acudiendo hace años y nunca me canso, ni creo que lo haga!
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Confirmo lo de que el local es pequeño y añado que además es estrecho en su primer tramo el que coincide con la barra, donde además hay mucho tráfico de clientes, pues te tienes que levantar a pedir en la barra.
A pesar de la cantidad de clientes, ¡está siempre lleno! el servicio es rápido y eficiente, además de atento.
La variedad de montaditos es buena, hay mucho donde elegir, además de dimensiones generosas, lo que permite compartir alguno de ellos.
Aunque no tienen muchos vinos, los tienen a buena temperatura en una pequeña cava. Tomamos Conde de Valdemar por 14 euros. Nos pusieron copas sin pedirlas, aunque bastante pequeñas.
El precio de los montaditos excelente 1'70 euros la unidad.
No tomamos postre.
Local recomendable, aunque algo incómodo. Tiene terrraza con mesas y sillas más cómodas que las del interior.

www.ojoalplato.com

Local de reducidas dimensiones con sillas y mesas bajas y taburetes para sentarse en la barra.
La oferta gastronómica es sencilla, montaditos, algunos carpaccios y algunos postres, pero el resultado es muy bueno. Toda la selección de montaditos es buena, algunos más originales que otros pero de gran calidad y buen tamaño. Los carpaccios aceptables, bien presentados y los postres correctos, pedimos coulant de chocolate.
La carta de vinos es escueta pero bien seleccionada, con algunos vinos por copas. Lo malo es que no tienen copas, solo vasos chatos que desmerecen el vino.

El precio muy ajustado, alrededor de 20€ con vino (Prado Rey Roble), 4 montaditos por cabeza, un carpaccio y dos postres para compartir. Lo bueno de esta zona es que es frecuentada por estudiantes y siempre los precios son comedidos.

Buenos montaditos, bastante por encima de lo que es habitual en los locales al uso en Valencia. Pocas mesas y algunos taburetes para cenar apoyados en barra. En verano, en la terraza disponen de bastante más sitio. Carta de vinos corta, pero los mantienen en refrigerador. Posibilidad de pedir algún vino por copas. Copas ni fu ni fa. Muy bueno el montadito de solomillo con foie (tanto la carne como el pan). Servicio amable y efectivo a pesar del lleno del local. De 21.30 a 22.30 parece la hora punta, después se despeja. Recomendable trasegarse la comida con un "santito" (barceló, lima, seven up). Informal, la RCP es adecuada a lo servido.

Pues un descubrimiento para quien quiera tomar unas tapas variadas, sabrosas, ricas y a 1,60 euros la unidad. Hacen un guiño al tema del vino, ya que ponen copas decentes para blancos y tintos y tienen su cava climatizada. Te sirven vino a copas (no esperemos gran variedad de marcas). Es un local para visitar y tomar algo de una manera absolutamente informal. El local es pequeño, aunque acogedor, con 5-6 mesas. El servicio atento y simpático.

En fin, no hay que buscar nada exquisito, pero sí algo donde estar un rato con amigos y pasar un rato agradable.